Tres días después de que William Lai Ching-te (64 años) tomara posesión como nuevo presidente de Taiwan, el ejército chino sorprendió el jueves por la mañana al anunciar el comienzo de ejercicios militares alrededor de la isla autogobernada reclamada por China.
El coronel Li Xi, portavoz del Ejército Popular de Liberación (EPL), explicó que estas maniobras tempraneras -arrancaron a las 7.45 del jueves (hora local)- rodearán el norte, sur y este de Taiwan, durarán dos días y se centrarán en "patrullas conjuntas de preparación para el combate mar-aire, toma conjunta del control integral del campo de batalla y ataques conjuntos de precisión contra objetivos clave".
Pekín, sacando a pasear de nuevo sus aviones de combate y buques de guerra, presume de músculo militar y presiona a Taipei tras la elección de un desafiante nuevo líder soberanista. El lunes, durante su primer discurso como presidente, Lai pidió a China que cesara en sus amenazas y su continua presión militar. "Taiwan no puede hacer ninguna concesión en materia de democracia y libertad", dijo este médico que acaba de estrenar un tercer mandato consecutivo para el Partido Democrático Progresista (PDP).
Dentro de la formación gobernante de Taiwan hay un sector de corte más independentista al que originalmente pertenecía Lai cuando entró en política. En Pekín no olvidan unas declaraciones que hizo el nuevo líder cuando era diputado, presentándose a sí mismo como un "trabajador pragmático por la independencia de Taiwan".
Este jueves, tras el arranque de las últimas maniobras militares de presión sobre Taiwan, el portavoz del ejército chino dijo que estos ejercicios servían como un "fuerte castigo" por los actos separatistas de las fuerzas de "independencia de Taiwan". También señaló que eran una "severa advertencia contra la interferencia y provocación de fuerzas externas", en referencia al apoyo que los principales aliados de la isla, Estados Unidos a Japón, han estado brindado a Taipei estos últimos días.
Como respuesta a los nuevos ejercicios militares de China, el Ministerio de Defensa de Taiwan anunció que había puesto en "alerta máxima" a su ejército, movilizando además a las fuerzas marítimas, aéreas y terrestres. Desde Taipei calificaron estos ejercicios como "provocaciones y acciones irracionales que alteran la paz y la estabilidad regionales".
Las últimas grandes maniobras militares alrededor de Taiwan se ejecutaron en abril de 2023 como respuesta a una reunión en California entre la ex presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen y el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy. La armada del gigante asiático desplegó entonces dos destructores y una fragata para realizar ejercicios con fuego real. Eso en el agua, porque en el aire salieron 14 aviones de combate chinos que realizaron maniobras cerca de la isla, con dos cazas cruzando la llamada zona de identificación de defensa aérea de Taiwan.
En agosto de ese año, el EPL realizó también otra demostración de fuerza, aunque bastante más contenida, como respuesta a un viaje del entonces vicepresidente Lai a EEUU.
Hay que remontarse más atrás, hasta agosto de 2022, para encontrar la mayor simulación de invasión lanzada por el ejército chino. La provocadora visita a Taipei de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, desató la furia de Pekín. Aquellos ejercicios fueron los más contundentes y duraron cuatro días. Desde entonces, se volvieron habituales las maniobras militares de los cazas chinos cruzando la línea media del Estrecho, la frontera marítima no oficial que separa ambos territorios.
El pasado marzo, el principal funcionario de seguridad de Taiwan, Tsai Ming-yen, director general de la Oficina de Seguridad Nacional, declaró en el Parlamento taiwanés que el ejército chino estaba realizando "patrullas conjuntas de preparación para el combate" cerca de la isla democrática cada 7 a 10 días en promedio, lo que suponía un intento de las fuerzas chinas por normalizar estos ejercicios cerca de Taiwan.
"Están tratando de normalizar sus actividades militares", dijo Tsai, añadiendo que las patrullas se programaban ocasionalmente para que coincidieran con eventos diplomáticos como visitas a la isla de legisladores extranjeros.
El jueves, la agencia estatal china Xinhua publicó un mapa en el que señalaba en rojo las áreas alrededor de Taiwan en las que el ejército realizaría su demostración de fuerza, las mismas del simulacro masivo de 2022, pero incluyendo además islas periféricas controladas por Taipei como Matsu y Kinmen, más cercanas a China continental y donde este año ha habido varios incidentes entre la guardia costera china y la taiwanesa.
En la batalla de la narrativa, un día después de la toma de posesión del Lai, la respuesta más severa llegó por parte de Wang Yi, ministro de Exteriores chino. "Son vergonzosos los horribles actos de Lai Ching-te y otros que traicionan a la nación y a sus antepasados son vergonzosos", dijo el jefe de la diplomacia de la superpotencia asiática. "Nada puede impedir que China logre la reunificación" y devuelva a Taiwán a la patria. Todos los separatistas independentistas de Taiwan serán clavados en el pilar de la vergüenza de la historia", sentenció.
El nuevo presidente de Taiwan es consciente de que tendrá que convivir con la presión militar del poderoso vecino, al igual que hizo su predecesora. Lai ha defendido esta semana el status quo de una isla que funciona de facto como cualquier país independiente, pero cuya soberanía apenas reconocen 12 países en todo el mundo a pesar de tener a Washington como su gran protector y proveedor de armas.
Mientras China amenaza de nuevo con ejercicios militares cerca de la isla, en Taipei andan las aguas revueltas con una lucha de poder dentro de un Parlamento donde tiene la mayoría la oposición encabezada por el Kuomintang (KMT). Los legisladores de este partido buscan aprobar un proyecto de ley para que la oposición tenga unos poderes especiales que permitan al legislativo supervisar todos los movimientos del presidente, lo que dificultaría la gobernabilidad del PDP. Esto no gustó nada a los miles de votantes del partido de Lai, que el martes protestaron delante del Parlamento bajo la consigna de que había que "proteger la democracia".