Más discrepancias en el seno del Gobierno de coalición sobre el rumbo del Ejecutivo en cuestiones nucleares. A la guerra abierta por la tributación del salario mínimo y el choque frontal por el aumento del gasto militar, ahora entra en esta lista de temas de confrontación los Presupuestos Generales del Estado. Sumar se rebela contra el portazo del PSOE a presentar las cuentas para 2025 y presiona al Ministerio de Hacienda para que lo haga.
"La obligación del Gobierno es siempre intentar que haya Presupuestos Generales del Estado", ha subrayado la secretaria de Organización de Sumar, Lara Hernández, cuyas palabras vienen a recordar el mandato constitucional que exige a cada Ejecutivo presentar un proyecto al Congreso.
Ahora mismo el PSOE no parece por la labor de hacerlo y se plantea prorrogar de nuevo las cuentas, a pesar de que datan de la pasada legislatura. Cuando era Unidas Podemos y no Sumar el que estaba en el Gobierno, y cuando había una mayoría parlamentaria distinta. El argumento del sector socialista es que no tiene garantizados los votos necesarios para sacar adelante un proyecto y que, ante esa falta de apoyos, no va a dar el paso. Sólo lo haría si se despeja la ecuación y tiene más garantías de poder ganar las votaciones.
Hernández, que asumirá a partir del domingo la coordinación de Movimiento Sumar junto a Carlos Martín, en la nueva bicefalia del partido de Yolanda Díaz, ha "animado" expresamente al PSOE a presentar una propuesta y a dar pasos para "discutirla, debatirla, negociarla y para que vaya al hemiciclo" del Congreso. Queda claro que Sumar no comparte en absoluto la decisión del Ejecutivo y considera que está obligado a intentarlo.
Para Sumar que haya nuevos Presupuestos es muy importante porque todavía no ha tenido ocasión de dejar su impronta en unas cuentas. No pudo hacerlo en 2023, pero apenas había arrancado la legislatura, pero tampoco en 2024 con la excusa de las elecciones catalanas. No hacerlo ahora en 2025 sería un golpe más pues tiene muchos temas en la carpeta de las negociaciones que de otra manera no puede sacar por su cuenta. Tiene demandas en vivienda, en ampliación de permisos de maternidad y paternidad o, una de sus banderas, la prestación por hijo a cargo de 200 euros. Todo esto junto a un buen número de peticiones para ampliar derechos y partidas sociales que, hasta que no haya cuentas, están congeladas.
Desde Sumar se señala que se va a dar esta batalla en el seno del Gobierno para que haya cuentas, sin embargo, todavía no hay una estrategia avanzada sobre cómo hacerlo. Yolanda Díaz tiene la baza de pedir una reunión expresa con Pedro Sánchez para intentar acercar posiciones, como ya hizo con el aumento del gasto militar hace dos semanas. Otra alternativa sería la petición para convocar la mesa coordinadora de la coalición de Gobierno, que bien podría analizar la situación al respecto. De momento Sumar presiona de manera pública.
No es el único tema abierto que Sumar tiene precisamente con el Ministerio de Hacienda. Ahí está el choque sobre la tributación del nuevo salario mínimo que está entrando en su fase final. El departamento de María Jesús Montero tiene que presentar en estos días su anunciado veto a la ley de Sumar que exime de pagar el IRPF a los perceptores del SMI. Una vez se confirme oficialmente, la crisis entrará en un segunda fase, en la cual los de Díaz tienen pensado aliarse con el PP en la Mesa del Congreso para levantar ese bloqueo y, así, poder tramitar la proposición en contra del sector socialista. Ese choque cada vez está más cerca de materializarse. Como ya se dio la semana pasada el enfrentamiento, por la vía de los votos, sobre al aumento del gasto militar. Donde además de votar en contra al mismo tiempo que Sánchez estaba en una cumbre sobre este tema con los líderes europeos, Sumar pidió la salida de España de la OTAN.