INTERNACIONAL
Guerra en Europa

La 'coalición de voluntarios' planea una fuerza de 20.000 soldados para proteger las infraestructuras críticas de Ucrania

Solo Francia y Reino Unido han confirmado que enviarán efectivos, aunque Australia también podría hacerlo

El 'premier', Keir Starmer, junto al responsable de Defensa británico, John Healey, en su visita al submarino Vanguard.
El 'premier', Keir Starmer, junto al responsable de Defensa británico, John Healey, en su visita al submarino Vanguard.Oli ScarffAP
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Los aliados de Ucrania planean un despliegue militar limitado, de unos 20.000 soldados, con apoyo naval y aéreo, que protegerá las infraestructuras críticas y las exportaciones de ese país. Ésa es, según la cadena de televisión y radio pública británica BBC, la propuesta que analizaron ayer unos 30 altos mandos militares de 27 países en el Cuartel General de Northwood, al noroeste de Londres, en la que ha sido la primera reunión específica para planear el despliegue de soldados en Ucrania después de que se alcance un acuerdo de alto al fuego entre ese país y Rusia.

El encuentro fue clausurado por el primer ministro británico, Keir Starmer, que lo resumió afirmando que "esto es convertir una intención política en una realidad". La intención política no solo es lograr un eventual acuerdo de paz, sino hacer que éste "sea defendido". Starmer echó un jarro de agua fría sobre el optimismo del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre las perspectivas de paz al recurrir al muy cauto "si hay un acuerdo de paz". La cuestión es que, según Starmer, ese pacto "debería ser defendido". De lo contrario, "Putin lo violará. Sabemos eso porque ya sucedió antes. Y no tengo duda de que volverá a pasar". Por esa razón, los soldados de la coalición de voluntarios estarán coordinados con los de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Por el momento, no se sabe cuál sería su reacción en caso de que Rusia volviera a atacar a ese país.

Para saber más

Los detalles del despliegue dados por la BBC, que no han sido confirmados ni desmentidos por el Gobierno británico que dirige Keir Starmer ni por ningún otro de los miembros de la coalición, indica que el número de tropas sobre el terreno en Ucrania rondará aproximadamente el equivalente de lo que es una división de los ejércitos británico, francés o estadounidense. Además, habrá una fuerza naval para garantizar que Ucrania pueda comerciar con el resto del mundo. Por el momento, no se ha aclarado si los aviones que den cobertura aérea al despliegue estarán basados en Ucrania o en los países vecinos.

Tampoco se sabe qué países van a mandar tropas, aunque se estima que serán muy pocos de los 27 que forman la coalición. Por el momento, solo Gran Bretaña y Francia se han mostrado decididos a hacerlo, mientras que otros, como es el caso de Australia, están dispuestos a considerar esa posibilidad. Sin embargo, este jueves el diario 'Financial Times' informaba que Starmer parece haber dado marcha atrás y ahora solo está considerando el despliegue de cazabombarderos y navíos de guerra, pero no de soldados del Ejército de Tierra. Gran Bretaña y Francia son los dos únicos países de la coalición que tienen aviones de alerta temprana, que serían imprescindibles en la misión para poder detectar amenazas tanto de misiles como de aparatos rusos.

El despliegue, así, sería modesto. Es una fuerza muy inferior a los 200.000 soldados que había pedido Ucrania y, también, a los 50.000 que algunas fuentes habían barajado como necesarios para garantizar que Rusia no volverá a invadir ese país por tercera vez. También estaría localizado lejos de la línea de 1.000 kilómetros de frente con Rusia -que se opone frontalmente al despliegue- para que no ataque de nuevo a Ucrania.

El número de efectivos es muy parecido al de los que tiene EEUU en Corea del Sur para proteger a ese país de un ataque del Norte. En las últimas dos décadas, los soldados estadounidenses en Corea del Sur también han sido retirados de la Zona Desmilitarizada que divide a ambos países a otras regiones más alejadas de una posible línea de ruptura de las hostilidades.

El encuentro de ayer discutió los detalles técnico-militares (por usar la expresión del propio dictador ruso Vladimir Putin cuando empezó a amenazar con invadir Ucrania en 2021) del despliegue, así como su coordinación con las Fuerzas Armadas ucranianas una vez que se llegue a algún tipo de armisticio, algo que el presidente estadounidense, Donald Trump, espera alcanzar pronto, aunque su homologo ucraniano, Volodimir Zelenski, cree que probablemente llevará todo el año. Durante la campaña electoral estadounidense, Trump prometió alcanzar la paz en Ucrania en el primer día de su mandato.

La intervención del primer ministro en la cumbre militar se produjo. El Ejecutivo británico ha informado de que Starmer había realizado una visita al submarino nuclear Vanguard, que llegó esta semana a su base de Clyde, en Escocia, después de 204 días consecutivos patrullando sumergido. El Vanguard, que tiene capacidad para llevar 192 bombas termonucleares en 16 misiles, ha superado así por nueve días el récord de otro navío del mismo tipo alcanzado en septiembre de 2023. La visita de Starmer al submarino tiene también un fuerte contenido simbólico: la última vez que un primer ministro británico estuvo en uno de esos barcos, que son el único sistema de lanzamiento de armas nucleares del Reino Unido, fue el conservador David Cameron en 2013.

Que el Vanguard rompiera el récord de su predecesor -cuyo nombre no es público- es, sin embargo, también síntoma de una realidad más preocupante para la defensa británica que se repite en la mayoría de los países que se reúnen en Northwood: sus Fuerzas Armadas son cada día más pequeñas. Por esa razón, los submarinos atómicos baten récord tras récord patrullando.

La fuerza que Margaret Thatcher envió a las Malvinas a luchar contra Argentina en 1982 era mayor que toda la Armada británica hoy. Así que no está claro, por ejemplo, cómo va a hacer Reino Unido para desplegar sus barcos en el mar Negro frente a Ucrania, Rusia, y Turquía, una vez que se alcance algún tipo de acuerdo de paz. Londres ya ha dejado claro que quiere que su Armada esté presente en esa región dentro de la fuerza de paz.

Por ello, lo que está en juego, en último término, es el rearme de Europa, ahora que EEUU parece estar dispuesto a desentenderse del continente e incluso a apoyar indirectamente a Rusia y a los partidos políticos que simpatizan con Vladimir Putin. La UE está incluso dispuesta a permitir la entrada en su naciente estructura de defensa de países ajenos al continente. Canadá, según el diario estadounidense New York Times, está negociando con la UE la entrada en el Fondo Europeo de Defensa, un sistema coordinado por la UE que contará con 150.000 millones de euros para distribuirlos a empresas de material militar. Si las negociaciones llegan a un acuerdo, las compañías canadienses podrán beneficiarse de esos contratos, algo que han solicitado, sin éxito, el propio Reino Unido, Turquía y Estados Unidos.

Canadá está reorientando su política exterior y de seguridad hacia la UE debido a las constantes amenazas de anexión lanzadas por Donald Trump desde que llegó al poder el 20 de enero. El nuevo primer ministro canadiense, Mark Carney, ha roto con la tradición y en lugar de realizar su primer viaje a Washington, lo ha hecho a Londres y a París.