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El gobernador de Minnesota, Tim Walz, será el candidato del Partido Demócrata a la Vicepresidencia de Estados Unidos. Así lo ha anunciado la campaña de la candidata a la Presidencia, Kamala Harris, que esta noche celebrará un mitin ante 10.000 personas en la Universidad de Temple, en el crucial estado de Pensilvania, en el que presentará formalmente a Walz.
El nombramiento de Walz implica que Harris quiere seguir calentando a las bases demócratas al escoger a un gobernador que se encuentra en la izquierda moderada del partido al menos si se le compara con los otros dos finalistas, el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, y el senador por Arizona, Mark Kelly. Así pues, Harris y su equipo -en el que, al contrario que en el de Biden, empiezan a aparecer destacados miembros del círculo de Barack Obama, como David Plouffe- parecen considerar que es más importante mantener a las bases contentas que expandir el atractivo de su política al centro. Claro que eso puede ser tarea de la candidata a la Presidencia, cuya habilidad para cambiar de posición política es absolutamente camaleónica. De paso, Harris acalla los rumores de rebelión del ala izquierda demócrata, siempre dispuesta a que su partido pierda las elecciones antes de que gane un equipo centrista, como pasó en 2016 con Hillary Clinton.
Pero Walz -que tiene prácticamente la misma edad que Harris (tiene 60 años, que la líder del ticket cumplirá en octubre)- no es un hombre de izquierdas al estilo de Alexandria Ocasio-Cortez o Bernie Sanders.
El gobernador de Minnesota también es conocido por tener armas de fuego y cazar, lo que le hace más cercano al voto rural y de clase media-baja y baja blanca, que prefiere a Donald Trump o a Joe Biden a la muy urbanita Harris. Minnesota es, además, un estado en gran parte rural, lo que puede ayudar a los demócratas a arañar votos en el campo, que es totalmente republicano. Finalmente, el mercado de la televisión de la mitad oeste de Wisconsin está dentro del de Minnesota, lo que hace que el nuevo candidato sea bien conocido en ese estado, en el que Harris y Trump están empatados y que será uno de los que decida la Presidencia. Y Minnesota queda cerca de Michigan, otro estado que va a decidir las elecciones.
Walz ha ratificado una ley que considera el aborto "un derecho fundamental" en Minnesota, lo que supone un factor muy importante en el que acaso sea el principal motivo de movilización del voto demócrata. También ha defendido que los inmigrantes indocumentados puedan conseguir permisos de conducir, lo que en EEUU equivale prácticamente a darles un DNI, ya que este país no tiene tarjeta nacional de identificación y ese papel lo suele desempeñar ese documento. Asimismo, ha sancionado que las personas condenadas en firme por delitos penales mantengan el derecho al voto.
El candidato a vicepresidente también tiene poder institucional porque es presidente de la Asociación Nacional de Gobernadores, lo que le da un considerable peso político y contactos a nivel nacional. Su estilo de expresarse y sus maneras, campechanas y tranquilas, le acercan al electorado blanco de centro y le dan una imagen de hombre de la calle con la que ni Harris ni Trump ni Vance pueden soñar. Walz es, fundamentalmente, alguien con quien muchos estadounidenses pueden identificarse. Y ése debería ser su mayor activo. El gobernador de Minnesota es, también, el primer miembro de un ticket presidencial -como se conoce al equipo formado por el candidato a presidente y a vicepresidente- que no es abogado desde que Jimmy Carter se presentó a la reelección, sin éxito, hace 44 años.
Con el mitin de esta noche en el que será presentado al país arrancará un tour de Harris y Walz por los siete estados que pueden definir las elecciones, en los que celebrarán mítines masivos similares a los que realiza Donald Trump y en las antípodas de los encuentros con grupos reducidos de votantes que llevaba a cabo el presidente, Joe Biden, antes de su abrupta salida de la contienda electoral hace tan sólo 16 días. El hecho de que el anuncio oficial vaya a ser en Pensilvania había disparado los rumores de que el candidato a vicepresidente iba a ser el gobernador de ese estado, Josh Shapiro.