ESPAÑA
Igualdad

Crece la guerra en el feminismo por el giro LGBTI del PSOE: Sánchez se aleja de la ONU y fuerza una fractura con Sumar por tratar a las trans como "estorbo"

Irene Montero acusa a los socialistas de "transfobia" mientras que las 'clásicas' del partido celebran las decisiones alcanzadas en el Congreso de Sevilla

Pedro Sánchez, María Jesús Montero y Ana Redondo, en Sevilla
Pedro Sánchez, María Jesús Montero y Ana Redondo, en SevillaJulio MuñozEFE
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El ideario del PSOE en materia de igualdad se renovó ayer, a última hora de la noche, con la aprobación de varias enmiendas al texto inicialmente propuesto por Ferraz que las feministas 'clásicas' consideran una victoria. Un giro, el de los socialistas, que supone adoptar una polémica postura en cuestiones sobre identidad sexual, ahondando así en la brecha entre las dos corrientes del feminismo. Y, en consecuencia, también en las diferencias que separan a los dos socios de Gobierno.

Las feministas 'clásicas' del PSOE lograron ayer que el texto final de la ponencia del 41º Congreso Federal del PSOE utilice las siglas LGBTI para referirse a este colectivo, renunciando a la "Q" que representa a las personas queer y al "+" que recoge el resto de orientaciones e identidades sexuales. En el documento inicial, Ferraz se refería al colectivo como LGBTIQ+, pero finalmente las 'clásicas' se impusieron en la votación y el renovado ideario socialista no hará referencia a las personas queer ni al resto de identidades.

Esta decisión es contraria a la doctrina que establecen organismos internacionales como la ONU, que siempre se refiere al colectivo con las siglas LGBTIQ+. En la Estrategia contra la Violencia y la Discriminación aprobada este año se recoge así y, ya en 2015, en la Declaración con la que todas las instituciones de la ONU sentenciaban su compromiso por la defensa de los derechos de este colectivo, matizaban que ello era aplicable a "cualquiera que sufra discriminación por su orientación sexual o identidad de género, aunque se identifiquen con otros términos no incluidos en las siglas".

Además, dentro del Gobierno de España, la institución responsable de esta materia también incluye en la denominación el símbolo "+" para incluir así a todas las personas que se identifiquen con el colectivo: "Dirección General para la Igualdad real y efectiva de las personas LGTBI+" (adscrita al Ministerio de Igualdad que encabeza la dirigente del PSOE Ana Redondo).

Asimismo, la decisión tomada ayer por los socialistas choca con el ideario que defiende su socio de Gobierno, Sumar, afín a la corriente feminista que aboga por la defensa de los derechos de las mujeres trans. La portavoz de Igualdad de la formación, Elizabeth Duval, ha denunciado en su cuenta de X que el movimiento del PSOE "no se trata de un conflicto sobre poner o no una letra", sino que "va de hasta dónde cree un partido que llegan los derechos fundamentales de una minoría". Así, Duval considera que acciones como esta reflejan que, para el PSOE, las mujeres trans son "un estorbo".

En materia LGBTIQ+, el documento que saldrá del Congreso socialista de Sevilla recoge además otra polémica enmienda aprobada por las 'clásicas' referente a los derechos de las personas trans. En el epígrafe que aborda la promoción de la "participación igualitaria de mujeres en el ámbito público", y que contempla seguir "auspiciando el liderazgo femenino en el deporte y la creación artística", el PSOE validó ayer matizar que "ninguna persona de sexo masculino pueda participar en las categorías destinadas a mujeres".

La ex ministra de Igualdad, Irene Montero, reaccionó en sus redes sociales a los pocos minutos de conocerse la decisión adoptada en el cónclave socialista. "Esto del PSOE no es feminismo clásico, es transfobia", escribió en su cuenta de X. Denunció la dirigente de Podemos que medidas de esta clase "después sirven de excusa para que también apliquemos la transfobia en otros ámbitos de la vida", y señaló que prohibir la participación de mujeres trans en competiciones deportivas femeninas atenta contra sus derechos. "Las mujeres trans son mujeres y los derechos trans son derechos humanos".

Respondieron a Montero desde el otro lado del feminismo. La asociación Contra El Borrado acusó a la ex ministra de estar defendiendo un "juego sucio": "Que un varón, con ventajas competitivas derivadas de tener un cuerpo desarrollado con testosterona, se quede con los récords de las mujeres". En la otra cara, la Plataforma Trans, que agrupa a los principales colectivos transgénero, ha mostrado este domingo su repulsa a la decisión alcanzada en el Congreso socialista. Su presidenta, Mar Cambrollé, ha acusado al PSOE de hacer un "uso perverso del feminismo para ir en contra de las personas trans" y ha criticado que pretendan "señalar a las mujeres trans como el eje del mal de las mujeres".