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David García Ruiz, más conocido como David Calleja, había tocado techo como asesor artístico de cofradías. "No había más escalones que subir", reflexiona al teléfono. Ganó la Champions League del vestidor de vírgenes. "Trabajar con la Macarena" -la popular imagen de la hermandad sevillana- "es el top. Diseñé una saya para la Macarena. Colaboré también con el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Lo único que me quedaba era mantenerme, después de haber trabajado para cofradías de toda España. No me hacía ilusión". Habla del mundo cofrade con cierta distancia. "Es muy complicado. Vivimos un momento en el que todo el mundo quiere ser artista sin tener talento. Ya había demostrado suficiente. Estaba bastante quemado", comenta las circunstancias que le han colocado como el concejal más viral de España. Es el teniente de alcalde de Fiestas, Comercio y Hostelería de El Puerto de Santa María. Es independiente. Encargado del folclore, David Calleja es el Cristiano Ronaldo del hombre que cumple con el hat-trick más antiguo que Cádiz: capillita, gay y andaluz.
David Calleja está agarrado a todas las formas posibles en que se aparece la tradición. "Quería hacer el diseño de vestuario de series de época. Ya en los pasos daba a las figuras un toque diferente como vestidor de cámara de los mejores escultores de Andalucía. Mi idea era llegar a la televisión". Coqueteó con la posibilidad de participar en algún concurso que le permitiera hacer contactos, pero hace cinco años Germán Beardo, el alcalde de El Puerto, lo llamó. "Ya había trabajado con el Ayuntamiento en casi todo. Había ganado premios de escaparate, por decorar casetas de la feria. Me preguntó qué mejoraría de las fiestas de mi ciudad y si le podía ayudar. Las hermandades tienen mucho que ver con la política", justifica el paso de un hábitat a otro. Habla rápido cuando enumera sus victorias. Las comenta del tirón, como si hubiera opositado al currículo. "Además, tenía ganas de quedarme en mi tierra. Tengo mucho apego. Estoy cerca de la familia. Y en el Ayuntamiento podía trabajar en el diseño en otros ámbitos. He dado una vuelta de tuerca a las fiestas de El Puerto. Con Halloween. Navidad. La cabalgata de Papa Noel. El carnaval. Los Reyes Magos. Hemos puesto encima de la mesa nuevas ofertas a la ciudad. Y beneficia al comercio. Sólo le pedí a cambio que me dejara ser tal cual soy".
Así que un día se hizo viral en un concierto de Camela por bailar. "Al sonar Cuando zarpa el amor, estaba tan saturado, tan cargado, que me harté de bailar. Monté el numerito", bromea. "Me grabaron. La verdad es que fue una liberación. Se hizo viral. Yo mismo lo subí a Instagram", la red social en la que comparte, cada día, las combinaciones de sus bolsos con corbatas, jersey, chaquetas o mantones de manila. Los outfits con los que acude al Ayuntamiento. "Cuando salimos del Covid tomé una serie de determinaciones en la vida. Antes guardaba la ropa para ocasiones especiales. Desde entonces me dije que todos los días me preocuparía de arreglarme. Los domingos preparo la ropa de toda la semana".
En Cádiz, según cuenta, no hay demasiados locales LGTBI o "de ambiente", como se refiere a los espacios considerados "seguros" para el colectivo. Algunas personas le insultan por aparecer así vestido en Instagram mientras ostenta un cargo institucional. "Es el 1%", avisa. "Nunca sufrí bulliying", recuerda. "En el colegio lo pasé bien. Otros amigos tuvieron que cambiar de colegio. Había gente con pánico a salir del armario. En mi caso, llamaba mucho la atención en EGB. Era el que mejor cantaba de clase. Dibujaba muy bien. Cuando hice el bachillerato en un colegio de los jesuitas, todo cambió. Había otros intereses. Los chavales querían salir y ligar con las niñas y yo ahí no podía participar demasiado, así que durante un tiempo fui un cero a la izquierda. Hasta que empecé a cuidar la manera de vestir. Era mi escaparate. De esta manera, me visibilizaba. No repetí camisa durante un año y medio. Eso hizo que empezara a ser muy popular entre las niñas".
A los 13 años era un friki de las cofradías. "Me conocía todas las imágenes. Tenía todos los datos en la cabeza". Y ahora, con un deje de folclórica que le impide decir cuántos años tiene, ha roto la cuarta pared de la provincia. Participa en Adivina qué hago, un programa de Telecinco, y acumula 57.000 seguidores en el escaparate del Insta. "Acepto todo lo que apoye al colectivo, siempre y cuando no interrumpa mis funciones en el Ayuntamiento, claro. Como un documental en el que he participado. Siempre he llevado bolso, eh". Reconoce que Dorian Gray es su alter ego. El personaje levantado por Oscar Wilde tiene la intención de plastificar la realidad. David Calleja sólo quiere olvidar los ratos malos. "La cara es el espejo del alma. La gente quiere verte bien. No le interesa los problemas del día a día. Por eso subo siempre las fotos de la misma manera, el mismo sitio, para que no cambie nada y siempre vean la misma buena cara. Siempre digo que el bolso es mi escudo y la ropa mi armadura".
En El puerto lo conoce todo el mundo. "Me tienen cariño hasta los niños. He ido a colegios a hablar de bulliying. Algunos me ha recriminado hablar de la identidad sexual de los niños. No tiene nada que ver con el sexo sino con lo que sientes. Nadie elige ser gay. Te toca y punto". En su partido ha encontrado algunas voces que no aceptan del todo su exposición. "A algunos les sienta como una patada en el alma, pero se lo han tenido que tragar. No hay partidos buenos ni malos sino personas buenas y malas, que trabajan o no trabajan. Siento el respaldo y el cariño de toda la ciudad. No es Madrid, donde es más fácil ser lo que uno quiere ser, pero estoy bien. Nadie te recrimina nada. Soy un personaje. Levanto pasiones. La gente que me odia, te lo aseguro, no me conoce".