- Tras la muerte de Francisco Aparecen dos cartas firmadas por Francisco contrarias a la participación en el Cónclave de Angelo Becciu, condenado por irregularidades financieras
Ayer, en el funeral del Papa Francisco, Angelo Becciu miró el féretro del Pontífice "con la espalda recta y el alma serena" y le vinieron a la mente ciertas palabras: "Él, el Papa, ahora está en la luz y conoce la verdad".
Pero el tiempo se acaba, a partir de hoy comienzan los Novendiali, nueve días de oraciones en honor de Francisco, después los cardenales tendrán que decidir la fecha del Cónclave. ¿Será con Becciu o sin él? Y es que cabe recordar que aparecieron dos cartas firmadas por Francisco contrarias a su participación en el Cónclave tras haber sido condenado por irregularidades financieras.
Esta es la cuestión. La revista española Vida Nueva, con excelentes fuentes entre los boinas rojas, ha revelado que la orientación del colegio de Cardenales sería "someter a votación si Becciu debe o no participar en el Cónclave", pero sólo cuando todos o la mayoría de los cardenales electores hayan llegado a Roma. Entre el 4 y el 5 de mayo.
Mientras tanto, sin embargo, las consultas con canonistas y estudiosos de la teología medieval serían continuas porque el caso es complejo.
Así, antes del Cónclave se celebraría una especie de "pre-Cónclave" enteramente dedicado al caso Becciu para decidir la suerte del hombre privado por el Papa el 24 de septiembre de 2020 de los derechos del cardenalato y desatar así el último nudo atado a dos cartas que el ex director del Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian, denunció en el diario Domani.
Dos cartas mecanografiadas, sólo selladas con una F, que el cardenal Pietro Parolin habría mostrado el pasado jueves al propio Becciu y que le excluirían de entrar en la Capilla Sixtina: una se remonta a 2023, la otra es de este mes de marzo, cuando el Papa ya se encontraba en el hospital Gemelli.
Pero dos cartas mecanografiadas, sólo con las iniciales del Papa ("De todos modos, no las he visto, Parolin sólo me las ha contado", habría dicho ayer el cardenal a su entorno), no tendrían ningún valor según el derecho canónico. "En el Vaticano no hay ningún decreto firmado por Francisco que impida a Becciu entrar en el cónclave", escribe Vida Nueva. "Y si no hay documento escrito (publicado en el Acta Apostolicae Sedis, el diario oficial de la Santa Sede, ed.), es como si la decisión nunca se hubiera tomado", añaden.
No es un detalle menor, ya que Becciu, en caso de exclusión, también podría impugnar la elección del nuevo pontífice. "Y no es un derecho, sino un deber, el suyo, entrar en el Cónclave", recuerdan siempre sus abogados Maria Concetta Marzo y Fabio Viglione, pero irónicamente no contemplan la hipótesis de "apelar al Tar".
"Serán mis hermanos cardenales los que decidirán", dice Becciu, aunque están divididos: el deán Giovanni Battista Re, por ejemplo, ya le habría dicho que está a favor, mientras que el camarlengo Kevin Joseph Farrell habría revelado la voluntad de Bergoglio, expresada a él verbalmente, de mantenerlo al margen.
Y después, el 22 de septiembre, se abrirá el juicio de apelación sobre la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado y la venta del Palacio de Londres, por los que Becciu siempre ha proclamado su inocencia, a pesar de que fue condenado en primera instancia a 5 años y 6 meses por malversación y fraude agravado y a inhabilitación perpetua para cargo público.