INTERNACIONAL
Muerte del Papa Francisco

Los cardenales preparan el funeral del Papa, en el que participarán un grupo de pobres, migrantes y presos

Los purpurados que van llegando a Roma se reúnen hoy por tercera vez en el Aula del Sínodo del Vaticano

El cardenal Oscar Cantoni, ayer, en San Pedro.
El cardenal Oscar Cantoni, ayer, en San Pedro.EFE
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Mientras decenas de miles (más de 60.000 hasta el momento) velan estos días el cuerpo de Francisco en la Basílica de San Pedro, los cardenales ponen en marcha ya los preparativos para su funeral y toman las decisiones de cara al cónclave que elegirá a su sucesor.

Este jueves, los purpurados presentes en Roma se reunieron por tercera vez desde la muerte del Papa, el pasado lunes. En la congregación, que duró tres horas y tuvo lugar en el Aula del Sínodo en el Vaticano, participaron 113 de los 133 cardenales que podrán elegir al próximo Pontífice por tener menos de 80 años.

A primera hora de la mañana llegaba el arzobispo de Santiago, el chileno Fernando Natalio Chomalí Garib, quien -rodeado por una nube de periodistas- declaraba que este era un momento de "reflexión" y que entre los cardenales hay "dolor, pero también fe y esperanza". Chomalí, que con 68 años participará en el cónclave, es el noveno cardenal en la historia de la iglesia chilena y fue nombrado por Francisco en octubre de 2024. "Nos ha dejado un mensaje de paz y amor, de comunión y hermandad extraordinario y tenemos que pensar mucho en él", añadió.

A su salida de la congregación, los cardenales guardaban silencio respecto a los dos grandes interrogantes estos días: la posible fecha del cónclave y si se está tratando la participación del italiano Giovanni Angelo Becciu, apartado por Francisco y condenado a cinco años y medio de cárcel por delito financiero que exige participar en el cónclave. Sobre esta polémica cuestión, el portavoz vaticano Matteo Bruni solo ha mencionado que "del cónclave se hablará después del funeral" del Papa.

Preguntados por el perfil del próximo Papa, Chomalí apostaba por un sucesor continuista con el "ejemplo" de Francisco, sin embargo aseguraba no tener "ninguna posibilidad de ser Papa". Francisco "habló de inteligencia artificial, de la economía que mata y de cómo las redes influyen en la vida de las personas. Nos abrió el mundo, decía 'ampliad la mirada, el todo es más que las partes', y tenemos que mirar en esas líneas", apuntó.

El chileno pidió también desterrar los "cálculos sociológicos, políticos y psicológicos" respecto al próximo cónclave, del que dijo que no se ha definido la fecha, y para el que se prepara "con la oración". Y rehusó el debate sobre si el futuro Papa debería ser conservador o progresista. "Este no es un tema de un perfil de un lado u otro, sino de un perfil evangélico que haga bien a la sociedad, que tiene serios problemas. Vivimos en un mundo violento, con injusticias, y creo que el Evangelio viene bien a eso", zanjó.

El arzobispo emérito de Agrigento, en Sicilia, Francesco Montenegro, de 78 años, instaba a "mantener la fe y la esperanza". "Los últimos tres papas han sido un don y no creo que Dios se vuelva para otro lado".

El arzobispo de Argel Jean-Paul Vesco, de 61 años, y uno de los más progresistas, se limitó a decir que los cardenales "aún están llorando la muerte de Francisco". Vesco apoya especialmente el acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar, la bendición de las parejas del mismo sexo y el acceso ampliado de las mujeres a los ministerios de la Iglesia.

El patriarca latino de Jerusalén, el cardenal italiano Pierbattista Pizzaballa, que figura en las listas de posibles candidatos a la sucesión, no quiso hacer declaraciones.

La mayoría de los 133 cardenales que elegirán al próximo Papa ya han llegado a Roma y se alojan en la Casa Santa Marta, la humilde residencia donde quiso vivir Francisco y en la que murió el pasado lunes a los 88 años. En la reunión de ayer por la tarde prestaron juramento los cardenales que aún no lo habían hecho, según la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis.

Los pobre y refugiados, presentes en el funeral

Mientras la Curia calienta motores para la sucesión de Francisco, la capilla ardiente sigue recibiendo a los fieles. Dada la afluencia masiva el primer día, las puertas de la basílica permanecieron abiertas toda la noche. Además, este jueves las autoridades han prohibido el uso de teléfonos móviles en el interior del templo ya que ayer la mayoría de visitantes usaba sus pantallas para fotografiar el cuerpo de Francisco, e incluso se hacían 'selfies' frente al féretro, a pesar de estar prohibido.

Sobre los actos del sábado también han salido nuevos datos. La Santa Sede informó hoy de que un grupo de personas necesitadas ocupará un papel destacado en las exequias de Francisco: "Los pobres ocupan un lugar privilegiado en el corazón de Dios. Así también en el corazón y en el Magisterio del Santo Padre, que eligió el nombre de Francisco para no olvidarlos nunca. Por esta razón un grupo de pobres y necesitados estará presente en la escalinata de acceso a la basílica papal de Santa María la Mayor para dar su último adiós".

También habrá migrantes y refugiados presentes en el funeral. Así lo anunció Mediterránea, la ONG que se ha reunido varias veces con el Pontífice y que ha recibido la confirmación de su participación por parte de la Prefectura de la Casa Pontificia. La delegación estará formada por rescatadores y refugiados migrantes que han sido torturados y han escapado de los centros de detención libios.

El cortejo fúnebre que acompañará el cuerpo del Papa, tras el funeral, desde la basílica de San Pedro hasta la basílica de Santa María la Mayor será "a paso de paseo para permitir que la gente pueda saludarle", informó el Vaticano. La retransmisión será en directo, pero el entierro será un acto privado. Francisco es el primer Papa en más de 120 años que es enterrado fuera de San Pedro, y el octavo en descansar en Santa María la Mayor. A partir de la mañana del domingo, los fieles podrán comenzar su visitar.