- Entrevista Bermúdez de Castro, ejecutor del 155 en Cataluña: "Siento rabia, impotencia e indignación con la amnistía, pero nada borrará lo que hicimos"
- Justicia Los fiscales del 1-O rechazarán la orden "improcedente" y "contraria a Derecho" de aplicar la amnistía a Puigdemont
Primer cara a cara en el Congreso de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo tras las elecciones del 9-J; tras la entrada en vigor de la ley de Amnistía; tras la conformación de la Mesa del Parlament dominada por los independentistas; tras el desmoronamiento de Sumar y después, también, de que los presuntos escándalos de corrupción que afectan al círculo familiar del presidente del Gobierno se hayan extendido salpicando a su hermano. Primer encontronazo en un barrizal de acusaciones mutuas, golpes bajos y soberbia. La regeneración democrática, la normalidad en el disenso y la conexión con los problemas de la ciudadanía ni están ni se les espera.
El líder popular, ganador en las urnas europeas, apuntalado por su ventaja de cuatro puntos sobre el socialista, está convencido de que el Gobierno de Sánchez ya no es sostenible. Feijóo se ha anticipado al presidente dando por hecho que este atacaría "con la derecha y la ultraderecha", "el fango" y hasta "con Franco". Y ha disparado: "No se empecine con lo que ya no es viable".
Feijóo ha sacado a relucir todos los tropezones que han sacudido al presidente en la última semana para concluir que el Gobierno está "desbordado", "paralizado" "acorralado" y sus socios "están haciendo aguas": "No tiene usted un Gobierno sólido, no tiene una mayoría garantizada, no tiene Presupuestos, déjelo ya". Feijóo ha pedido así la convocatoria de elecciones generales inmediatas.
"No eternice lo que es inviable", ha insistido y ha proporcionado una lista de razones para justificar esta afirmación: "El PP ha conseguido tramitar más leyes desde la oposición que usted desde el Gobierno"; "la manipulación fraudulenta del CIS; "la Justicia le pide que la deje trabajar en paz"; "se ha visto que aplicar la amnistía no será coser y cantar y por eso la retuvo"; "ha estafado a los votantes de Cataluña entregando la presidencia del Parlament a los independentistas"; "otra persona de su círculo más íntimo está investigada por corrupción" y "tiene una vicepresidenta que ha dimitido un poquito". "Y sólo estamos a miércoles", ha remachado Feijóo. "Usted dijo que se iba a dar el gustazo de ganarme, pues el gusto es nuestro. Déjelo ya, señor Sánchez".
El presidente ha tratado de mantenerse firme haciendo gala de resistencia. Sánchez ha afirmado que con la victoria del 9-J lo único que ha conseguido Feijóo es que "los suyos le permitan continuar como líder del partido ejerciendo la oposición un tiempo más". Las carcajadas de María Jesús Montero han resonado en todo el Hemiciclo. Sánchez ha vuelto a acusar al líder del PP de "poner en marcha la máquina del fango" y querer montar "una moción de censura con la ayuda de Puigdemont". Una presunción que él atribuye a la "desesperación" del líder del PP. Y todo "para qué", se ha preguntado: "Para que todo siga lo mismo, usted en la oposición y los progresistas en el gobierno".
Plan de regeneración democrática
"Toda esta máquina del fango para qué", ha insistido Sánchez acusando al popular de haberse convertido en el "portavoz de una organización ultraderechista como Manos Limpias" y haber propiciado el que hoy España "tenga dos ultraderechas". El presidente del Gobierno ha situado así al activista ultra, Alvise Pérez, en uno de los protagonistas del debate parlamentario. "Dentro de tres años, cuando haya elecciones en 2027, se presentarán tres ultraderechas la suya, la de Alvise y la de Abascal y a los tres les vamos a ganar", ha replicado desafiante insistiendo en el mensaje de que agotará la legislatura y en consecuencia gobernará no sólo tres años más sino también, después. Montero a su lado seguía jaleando la intervención de su jefe a voz en grito.
Después, Abascal ha lanzado una catarata de reproches contra el presidente del Gobierno, a quien ha acusado de tapar su corrupción y la de su familia a base de montar conflictos diplomáticos. Para el líder de Vox, no hay duda de la corrupción de los ministros, de Begoña Gómez y del hermano de Sánchez. También ha aprovechado para arremeter contra el PP, a quien acusa de pactar en Europa con el PSOE.
Después, en su cara a cara con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha asegurado que antes de las vacaciones de verano su Gobierno presentará un plan de regeneración democrática.