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Messina Denaro y los códigos de la Cosa Nostra para que su hija Lorenza administre su impresionante herencia

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La única hija del mafioso siempre renegó del apellido paterno pero tras su muerte ha decidido adoptarlo para gestionar los bienes de su padre

Matteo Messina Denaro tras su detención.
Matteo Messina Denaro tras su detención.CARABINIERI

Ser hija de un alto cargo de la mafia implica reglas difíciles de soportar, comportamientos medidos, caminos obligatorios. Sin embargo, incluso en esto Matteo Messina Denaro parecía ser una excepción. Nunca se había casado para no enfadar a la Cosa Nostra, pues no hubiera podido cumplir sus códigos.

Matteo Messina Denaro, un hombre que ascendió en la jerarquía de la Cosa Nostra en la facción corleonesa, sabía muy bien que la confianza se otorgaba por el comportamiento personal y privado. Él nunca ha tolerado la monogamia y las relaciones exclusivas y si se hubiera casado con una mujer y luego hubiera mantenido relaciones extramaritales hubiera perdido esa tan valiosa confianza, ya que la Cosa Nostra todavía define como "adúlteras" esas relaciones. Por ello, si Matteo Messina Denaro se hubiera casado y hubiera comenzado a tener otras relaciones, habría socavado la confianza que recibió de Salvatore Riina y luego de Bernardo Provenzano.

Messina Denaro tiene una hija nacida de una de sus relaciones durante su interminable fuga de la justicia. Las investigaciones indican que ella es la única (aunque rumores que nunca han sido confirmados hablan de otros niños). Nacida de una mujer con la que no se casó, recibió el nombre de la madre del patrón, Lorenza, y durante toda su vida, hasta hace unos días, se llamaba Lorenza Alagna, con el apellido de su madre de Franca María Alagna.

Matteo Messina Denaro ha intentado a lo largo de los años mantener a Lorenza Alagna fuera de la dinámica de la Cosa Nostra. En las cartas encontradas durante su detención, le escribe varias veces: "Aléjate de los mundos que no conoces", con la intención de aconsejarle que no se asocie con personas de la mafia. No quiere que ella se convierta en un medio de intercambio de poder, que alguien pueda acercarse a ella, comprometerse, alcanzar una posición económica, de poder, crear alianzas dentro de la Cosa Nostra. En definitiva, no quiere utilizar a su hija, ni que ella sea utilizada para nuevos pactos mafiosos.

Para saber más

La realidad es que con el tiempo Lorenza se distancia de su padre y rechaza sus códigos. Esto le molesta mucho hasta el punto de escribir palabras muy duras en las cartas que le incautaron en su casa. Probablemente lo que le molesta es la indiferencia que Lorenza tiene hacia su familia paterna. Matteo Messina Denaro, sin embargo, deja traslucir en estas cartas su sentimiento de culpa de padre ausente.

Se habló durante mucho tiempo de un distanciamiento entre ella y su padre cuando, en cambio, pocos días después de su muerte, Lorenza se convirtió en Messina Denaro. Toma el apellido de su padre. ¿Y cómo es posible, después de todos estos insultos, después de haberla definido de la peor manera posible -"cobarde", "imbécil"-? Pues no hay una razón noble, no hay otra razón que la que siempre existe, la que mueve a cada hombre y a cada mujer, la que mueve a casi todo ser humano. Dinero.

Y sí, porque los fiscales nunca podrán identificar todo el dinero de Matteo Messina Denaro. Se ha descubierto mucho patrimonio del mafioso, sobre todo en lo que respecta a los bienes materiales en Italia, pero las cuentas en el extranjero, su dinero probablemente en Albania - zona donde las investigaciones lo han seguido a menudo -, el dinero en paraísos fiscales... nunca podrá ser rastreado. ¿A quién irá ese dinero? Sólo a herederos reconocidos por el propio patrón.

La herencia en la Cosa Nostra no se ajusta a la ley, la herencia de un alto cargo no se reparte, no se regula, sino que va a quien él dice. Y, sobre todo, no puede recaer en ningún hijo que no tenga el apellido del padre. El dinero que la Cosa Nostra debe a la familia de Messina Denaro sólo puede ir a parar a un Messina Denaro. O a una Messina Denaro. Así, Lorenza, tomando el apellido de su padre, puede administrar ese capital.