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Elon Musk asistió a la primera reunión del Gabinete de Donald Trump a pesar de no ser miembro y fue sin duda el protagonista del encuentro. El multimillonario fue a explicar el propósito del DOGE (el Departamento de Eficiencia Gubernamental que ideó Musk) en la nueva administración a la vez que recibió, en forma de orden ejecutiva, más poder para recortar el gasto público, informa Efe. Lo curioso fueron las formas, la tensión latente entre los miembros del Gabinete y sobre todo, el trato de Trump a Musk.
El presidente estadounidense cedió en la reunión la palabra en primer lugar al magnate Elon Musk y aseguró que quien no esté de acuerdo con sus planes de recortes y supervisión "se puede marchar".
Trump volvió a respaldar los esfuerzos de DOGE y consideró que no hay resistencia entre los miembros de su gabinete por las heterodoxas prácticas de Musk con respecto a los funcionarios.
"¿Hay alguien que no esté contento con Elon? Si es así, lo echaremos de aquí", bromeó Trump delante del vicepresidente, JD Vance, y los secretarios de todos los departamentos que conforman el Gobierno Federal.
Musk, que fue el primero en hablar pese a que no tiene un rol formalmente en el Gabinete, recibió un sonoro aplauso de todos los jefes de los departamentos de Gobierno.
La Oficina de Gestión de Personal (OPM) envió el viernes, siguiendo instrucciones de Musk, un correo electrónico a todo el funcionariado federal para que contestaran el lunes sobre qué cinco tareas habían completado o serían despedidos, pero varios departamentos avisaron a sus empleados que no estaban obligados a hacerlo.
Según medios estadounidenses, varios miembros del equipo de Trump están empezando a ver como una incomodidad y una injerencia la presencia de Musk y su labor de recortes y despidos, algo que ha aumentado la tensión dentro del Ejecutivo.
"(Musk) está sacrificando mucho. Y está recibiendo muchas alabanzas, pero también le están cayendo muchos golpes", aseguró Trump.
Musk dijo que su labor es puramente de "asistencia técnica" y que si DOGE deja de hacer su trabajo y no se abordan los recortes, "Estados Unidos caerá en la bancarrota".
El magnate, cofundador de Tesla, dijo que su correo electrónico a unos tres millones de funcionarios no quiere ser una revisión de desempeño, sino una revisión de "pulso" o prueba de que esos empleados federales verdaderamente existen, algo que repitió Trump.
"Hay individuos ficticios que están recibiendo una nómina" o que tienen otros trabajos y por ello "esos millones (de empleados) que no han respondido están en riesgo. Tal vez, los vamos a echar", reiteró Trump. Según Musk, alrededor de la mitad de todos los empleados federales han contestado al correo electrónico.
Musk, el hombre más rico del planeta, aseguró que él hace lo que el presidente le ordena y rechazó que haya oposición a sus iniciativas dentro del Gobierno y consideró que el Gabinete actual es el más talentoso y mejor "de toda la historia".
Más poder a Musk para recortar el gasto público
Tras el Gabinete, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que otorga mayor autoridad a Elon Musk como líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) para supervisar más de cerca el gasto de las agencias federales. La medida, en la práctica, expande el poder de Musk para intervenir en la Administración pública a través de su labor en DOGE y obliga a las agencias a colaborar con él.
En concreto, el texto instruye a las agencias a colaborar con el equipo de DOGE para revisar contratos y subvenciones, con el objetivo de reducir, modificar o incluso cancelarlos, según el texto de la orden.
El proceso para modificar o anular contratos ya vigentes comenzará "de inmediato" y se dará prioridad a aquellos vinculados a "instituciones educativas y entidades extranjeras en casos de despilfarro, fraude y abuso", de acuerdo con la orden.
Asimismo, se exige a las agencias que establezcan un sistema para "registrar cada pago" relacionado con contratos y subvenciones, además de proporcionar una "breve justificación por escrito" para cada uno, algo que ya es una práctica habitual en varios departamentos.
La orden aumenta aún más el poder que Musk ha adquirido dentro de la Administración, lo que ha suscitado el rechazo de empleados públicos, sindicatos y la oposición demócrata, que denuncian control del magnate sobre las actividades y falta de transparencia.
Hasta ahora, Musk ha tomado decisiones drásticas, como el desmantelamiento de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), la congelación de la ayuda humanitaria de Estados Unidos y la oferta de indemnizaciones a empleados públicos para incentivar su renuncia, bajo la amenaza de despidos forzosos para quienes no las aceptaran.