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La ikurriña con logo de ETA, del Everest a San Mamés: expedición patrocinada, 44 años de desmemoria y un sherpa que "no entiende de política"

La polémica estalla tras el anuncio del homenaje del club bilbaíno a la expedición realizada en 1980: "Por cosas como estas dejé de ser del Athletic"

Martín Zabaleta subió la montaña cargando una ikurriña con el emblema de ETA
Martín Zabaleta subió la montaña cargando una ikurriña con el emblema de ETA.E.M.
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El Athletic Club rinde hoy un polémico homenaje a la partida de alpinistas vascos que coronaron el Everest en 1980. Por primera vez lo hicieron con una ikurriña, pero la bandera, como descubrió la expedición polaca que subió a continuación, tenía un oscuro reverso: el anagrama de la banda terrorista ETA. Martín Zabaleta y el sherpa que lo acompañó hasta la cima, Pasang Temba, realizarán el saque de honor este sábado antes del partido que enfrentará al equipo de Bilbao y al RCD Espanyol.

El anuncio del homenaje desató una gran polémica el pasado jueves cuando el Athletic anunció quiénes serían los protagonistas de la ceremonia de homenaje a la expedición que llevó el emblema terrorista a la cima del mundo en uno de los años más crudos de ETA, 1980, que se saldó con más de 90 muertes y 200 atentados de la banda terrorista. El detalle oculto de la bandera no se descubrió hasta que la expedición inmediatamente posterior, protagonizada por montañeros polacos, encontró un souvenir que los alpinistas vascos dejaron como señal de su paso por el pico más alto del mundo: una ikurriña -distinta a la que se ve en la foto del sherpa en la cumbre- estampada con el símbolo de ETA a un lado y el emblema antinuclear en el otro.

Cuando los miembros de la expedición regresaron a Bilbao fueron recibidos por el presidente del Gobierno vasco. Según las declaraciones del propio Zabaleta, rescatadas de la hemeroteca de El País, "permaneció tres cuartos de hora en la cima fotografiando y filmando la ikurriña que había llevado con él". Y añadió un detalle más que no fue menor: "Con el eslogan que asumo personalmente".

La expedición, llevada a cabo por 12 hombres, fue relevante para todo el país porque entonces sólo había dos canales de televisión: ambos públicos y estatales. El aterrizaje de la ikurriña de ETA en la cumbre del Everest fue vox pópuli y la gran mayoría de los medios de la época se hicieron eco del reportaje publicado en Interpress que enseñaba los emblemas abertzales colocados en la cima por los alpinistas.

Martín Zabaleta subió la montaña cargando una ikurriña con el emblema de ETA
Martín Zabaleta subió la montaña cargando una ikurriña con el emblema de ETA.E.M.

Entonces, ¿cómo es posible que un club como el Athletic de Bilbao, con su historia reciente y pasada, ignore o se desentienda de los hechos históricos que rodearon de escándalo esa expedición? ¿Cómo es posible, más allá del hito deportivo, que se omita comentar-porque en el momento del cierre de este diario no han emitido comunicado alguno- la repercusión que conlleva el homenaje de este sábado?

El homenaje resonó muy negativamente entre los aficionados. La publicación de X con la que el equipo comunicó el saque de honor acumuló ayer más de tres millones de visualizaciones y una cascada de respuestas que denotaban de todo menos satisfacción: "Tremendo patinazo", "deberían echaros de la liga", "por cosas como estas dejé de ser del Athletic"... Una de las respuestas más severas corre a cuenta de Ego Non, una asociación vasconavarra que lucha contra el enaltecimiento de ETA. En un comunicado, censuró el tributo orquestado por el club y recalcó que es "inaceptable e intolerable exaltar el terrorismo de la banda". "No viene a cuento. Si es por gestas deportivas de personas del País Vasco, hay muchísimas. Es una falta de respeto y atenta contra el espacio público al enaltecer a ETA".

No es la primera vez en las últimas temporadas que el club toma una decisión polémica ajena al deporte. Por ejemplo, el año pasado nombró a la actriz Itziar Ituño, que últimamente ha adquirido protagonismo por su defensa de los reclusos de la banda terrorista, embajadora del 125 aniversario del club. O el pasado enero, cuando todos los partidos de primera división permitieron que dos policías hicieran el saque de honor en los partidos programados con motivo del 200 aniversario del Cuerpo Nacional de Policía.

Todos, menos el que se disputó en el estadio de San Mamés, entre el club bilbaíno y la Real Sociedad, bajo el pretexto de que la seguridad del estadio vasco corre a cuenta de la Ertzaintza. En su lugar, el saque de honor aquella velada correspondió al desconocido piloto de rallys Joseba Iraola. Hoy, el tributo que se materializa con el primer toque del esférico, cuyo fin es, apriori, únicamente deportivo, será para "los héroes que llevaron la ikurriña a la cima del mundo" y que supuso "el éxito de todo un pueblo", como indica el comunicado del Athletic de Bilbao, sin ninguna referencia al anagrama etarra indisociable del logro deportivo.

Zabaleta y el sherpa en un acto de la Federación Vasca de Montaña.
Zabaleta y el sherpa en un acto de la Federación Vasca de Montaña.Araba

Por otra parte, Zabaleta, que vive en Estados Unidos, y el sharpa Pasang Temba llevan varios días en el País Vasco con motivo del centenario de la Federación Vasco-Navarra de Alpinismo. Se volvieron a encontrar ayer, 44 años después, en la Gala Anual de la Euskal Mendizale Federaizoa para celebrar la vez en la que ascendieron al techo del mundo y poner en valor la figura del nepalí en la historia del alpinismo vasco. Este periódico pudo contactar con Pasang Temba mientras se dirigía al evento y, a través de un traductor, aseguró que "no entendía [de] política". Para él, la tarde del viernes fue "un motivo de celebración" y una "ocasión para recordar los buenos momentos" vividos en la montaña con la partida de alpinistas porque "todos eran muy buenos amigos".

Zabaleta, en cambio, es inaccesible, escurridizo. "Era independentista y no se consideraba español, pero ese no era el sentido de la expedición. Ahora está bastante harto, pasa del tema. Hace bastante que no viene por aquí, pero está muy vinculado con Hernani, es un héroe local", comenta Txomin Uriarte, presidente de la EMMOA y miembro de la primera expedición vasca al Everest en 1974.

DOS INTENTOS DE SUBIDA

La subida al pico más alto del mundo de 1980 fue en realidad el segundo intento de la Expedición Tximist, la primera partida vasca que quiso subir el Everest.

Uriarte contribuyó en la organización de la expedición de Zabaleta y asegura que "el homenaje no es a ETA en ningún caso". "La mayor parte del pueblo no estábamos con ellos y fue un problema que nos trajo bastantes conflictos y retrasos en nuestra relación con el país", comenta. No desea que se asocie el terrorismo con la escalada hasta la cima. "Subir al Everest era un salto muy grande, pero en 1980 con la transición al sistema democrático obtuvieron la financiación de CEGASA y el respaldo del gobierno vasco, de las tres diputaciones. Fue una gesta nacional vasca", dice.

LA IKURRIÑA EN OTRA EXPEDICIÓN EN PERÚ, DENUNCIADA Y PENADA

El sentimiento nacionalista vasco está muy vinculado al montañismo. Durante los años más complicados, una expedición del año 1967 a los Andes conformada por el mismo grupo que posteriormente subió el Everest tuvo "problemas políticos" cuando se descubrió que llevaban una ikurriña "del tamaño de un palmo", cuenta Txomin Uriarte. "Les quitaron los reconocimientos, alguno pasó por la cárcel y la Federación de Montaña Vasca se disolvió. Tuvimos que inscribirnos en el club alpino francés para poder estar federados. Esa represión duró dos años", explica Uriarte. La expedición de 1974 "empujó al pueblo al monte» y la de 1980 generó "una especie de movimiento popular, una exaltación", dice.