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Elecciones en Austria

La extrema derecha obtiene una holgada victoria en Austria, según las primeras proyecciones

El FPÖ gana con el 29,% de los votos, un 13.03% más que hace cuatro años

La extrema derecha obtiene una holgada victoria en AustriaEFE (Foto)
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Austria ha caído en las garras de la extrema derecha. Por primera vez de la II Guerra Mundial una ideología de corte neonazi regresa al centro del poder en Viena. El Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), fundado 1956 como sucesor de la Asociación de Independientes (VdU) para aglutinar al "tercer campo", es decir, a los tradicionalmente nacionalistas alemanes y anticlericales, se ha hecho en las elecciones generales celebradas hoy con el 29,20% de los votos, un 13.03% más que hace cuatro años, según los resultados provisionales. El gobernante Partido Popular (VPÖ) del canciller Karl Nehammer perdió en contrapartida un 11,6% de los apoyos, hasta el 26,30%. La tercera posición fue para los socialdemócratas (SPÖ), liderados por el muy cuestionado Andreas Babler. Se quedaron en el 20,6%, prácticamente donde estaban. Los liberales de NEOS mejoraron un punto porcentual sus resultados de hace cuatro años, hasta el 9,10%, mientras que los Verdes cedieron un 5,2 puntos porcentuales, hasta el 8,7%.

La primera lectura de estos resultados es que los partidos con pedigrí democrático pueden impedir con coaliciones que el FPÖ llegue al Gobierno, aunque eso no desmotivará al partido ni a los que siguen el mismo camino en la Unión Europea. Desde Paris, el partido de Marine Le Pen dice "sentirse orgulloso de sentarse en el Parlamento Europeo junto a nuestros socios del FPÖ, que con tanta diferencia han ganado las elecciones". La copresidenta de Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, ha trasmitido a sus pares austriacos felicitaciones y lo miso ha hecho vía X el ultranacionalista neerlandés Geert Wilders.

La segunda lectura es que el FPÖ ha crecido a costa de los populares y de ellos dependerá también que se hagan con la jefatura del Gobierno. El líder de FPÖ, Herbert Kickl, ya ha reclamado ese derecho, pero no lo tendrá fácil. El VPÖ no ha descartado volver a colaborar con esta formación, y en el pasado ya lo ha hecho en dos ocasiones. La condición ahora es que es Kickl haga como hizo Jörg Heider, hace 24 años, que se quede fuera. Heider se apartó para asegurarse de que el FPÖ fuera el primer partido de derechas de nuevo cuño en entrar en un Gobierno europeo. El precio lo pagaron los catorce Estados que formaban en el año 2000 la UE. La Comisión Europea limitó al mínimo los contactos con el nuevo gobierno austriaco, incluso se habló de sanciones. Pero se rompió el tabú. El avance de la extrema derecha se ha normalizado, como si para detenerla bastara con cordones sanitarios.

Para neutralizar al FPÖ basta con una gran coalición, pero ésta es muy impopular en Austria. La economía tampoco está entusiasmada con un Gobierno a dos o tres bandas, aunque el país necesite un Gobierno previsible y las reformas económicas que el canciller Nehammer no ha podido sacar adelante.

Los analistas le culpan también de no haber sabido rentabilizar electoralmente la ventaja que dan las catástrofes naturales a los gobernantes, pese a las ayudas millonarias prometidas a los damnificados por la tormenta Boris, que provocó graves inundaciones a su paso por Europa central y del Este.

Tampoco surtió efecto en el electorado el video que salió a la luz en vísperas de la jornada electoral, en el que se ve a varios diputados del FPÖ en un funeral cantando una vieja canción de lealtad a SS nazis. Fue en entierro Walter Sucher de un ex concejal del FPÖ y miembro de la fraternidad nacionalista alemana Olympia. Sucher era conocido. Ya había causado un gran revuelo en una conferencia del partido en 2006 cuando saludó al público "con un cordial Heil". El hombre, que entonces tenía 72 años, se defendió con el titulo de una canción: "Wenn alle untreu werden" (cuando todos se hacen desleales). Fue esa canción, originaria de principios del siglo XIX, la que se canto en el funeral, aunque en una versión que canta al "santo Reich alemán" y que, junto con el Deutschland- y el Horst-Wessel-Lied, desempeñó un papel central en el repertorio musical de las SS.

Las reacciones no se hicieron esperar. "A cualquiera que haya olvidado por qué el FPÖ puede ser descrito como un partido de nazis de sótano se lo recuerdan los candidatos del FPÖ con antecedentes en las SS", subrayó el presidente de la Sociedad Religiosa Judía de Viena, Oskar Deutsch, en un comunicado. "Al sol se hacen pasar por demócratas, en sus sótanos desempacan los cancioneros nazis". Los universitarios austriacos judíos (JöH) han denunciado a los políticos del FPÖ que asistieron al sepelio ante la fiscalía de Viena.

El líder del SPÖ, Andreas Babler, pidió a a través X la movilización de todos los demócratas. "Asegurémonos de que nuestro país no cae en manos de esta gente". El secretario general de NEOS, Douglas Hoyos, exhortó a todos los partidos ser conscientes de estas actividades de extrema derecha del FPÖ durante las negociaciones de coalición y el VPÖ, que será clave en lamentó que Kickl permita tales comportamientos.

El FPÖ ha tirado los balones fuera: "Querer ahora abusar políticamente del funeral de una persona privada, en cuya planificación y organización el FPÖ no tuvo influencia alguna, es una falta de respeto y una canallada", ha sido la respuesta oficial del partido.

Una vez que completado el resultado con el voto por correo, el Presidente Federal mantendrá conversaciones con todos los partidos. Normalmente, el Jefe del Estado encarga al partido más fuerte que forme gobierno, pero Alexander Van der Bellen ha dejado entrever que esta vez hará una excepción Kickl por el daño que supondría para Austria y para Europa. El ganador de las elecciones tiene pues dos obstáculos en su camino hacia la cancillería. Uno es que está lejos de la mayoría absoluta. La otra es van der Bellen.