INTERNACIONAL
Guerra en Oriente Próximo

La presión de Trump acelera la negociación para la tregua entre Israel y Hamas

Su enviado especial en la región participa por primera vez en los esfuerzos para lograr un acuerdo antes de la investidura del republicano el 20 de enero

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu (i), junto a Steve Witkoff, en Jerusalén, este sábado.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu (i), junto a Steve Witkoff, en Jerusalén, este sábado.EFE
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La llegada del enviado especial para Oriente Próximo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, Steve Witkoff, sumándose por primera vez en el terreno a los intensos, pero hasta el momento estériles, esfuerzos negociadores de la Administración Biden, alimenta las esperanzas de lograr un acuerdo de tregua entre Israel y Hamas antes del cambio de inquilino en la Casa Blanca. El próximo 20 de enero es la fecha más citada en una región azotada desde la que marcó el calendario de Israel, Franja de Gaza y varios países: el 7 de octubre del 2023.

Los últimos mensajes de los portavoces de Hamas -públicos y anónimos- sobre un pacto alcanzado en gran parte de los asuntos en discordia y la presencia este domingo de la delegación de máximo nivel israelí en Doha reflejan un avance significativo en el camino para poner fin a la devastadora guerra que cumple 464 días.

Aunque no es, ni mucho menos, la primera vez en los últimos meses que las partes se acercan -o al menos eso es lo que se filtraba- a un acuerdo, el ultimátum de Trump puede ser decisivo, no sólo por sus amenazas directas hacia Hamas, sino por su influencia hacia los otros dos mediadores (Egipto y Qatar) y, sobre todo, hacia el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Más allá de que cada actor tiene ahora más interés y urgencia en un alto el fuego, nadie quiere desafiar a Trump en el inicio de su nuevo mandato.

"Si los rehenes no están de vuelta para cuando asuma el cargo, el infierno estallará en Oriente Próximo. No será bueno para Hamas ni será bueno, francamente, para nadie. Nunca debieron secuestrarles. Nunca debió haber habido el ataque en el 7 de octubre", avisó Trump hace unos días en una rueda de prensa en la que Witkoff aseguró que espera anunciar "buenas noticias" de cara al 20 de enero.

Antes de asumir el cargo y en colaboración con el equipo negociador de Biden, Witkoff viajó a Doha y se reunió con el primer ministro, Mohammed bin Abdulrahman al Thani, el pasado viernes. Al día siguiente, se encontró con Netanyahu en Jerusalén para reiterar el mensaje inequívoco de Trump sobre la necesidad de un acuerdo en los próximos ocho días. Tras mantener consultas con el ministro de Defensa, Israel Katz, los jefes de los organismos de seguridad y representantes de Biden y Trump, Netanyahu anunció la salida hacia la capital qatarí de su asesor diplomático Ophir Falk, del jefe del Mosad, David Barnea, del servicio de seguridad interno (Shabak), Ronen Bar, y el representante del ejército en la negociación, Nitzan Alon, "con el objetivo de seguir promoviendo el acuerdo para liberar a nuestros secuestrados". La última vez que esta delegación de alto rango participó de forma directa y presencial en la negociación fue en agosto. Witkoff también volvió a Qatar.

Netanyahu y Biden han conversado este domingo para "dialogar sobre los avances en la negociación para la liberación de nuestros secuestrados", según el comunicado del primero. La Casa Blanca indica que Biden "subrayó la necesidad inmediata de un alto el fuego en Gaza y el regreso de los rehenes con un aumento de la ayuda humanitaria, posible gracias al cese de los combates".

Acuerdo con varias fases

Si hacemos caso a las últimas filtraciones y declaraciones, el acuerdo sería gradual y se basaría en una primera fase de alto el fuego en la que Hamas no liberaría a todos los 98 secuestrados aún en cautiverio (sólo una treintena de mujeres, ancianos, enfermos y heridos) e Israel no se retiraría completamente de la Franja de Gaza ni se comprometería públicamente al final de su masiva ofensiva iniciada en respuesta al ataque yihadista del 7 de octubre del 2023.

Durante la primera fase de calma de alrededor de mes y medio, las partes deberían afrontar y solventar importantes diferencias empezando por una esencial: por un lado, Hamas condiciona la liberación de todos los rehenes al fin de la guerra, la retirada de la Franja de Gaza (incluyendo los pasos de Netzarim y Filadelfia) y la puesta en libertad de una importante cantidad de presos palestinos, entre ellos muchos con cadena perpetua. Por otro lado, Netanyahu ha aclarado varias veces que, más allá de pausas para la vuelta de secuestrados, no finalizará la operación militar hasta destruir toda la capacidad armada y de control del grupo yihadista en el enclave palestino, alegando que el objetivo es que no sea más una amenaza capaz de repetir otro 7-O. Hamas ha perdido a sus principales líderes y cabecillas (Yahia Sinwar, Mohamed Deif, Marwan Issa, etc.) en ataques israelíes, y ha dejado de ser un mini ejército, pero sigue teniendo miles de efectivos armados (muchos son jóvenes reclutados en los últimos meses) que se enfrentan a los soldados en una guerra de guerrillas y, desde hace dos semanas, vuelve a lanzar proyectiles casi diarios contra el sur de Israel.

El sábado por la noche, el ejército israelí anunció la muerte de cuatro soldados debido a la explosión de una bomba colocada por Hamas en Beit Janun. 400 militares israelíes han muerto en la Franja de Gaza desde el inicio de la incursión terrestre a finales de octubre del 2023, de un total de 835 uniformados muertos en la escalada. El ministerio de Sanidad gazatí, bajo control de Hamas, afirma que 28 palestinos murieron en los ataques israelíes en la última jornada, elevando su balance mortal a 46.565 desde hace más de 15 meses.

De los 251 secuestrados en el ataque armado liderado por Hamas en la jornada del 7-O, que además causó 1.200 muertos en el sur de Israel, 94 siguen en cautiverio. Se cree que la mitad están muertos. A ellos hay que añadir dos ciudadanos israelíes más y los cadáveres de dos soldados en manos de Hamas desde hace una década. El número de cautivos se redujo a 98 el pasado miércoles, cuando los soldados israelíes hallaron los cuerpos de Youssef Ziyadne (53) y su hijo Hamza (22) en un túnel en el sur de la Franja de Gaza. Estos dos árabes-israelíes fueron secuestrados por los terroristas en el kibutz Holit donde trabajaban. Otros dos hijos de Youssef, Bilal (18) y Aisha (17) fueron puestos en libertad a finales de noviembre del 2023 en un canje en el marco del único acuerdo de tregua hasta la fecha. Su familia, en la comunidad beduina en el desierto del Néguev, criticó al Gobierno de Netanyahu por no haber firmado ya un acuerdo, avisando que sólo de esta forma se pueden liberar a todos los rehenes.

Netanyahu ha recordado el mensaje del emisario de Trump -y la gran importancia de mantener estrechas relaciones con el nuevo presidente- a los líderes de dos partidos ultranacionalistas opuestos a la tregua con Hamas y que en el pasado amenazaron con derribar su Gobierno si optaba por ello. Los rivales de Netanyahu denuncian que este, el político, es el principal motivo por el que no aceptó una tregua que devuelva a los secuestrados, mientras sus portavoces sostienen que fue Hamas quien ha frustrado cualquier acuerdo, citando palabras de dirigentes estadounidenses en los últimos días culpando al grupo yihadista de "poner obstáculos para lograr el acuerdo que libere a los rehenes y acabe con el sufrimiento de los habitantes en Gaza".