El presidente ruso, Vladimir Putin, se ha entrevistado este viernes en el Kremlin con Steve Witkoff en la que ha sido la cuarta visita del enviado de Donald Trump a Moscú. La reunión ha tratado de impulsar el plan de Washington para poner fin a la guerra en Ucrania. Pero la tensión no remite. Esta semana Rusia ha vuelto a atacar edificios de apartamentos en Ucrania, indignando incluso al propio Trump, y este mismo viernes ha muerto en atentado un general ruso. Una acción en Moscú que el Kremlin atribuye a Ucrania.
A pesar de todo, en la reunión entre Putin y Witkoff se discutió la posibilidad de unas negociaciones directas entre Rusia y Ucrania, según el asistente presidencial, Yuri Ushakov, que estuvo presente. Ushakov dijo que las conversaciones durante más de tres horas fueron "constructivas y útiles" y sirvieron para "acercar aún más las posiciones de Rusia y Estados Unidos". Witkoff se fue sin hacer declaraciones.
En paralelo, las posiciones de Ucrania, por un lado, y Rusia y Estados Unidos, por otro, siguen muy alejadas. "Crimea se quedará en Rusia. Y el presidente ucraniano lo entiende, y todos comprenden que Crimea pertenece a Rusia desde hace mucho tiempo", ha dicho el presidente estadounidense en una entrevista publicada este viernes en la 'Time'.
Kiev ha insistido después, de nuevo por boca de Zelenski, en que no va a reconocer legalmente la ocupación de la península con valor estratégico que Rusia se anexionó en 2014. Esta negativa sería la razón por la que el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, no participó en las negociaciones sobre un alto el fuego en Ucrania que se habían organizado el miércoles en Londres.
Antes de la reunión entre Witkoff y Putin, el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, había dicho que Rusia está dispuesta a llegar a un acuerdo con EEUU sobre Ucrania, "aunque aún faltan algunos detalles". Lavrov había elogiado a Trump, al que ha descrito como "el único líder mundial que ha reconocido la necesidad de eliminar las causas profundas de esta situación".
Por su parte el diario británico 'The Telegraph' asegura que Kiev ha preparado varias enmiendas al plan de paz de EEUU. Ucrania no quiere reconocer legalmente la anexión de Crimea e insiste en garantías de seguridad claras a cambio de "cualquier posible acuerdo de paz bajo el cual Ucrania ceda territorio a Rusia, incluso temporalmente".
Kiev ha presentado cinco demandas en total. El punto clave es que Crimea no puede ser reconocida oficialmente como territorio ruso. Como escribe el periódico, "Ucrania espera privar a Rusia de cualquier reconocimiento internacional oficial de su soberanía sobre Crimea u otros territorios ocupados".
"El primer y el segundo punto se centran en presentar cualquier acuerdo de paz como "basado en el derecho internacional, no en una capitulación", con una advertencia específica sobre una posible invasión china de Taiwán, informa 'The Telegraph'. Pero Ucrania se topa en este punto con la resistencia de EEUU, que reconoce los hechos consumados rusos.
En 2017, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley de sanciones contra Rusia, que prohíbe el reconocimiento de la anexión de territorios ucranianos. La ley también permite al Congreso bloquear el levantamiento de las sanciones contra Rusia. En todo caso, Estados Unidos ya ha reconocido la anexión de territorios de otros estados. En 2019, Donald Trump firmó una orden ejecutiva que reconocía los Altos del Golán como parte de Israel. En 2020, la administración anterior de Trump también reconoció la soberanía de Marruecos sobre el disputado Sáhara Occidental. Además, cualquier consenso sobre el derecho internacional no impediría el reconocimiento unilateral de la anexión rusa.
En conjunto, el plan de paz de Trump establece que Estados Unidos reconocerá de iure a Crimea como parte de Rusia, que Ucrania renunciará a unirse a la OTAN, que se levantarán todas las sanciones impuestas a Rusia desde 2014 y que Estados Unidos recibirá el control de la central nuclear de Zaporiyia.