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El lunes la irrupción de DeepSeek, una inteligencia artificial china que podía competir con los modelos más avanzados de Silicon Valley a un coste mucho menor, hizo que las acciones de todas las compañías que habían invertido en IA se desplomaran.
Por supuesto, luego surgieron las sospechas: ya hay voces que acusan a DeepSeek de haber plagiado ChatGPT y de que los seis millones que dicen que cuesta el desarrollo chino son tan solo la parte final del entrenamiento de la máquina. ¿El resto? Como todo en China, es confidencial y sometido a la estricta vigilancia del partido.
Del fundador de DeepSeek, Liang Wenfeng, se han publicado pocos datos. Se sabe que este ingeniero había aparecido la semana pasada en un cónclave del primer ministro chino, recostado en un sillón con un tapete de ganchillo propio de Talavera de la Reina. Nacido hace 39 años en Cantón, estudió en Hangzhou. De esa misma ciudad salieron los fundadores de Alibaba, entre ellos Jack Ma, que, al igual que el ingeniero, surgió de la nada, pero que hoy está totalmente desaparecido.
En 2015, Liang fundó High-Flyer Quant, un fondo cuantitativo que utiliza modelos matemáticos, algoritmos y estadísticas para tomar decisiones de inversión. El resultado fue que High-Flyer Quant se revalorizó un 150%, muy por encima de la bolsa china.
Pero ¿quién era este tipo? El escritor de The Wall Street Journal Gregory Zuckerman explicó en el diario económico que el mismo Liang Wenfeng escribió el prólogo de la edición china del libro The Man Who Solved the Market, [El hombre que resolvió el mercado], la biografía sobre Jim Simons, más conocido como el matemático más rico del mundo y dueño del fondo de cobertura Renaissance Technologies, uno de los más rentables de la historia. Cuando se publicó en 2019, fue recibido con elogiosas criticas y se colocó entre los libros más vendidos en la sección de Economía de The New york Times.
Simons está considerado el inventor de la inversión cuantitativa, exactamente la metodología que seguía el rentable fondo de Liang Wenfeng. En el prólogo, Liang menciona que, cuando tiene dificultades, recuerda las palabras de Simons: «Debe haber una manera de modelar los precios», además de otras experiencias que narra el matemático.
¿Pero quién es el fundador de Renaissance? Nacido en 1938, este hijo único de una familia judía destacó pronto como matemático en el MIT y en la Universidad de Berkeley. Tras pasar cuatro años trabajando para el Gobierno estadounidense, comenzó su carrera académica, en la que permaneció hasta 1978, tras obtener numerosos reconocimientos en matemáticas y geometría.
Había decidido que las matemáticas que le habían dado prestigio académico también podían hacerlo rico. Lanzó Renaissance en 1982 con los 5.000 euros que le habían regalado por su segunda boda, pero las fórmulas que debían predecir el comportamiento de los mercados no resultaron tan exactas como Simons había pensado. Contrató entonces a un pequeño ejército de físicos y matemáticos para predecir las fluctuaciones del mercado. "No quiero tener que preocuparme del mercado cada minuto. Quiero que estos modelos hagan dinero mientras yo estoy durmiendo", dijo.
Y lo consiguió: logró gestionar más de 15.000 millones y que Renaissance ganara dinero incluso en los años de la crisis de 2008. En 2010, se retiró como director ejecutivo del fondo a los 72 años, aunque fue presidente no ejecutivo hasta su muerte en 2024.
Tenía un barco llamado Archimedes que medía 100 metros. Dicen que fumaba como un carretero y que nunca llevaba calcetines, aunque soplara el frío polar de Nueva York.
Sin embargo, Simons sufrió dos horribles tragedias que debieron ensombrecer su éxito y la satisfacción de haber ganado una fortuna. En 1996, Paul, el mayor de sus cinco hijos, nacido de su primera esposa, murió a los 34 años en un accidente de bicicleta. Siete años después, la mala suerte que no tuvo en los negocios volvió a cebarse con su vida personal. Esta vez fue su hijo pequeño, Nicholas, quien se ahogó en Indonesia. A sus dos hijos dedicó sendas fundaciones filantrópicas.
Simons era muy reacio a la vida pública. Solía citar al burro de Rebelión en la granja: "Dios me dio la cola para espantar las moscas, aunque preferiría no tener ni cola ni moscas". Solo Zuckerman logró arrancarle algunas entrevistas para el libro que escribió sobre él y que prologó el dueño de DeepSeek.
De Liang Wenfeng se sabe menos. En China, el secretismo es total y tan solo se filtran datos tan idílicos sobre su trayectoria que parecen narrados por ChatGPT.
Los paralelismos con Simons son evidentes. En febrero de 2024, China culpó a los fondos cuantitativos como High-Flyer de la volatilidad de su mercado y los obligó a contratar personal humano. Dicen que esas restricciones fueron las que hicieron que Liang Wenfeng se centrara en el desarrollo de DeepSeek.
No es de extrañar que, en su reunión con el primer ministro chino, el matemático no quisiera alejarse demasiado de su respaldo con ganchillo. Ni tener moscas.