EUROCOPA 2024

Eurocopa 2024

Herzlich Willkommen!

No hagan caso a los periodistas: Georgia no es una amenaza para España y no todo es una gesta

Fabián, Cucurella, Pedri, Nico, Fermín y Unai Simón.
Fabián, Cucurella, Pedri, Nico, Fermín y Unai Simón.RFEF
PREMIUM
Actualizado

Habitualmente, no consumo apenas periodismo deportivo porque bastante tengo con soportarme a mí mismo, pero en Eurocopas y Mundiales hago una excepción. No hay mucha más actividad, me invade el espíritu patriótico (o el italiano, cada uno con sus taras) y me encanta disfrutar del fútbol de un modo mucho más relajado que el estresante día a día de ser de un equipo. Durante un mes cada dos años soy un hincha sin responsabilidades ni filtros, así que llevo 72 horas leyendo y escuchando que Georgia es peligrosa para España.

Georgia.

En serio, Georgia.

Llevamos años luchando para aprender a escribir Kvaratskhelia y Mamardashvili sin cortar y pegar tras una búsqueda en Google (sabe Dios que acabo de hacerlo) y ahora vendemos a la gente que hay que estar preocupados por... Esperen un momento, Ctrl+C, Ctrl+V... Mikautadze. Eso es, Mikataudze. No es serio.

El discurso de "no hay enemigo pequeño" o, en versión de Luis Aragonés, que siempre lo mejoraba todo, "en Suiza hasta el más tonto hace relojes... y andan" es válido para Luis de la Fuente y los futbolistas. Seguramente no haga falta llevarlo a extremos guardiolísticos, pero dicen lo que tienen que decir. Los periodistas, por contra, no nos debemos a ese respeto sobreactuado sino a la verdad. Y la verdad es que España es infinitamente superior a Georgia y todo lo que no sea ganar tiene un nombre: fracaso.

¿Podemos perder? Por supuesto, esto es fútbol, pero nunca será por el gran nivel del rival sino por catástrofe propia. No hace ni un año que España ganó 1-7 en Tiflis antes de la explosión de Nico y Lamine. El argumento más repetido para justificar que ahora es diferente es esa ocurrencia millennial de que "Georgia está con la flechita hacia arriba". Yo seré un boomer, pero eso es una mierda de argumento.

Los periodistas deportivos le hemos quitado la normalidad al fútbol. Todo se mueve hoy en términos épicos: cualquier triunfo es una gesta y cualquier derrota una tragedia; cualquier hobbit es un gigante, pero cualquier gigante puede ser derribado con una honda. Esto último lo veremos a partir de mañana, si sucede lo que tiene que suceder y España avanza para medirse a Alemania en cuartos.

Todos los temores que produjo Georgia se convertirán en bravatas a la hora de afrontar, esta vez sí, un reto enorme: derrotar a un anfitrión que, hombre por hombre, es superior. Hasta el partido todo será: "Musiala es peor que Pedri", "Wirtz está sobrevalorado y Neuer y Kroos, acabados", "somos mejores que en 2010" y "¡España, España, ra, ra, ra!".

En fin, un mes cada dos años que me convierto en hincha y resulta que lo hacemos todos.