Junio de 2006, la ciudad de Barcelona se convertía "en el tablero de juego de una extraña partida". Más de 200 Mossos d'Esquadra se enfrentaban a una mujer que asaltaba a señoras mayores, de la que solo disponían de una imagen borrosa. Parece ficción pero es real. Y en eso se cimienta Crímenes (Crims), en contar un suceso que ha ocurrido en la historia reciente de España, ya sea en formato podcast, serie o libro. Su versatilidad se debe a Carles Porta, el alma de proyecto, que se amolda a todo. Porta es periodista, productor, director y escritor pero él se define como un narrador, "y por suerte, me encuentro cómodo en todos los formatos", afirma este catalán natural de Vilasana (Lérida) que lleva 16 años dedicándose a lo mismo: investigando y contrastando los casos más impactantes de la crónica negra española.
Su popularidad empezó en 2005 con el libro Tor, la montaña maldita, un suceso que se remonta al año 1896, cuando los habitantes de Tor fundaron una sociedad para no perder la propiedad de la montaña del pueblo. Durante la Guerra Civil muchos huyeron, y en 1976, uno de ellos se alió con un promotor inmobiliario de Andorra para construir en la montaña una estación de esquí. Fue el punto sin retorno: se sucedieron las hostilidades, odios, disputas, sangre, miedo y un asesinato todavía sin resolver que Porta, 16 años después, sigue investigando.
"La historia me atrapó a mí... Soy como esos perros que cuando muerde un hueso es incapaz de dejarlo y, hasta hoy, vaya donde vaya me encuentro a alguien que me cuenta algo de Tor", confiesa el escritor sobre un crimen que de cara a la sociedad no prescribe nunca. Es más o menos la función de Crímenes: poner el foco en casos que ya están juzgados, donde su equipo de 21 personas encuentra elementos que los hacen actuales y relevantes. "Partimos de una sentencia y vamos para atrás buscando a los personajes importantes: no me sirve un policía, necesito al policía que estuvo a cargo de la investigación, al abogado del caso... A los protagonistas". Incluso a los testigos, a los que "es más complicado llegar" por la ley de Protección de datos ya que en las sentencias se les cambia el nombre.
¿Vale cualquier caso con elementos que lo hagan narrable? No. De hecho han renunciado a muchos. "Cuando la propia familia de la víctima nos pide que no lo hagamos porque todavía no lo han superado... O incluso cuando nosotros mismos hemos detectado que, en torno a la familia del asesino, hay menores de edad en una situación emocional precaria", detalla. Por sus ojos han pasado todo tipo de historias. Y su mantra son las tres erres: rigor, respeto y ritmo.
-¿Qué línea separa "el ritmo" del amarillismo?
-Hay una diferencia entre satisfacer la curiosidad de la gente y complacer el morbo de la gente. Nosotros hacemos crónica negra en colores sin utilizar el rojo de la sangre ni el amarillo del amarillismo.
Aunque reconoce que "hay gente que piensa que solo por el hecho de hablar de crímenes ya nos nutrimos del morbo" para Porta el comodín para no caer en el sensacionalismo se basa en hacerse una pregunta: ¿Es necesario contarlo para entender lo que ocurrió? Es su amarillómetro. Pero no solo dejan detalles de lado por moralidad, también por falta de información.
Absolutamente todo lo que cuentan en Crímenes tiene que estar contrastado, al milímetro: a veces se tarda uno o incluso dos años. Y otras veces, tras un año investigando, "decidimos desecharlo por falta de pruebas".
Hay un crimen concreto que llevan investigando desde el año 2017 y no han emitido ni un segundo. "Ni lo voy a hacer porque no está suficientemente cerrado", sostiene Porta.
-¿Se llega a saber todo de un crimen? ¿Crees que llegas más lejos que la Policía?
-No creo que yo sepa más que nadie, solo ofrezco otra mirada: la del tiempo y la distancia. Una mirada que los jueces y policías del momento no tienen... Y a veces sí nos lo dicen los propios policías: 'qué interesante, yo esto no lo sabía'...
Suelen aportar datos nuevos y visiones distintas y su éxito es palpable. Incluso los presos ven los capítulos. "Me llegan cartas de delincuentes pidiéndome que vaya a visitarles para contarme más detalles de su asesinato", confiesa Porta. Los 25 capítulos de la serie que nació en TV3 y ahora está en Movistar Plus+ rompieron récords de audiencia con casi un millón de espectadores. "Ahí está nuestro valor: muchas veces la gente googlea el suceso y a los dos minutos ya sabe cómo termina, y aún así, se queda a ver todo el capítulo".
¿Existe la maldad? Porta no es experto en crímenes pero después de haber estudiado tantos tiene la certeza de que "la maldad existe y mucha de ella está fuera de las cárceles". Se refiere a la gente que "no ha matado pero disfruta de hacer daño a los que le rodean... Con Crímenes tratamos de poner luz en la oscuridad: nuestros asesinatos dicen mucho de cómo somos, nos definen como sociedad", afirma este escritor, ganador del premio Godó de Periodismo -entre otros- que lleva dos años en lo más alto.
-¿No tienes miedo de morir de éxito?
-Es complicado... Pero me preocupa mucho más la calidad que la cantidad. Nos llegan decenas de propuestas a las que tengo que decir que no y no sé ni en qué día vivo pero sé que no quiero ser el más rico del cementerio.
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