- Alianza Atlántica Liderazgo de la OTAN: el presidente rumano se retira de la carrera y apoya a Mark Rutte
Es la crónica de una noticia anunciada. Tras el levantamiento del veto húngaro y la retirada del candidato rumano, el neerlandés Mark Rutte tenía el camino allanado hacia los cuarteles generales de la OTAN. El Consejo del Atlántico Norte ha dado este miércoles el visto bueno definitivo. El primer ministro en funciones asumirá el cargo el 1 de octubre dando el relevo al noruego Jens Stoltenberg, que ha comandado la Alianza Atlántica durante la última década.
"Doy una calurosa bienvenida a la elección de los aliados de Mark Rutte como mi sucesor. Mark es un verdadero transatlántico, un líder fuerte y un constructor de consenso. Le deseo mucho éxito mientras continuamos fortaleciendo la OTAN. Sé que dejo a la OTAN en buenas manos", ha celebrado Stoltenberg a través de la red social X.
Rutte era el favorito para asumir las riendas de la OTAN. Contaba con el aval de Alemania, España, Francia y, sobre todo, de Estados Unidos. Pero Viktor Orban mantuvo su futuro en vilo durante meses. Hace unos días, levantó su veto tras arañar compromisos de que su país no enviará tropas a Ucrania ni participará en el envío de armas al país. En medio de esta incertidumbre, el presidente rumano Klaus Ihoannis, dio un paso al frente y presentó su candidatura para ser el próximo jefe político de la OTAN. Un movimiento que generó desconcierto en los cuarteles generales. Finalmente la retiró recientemente tras constatar que apenas contaba con apoyos entre el resto de los 32 aliados. Su paso al frente fue, en todo caso, una declaración de intenciones de la Europa del Este, que se siente infrarrepresentada tanto en la OTAN como en la UE.
La propia Kaja Kallas, primera ministra estonia, sonó para un puesto que al comienzo del proceso de selección buscaba a una mujer del sur. Finalmente, la dama de hierro del Este nunca llegó a presentarse formalmente su candidatura en la Alianza Atlántica porque muchos países la consideran demasiado halcona con Rusia. La estonia será, a falta del acuerdo final en la cumbre europea de este jueves y viernes, la próxima Alta Representante de Asuntos Exteriores de la UE.
Durante los años de liderazgo al frente del país de los tulipanes, el político liberal ha destacado como un forjador de consensos tanto en La Haya como en Bruselas. Un atributo que va a necesitar para liderar el foro de defensa más grande del mundo en una de sus momentos más complicados de las últimas décadas. "Nuestra alianza común rara vez ha sido tan importante como lo es hoy", ha recordado el canciller alemán Olaf Scholz, que ha destacado la "experiencia. conocimientos y habilidades diplomáticas" de Rutte.
"Es un tremendo honor ser nombrado Secretario General de la OTAN. La Alianza es y seguirá siendo la piedra angular de nuestra seguridad colectiva. Liderar esta organización es una responsabilidad que me tomo muy en serio. Agradezco a todos los aliados por depositar su confianza en mí. Mi antecesor Stoltenberg, por el que siento una gran admiración, ha brindado a la OTAN un liderazgo sobresaliente durante los últimos 10 años", ha reaccionado el neerlandés.
Rutte ha sido uno de los mandatarios occidentales más críticos con Rusia y más pro-activos en la ayuda a Ucrania, como muestra su liderazgo en el entrenamiento de soldados ucranianos o la donación de cazas de combate F-16. Este espaldarazo ha sido importante para convencer a Estados Unidos, el país que mueve los hilos de la Alianza.
El incierto devenir de la guerra de Ucrania será uno de los principales retos de su mandato. Las tropas que dirige Volodimir Zelenski atraviesan una situación complicada sobre el terreno y ansían una mayor entrega de sistemas de defensa aéreas que no llegan con la urgencia y rapidez que precisa. En paralelo, Rusia está atacando las infraestructuras energéticas del país, lo que anticipa un invierno complicado.
Rutte está llamado a capear esta compleja coyuntura con el agregado de un posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de noviembre. El republicano no es un gran fan de la OTAN. De hecho, durante su primer mandato puso en duda el sagrado Artículo 5, la cláusula de defensa colectiva, al sugerir que no entendía por qué sus soldados deberían morir por Montenegro, el país más pequeño de la Alianza. Todo ello, llega, además, en medio de la creciente presión para que los 32 aliados no solo cumplan, sino que superen, el objetivo establecido en la cumbre de Gales para destinar el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) en partidas de seguridad y defensa.