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Sánchez viaja a África ante la alarma migratoria: las llegadas a Canarias suben un 115% mientras en Italia bajan un 65%

España lidera ya el aumento de la inmigración por mar en la Unión Europea

Llegada de un cayuco al puerto de La Restinga (El Hierro).
Llegada de un cayuco al puerto de La Restinga (El Hierro).GELMERT FINOL / EFE
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El presidente Pedro Sánchez emprende entre hoy y el jueves una gira por Mauritania, Gambia y Senegal para tratar de frenar la crisis de cayucos a Canarias firmando más acuerdos de migración circular y mejorando el funcionamiento de las devoluciones. Fuentes del Gobierno admiten que hay por delante un otoño complicado y caliente. España ya supera a Italia como gran reto migratorio de la UE porque lidera el aumento de la inmigración irregular por mar. Canarias es el destino de la ruta marítima que más ha crecido en 2024, según la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), que en su último informe apunta a un cambio en los flujos migratorios: en lo que va de año se han frenado un 65% las travesías clandestinas hacia Italia al tiempo que se han disparado un 115% las llegadas a las costas canarias.

La crisis migratoria amenaza con agravarse precisamente cuando van a cumplirse 30 años desde la llegada, el 28 de agosto de 1994, de la primera patera a Canarias, que supuso el estreno de una vía, la llamada Ruta Atlántica de África Occidental, que alcanzó cifras muy altas durante 2006, luego permaneció durmiente y volvió a activarse en 2020 para batir todos los récords en 2023 con 39.000 llegadas. 2024 va camino de superar esta cifra. Los gobiernos central y canario estimaron a principios de verano que de aquí a diciembre podían llegar hasta 70.000 personas, que se sumarían a las más de 23.500 contabilizadas hasta ayer, hasta superar las 90.000.

En el Gobierno argumentan que las llegadas se han ido ralentizando desde febrero, cuando se produjo la visita de Sánchez y la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, a Mauritania, donde prometieron ayudas por más de 500 millones de euros.

Fuentes del Gobierno se aferran a que el total de migrantes entre julio y diciembre de 2023 fue de 33.148, mientras hubo 24.898 entre enero y julio de 2024, con el fin de exponer que ha habido un descenso en las llegadas pese a que la mayoría de los datos de organizaciones y ONG hablan de un aumento creciente. También recalcan que las embarcaciones llegadas a Canarias eran 120 en enero, mientras que en julio son sólo 20.

Los datos de Frontex hasta el 31 de julio muestran que, mientras las llegadas de inmigrantes en situación irregular a las costas italianas por la Ruta del Mediterráneo Central -la más potente y que llega hasta Italia y Malta- han caído un 65%, el número de sin papeles interceptados en la ruta canaria se ha disparado un 154%. Se convierte así en la ruta marítima que más ha crecido y la que más quebraderos de cabeza está dando a la agencia europea, que advierte de que «continúa registrando inéditos números de detenciones» de personas, procedentes sobre todo de Malí, Senegal, Marruecos y Mauritania.

El informe de Frontex apunta a un descenso generalizado de un 36% en todas las llegadas a la UE. Además de la caída en la ruta italiana, bajan un 1% las interceptaciones en la Ruta del Mediterráneo Occidental (la que llega a Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, Baleares y Ceuta y Melilla) y caen un 75% las de la Ruta terrestre de los Balcanes Occidentales. Por el contrario, aumentan un 57% la Ruta del Mediterráneo Oriental (a Grecia, Chipre y Bulgaria) y un 195% la Frontera Terrestre Oriental (a Estonia, Finlandia, Hungría o Polonia).

Estos datos coinciden con los de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), que tiene la estadística actualizada a día de ayer: entre el 1 de enero y el 25 de agosto, se han registrado 23.571 llegadas en la Ruta Atlántica de África Occidental hacia Canarias, lo que representa un aumento del 115% en comparación con las llegadas registradas durante el mismo periodo del año pasado, cuando 10.979 migrantes alcanzaron las costas del archipiélago.

La ruta a Italia tiene más llegadas en términos brutos que la canaria, pero se ha contenido bastante mientras que la segunda sigue disparada y es, además, la más mortífera (4.808 fallecidos hasta mayo, el 95% del total de muertes registradas). El año pasado por estas fechas, Italia nos cuatriplicaba en entradas y ahora sólo nos duplica. Los datos oficiales del Ministerio del Interior italiano muestran 39.566 llegadas entre el 1 de enero y ayer, una cifra que contrasta con los 112.494 migrantes que se registraron en el mismo periodo de 2023. Es decir, una caída del 65%, aunque Italia está pasando un agosto peor que el nuestro, con hasta 3.000 llegadas en 24 horas, que le ha llevado a pedir ayuda a las ONG para que haga rescates múltiples de inmigrantes, aun contra sus propias normas.

¿Cómo ha conseguido Italia reducir las cifras? Frontex dice que «por las medidas preventivas tomadas por las autoridades de Túnez y Libia para disuadir de las actividades de los traficantes». Por estos dos países entra el 95% de los que usan esta vía, sobre todo migrantes procedentes de Bangladesh, Siria y Túnez.

Bien es cierto que el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni ha tenido mucho más respaldo que España por parte de Europa en la lucha contra la inmigración clandestina. En el último año, con el apoyo de la CE, ha firmado un acuerdo con Libia y Túnez para que estos países hicieran de freno de los inmigrantes y no les dejaran salir. La propia Von der Leyen prometió en Túnez 1.000 millones a cambio de que las autoridades vigilaran mejor sus costas.

Plan Mattei

Meloni, que llegó al Gobierno en octubre de 2022 prometiendo convertir África en una de sus prioridades políticas, ha puesto en marcha un programa para la cooperación con este continente, el Plan Mattei, que cuenta con 5.500 millones de euros en créditos y garantías. Además de llegar a declarar en abril de 2023 el estado de emergencia migratorio (una medida que el PP le ha pedido al Gobierno de Sánchez), el país transalpino ha puesto en marcha todo tipo de iniciativas de desarrollo industrial y social, como la construcción de un gran centro de formación sobre renovables en Marruecos, renovación de escuelas en Túnez, inversiones en hospitales en Costa de Marfil, apoyos a la agricultura en Egipto, proyectos hídricos en Túnez y en la República del Congo, mejora de las universidades en Etiopía...

Además, el pasado febrero ratificó un acuerdo con Albania para que este país se quedara con parte de los inmigrantes que Italia rescata en el Mediterráneo. A finales de marzo, Roma publicó una licitación para gestionar tres centros en el país balcánico con capacidad para albergar a 1.000 personas bajo la jurisdicción italiana.

El presidente canario, Fernando Clavijo, ha ironizado con esta medida. «Italia paga a Albania y ellos colaboran. Pero ¿a dónde los llevamos desde Canarias?», ha afirmado, antes de denunciar que «Europa no se está tomando en serio este asunto». En opinión de Clavijo, «las relaciones de Europa» con algunos de los países del Sahel «no pasan por su mejor momento». Estos países reclaman programas de desarrollo, como se están poniendo en marcha desde Italia en educación, agricultura, sanidad o agua. Sí ve como un avance que haya un despliegue diplomático y que España visite los países africanos.

El mensaje que va a llevar Sánchez a Mauritania,Gambia y Senegal es que no están solos y se va a seguir cooperando y reforzando la cooperación con ellos. Porque la filosofía de España en esta materia es actuar en origen y reforzar la cooperación en los países de origen y tránsito.

Por eso se van a firmar con Mauritania y Gambia acuerdos de migración circular, similares a los que ya hay suscritos con Senegal. Se trata de pactos que contemplan la necesidad de mano de obra de las empresas españolas y la demanda de los inmigrantes para poder venir a España a trabajar, con contrataciones en origen y posterior retorno. Por ejemplo, en la agricultura o en la conducción. El pasado junio, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, anunció durante su visita a Senegal una inyección económica de 180 millones de euros en cuatro años destinados a proyectos de formación y empleo para dar salidas a los jóvenes y evitar que se busquen un futuro mejor emigrando fuera. Estos 180 millones de euros se suman a los 310 millones que el Gobierno ya prometió en febrero a Mauritania (200 para fomentar la inversión de empresas españolas, 60 para proyectos de desarrollo y 50 para cooperación financiera) y a los 210 millones que Von der Layen ha comprometido también para este país. La suma, 700 millones, queda lejos en todo caso del presupuesto de 5.500 millones desplegado por Italia.

Mejorar la devoluciones

Por otro lado, el Gobierno quiere mejorar las devoluciones de migrantes, porque, si bien es una cuestión presente en los acuerdos firmados con estos tres países africanos, y por tanto hay margen jurídico, en el Ejecutivo entienden que se puede profundizar y mejorar, por lo que será otra de las cuestiones a tratar en las reuniones que mantendrá Sánchez con los líderes de estos países.

Fuentes del Ejecutivo admiten que hay por delante un otoño complicado y caliente. Señalan que se están poniendo todos los servicios del Estado para intentar controlar la situación en Canarias y que no haya una situación de más emergencia. Por eso admiten que siempre es posible y necesario hacer más.

No en vano, el 72% de las llegadas de la inmigración ilegal a España se ha producido por Canarias, según la OIM. La creciente inestabilidad en el Sahel desde 2020 y los golpes de Estado que se han extendido por el cinturón del continente africano, sumados a las repercusiones sociales de la crisis política en Senegal, han hecho reaparecer los cayucos en la ruta canaria.