Gerard Piqué y Clara Chía se han dejado ver de nuevo, tras meses desaparecidos de la esfera mediática. No ha sido disfrutando de unas vacaciones, ni haciendo vida de pareja, como se presuponía desde que Shakira, la expareja de Piqué y madre de sus dos hijos, abandonara Barcelona, en medio del lanzamiento de su disco-dardo contra Gerard. Así las cosas, la pareja de enamorados ha acudido a los juzgados en los que se dirime la causa que la joven pareja del empresario mantiene abierta con el fotógrafo y paparazzi Jordi Martín tras acusarle de acoso.
Puntuales a su cita, Piqué y Chía aparecían en la puerta del edificio a primera hora de la mañana sin hacer declaraciones, ataviados con ropa casual; Clara con bermudas beige, camisa blanca y manoletinas, mientras que su chico lo hacía con pantalón vaquero, deportivas y polo a tono. Es de destacar que Chia no se despojaba de sus gafas de sol en ningún momento y el dueño de Kosmos mostraba un aspecto más desaliñado que de costumbre.
Aunque en un principio la novia de Piqué trató de esquivar a los periodistas que se encontraban en la puerta de las dependencias judiciales, lo cierto es que no tuvieron más remedio que atravesar el paseíllo de focos y micrófonos blindándose, como es costumbre en ellos. Minutos más tarde, lo hacía Martín, con una actitud mucho más distendida que la que mostraban sus adversarios en la sala. Lo más destacado de esta reaparición ha sido, según los reporteros que cubrían la puerta de los juzgados, las altas medidas de seguridad dispuestas para la vista y la actitud de Chía frente al juez, llorando desconsolada y afirmando seguir sintiéndose acosada por la prensa a día de hoy.
Han pasado meses desde que el huracán mediático provocado por la separación de la cantante colombiana y el catalán, con Clara incluida en la ecuación, provocara el suficiente interés como para que la vida de la nueva pareja fuera objeto de seguimiento por parte de los medios. Ahora, en el momento el que el juicio está teniendo lugar, el escenario es completamente diferente. Según la denuncia de Chía, se solicitaba una orden de alejamiento al paparazzi (quién sacó a la luz la relación entre ambos), debido al acoso al que, según la pareja, estaban siendo sometidos, en especial en el caso de Martín. A día de hoy, a nadie parece importarle el presente en común de ambos. Prueba de ellos es sin duda, la ausencia de material gráfico meses después de la mudanza de Shakira.
En el escrito de demanda, Clara y Piqué afirmaban que el 4 de mayo del año 2023, el gráfico accedía a una zona privada, en concreto un parking, para hacerles unas fotografías. Por su parte, el acusado ha defendido en todo momento que siempre obtuvo imágenes de la pareja en la vía pública. Dos versiones opuestas que en breve tendrán un ganador frente a la alta autoridad judicial.