MADRID
Tribunales

Se aplaza un año el tercer juicio al pederasta de Valdeavero por el que piden un siglo de cárcel: "Estamos todos rotos; los niños han empeorado"

Cristóbal L., conocido como El Toba, ya cumple una condena de 19 años por una agresión sexual a un menor de 16, pero esta vez se enfrenta a una pena por abusar de 10 niños

'El Toba', el frutero de Valdeavero.
'El Toba', el frutero de Valdeavero.E.M.
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Jesús está roto de dolor. Abusaron de su hijo de 13 años. Ahora el joven tiene 17. "Los niños que habían mejorado ahora han vuelto a empeorar", dice este hombre. Su hijo es una de las 10 víctimas de Cristóbal L., más conocido como El Toba o el frutero de Valdeavero, un pequeño pueblo colindante a la provincia de Guadalajara.

"Ahora el proceso se va para cinco años y es insostenible. A los niños les cuesta mucho ir a la escuela. Sacan malas notas, no se concentran... Están muy afectados", señala este padre entre lágrimas a GRAN MADRID por teléfono.

Han transcurrido 1.400 días desde que la Guardia Civil acudió a por Cristóbal a su casa. Fue el 16 de diciembre de 2020. No sabía por qué venían a por él. "Lo supe después", espetó Cristóbal durante uno de los dos juicios por los que ha pasado. Hasta hoy, que se hubiera enfrentado al tercero, pero se ha suspendido.

La Audiencia Provincial de Madrid ha retrasado hasta el próximo 24 de septiembre de 2025 el juicio al frutero pederasta de Valdeavero. La abogada de El Toba envió un escrito al tribunal madrileño alegando una baja "por incapacidad temporal", según el documento al que ha tenido acceso EL MUNDO.

Esta sería la tercera vez que se sienta en el banquillo de la Audiencia madrileña. Se le acusa de un delito de agresión sexual a menores 16 años, concretamente, a diez niños.

La Fiscalía de Madrid solicita 98 años de prisión para él, una pena menor de la que pide el abogado de la acusación particular, Juan Manuel Medina, quien la eleva a 105 años de prisión.

La batería de delitos y de penas es prolongada. El Ministerio Público le imputa cinco delitos continuados de agresión sexual sobre menor de 16 años con violencia o intimidación (diez años cada uno) y tres delitos continuados de abuso sexual sobre menor de 16 años (seis años cada uno).

También se le atribuyen dos delitos continuados de agresión sexual sobre menor de 16 años con acceso carnal cometido con violencia o intimidación (15 años cada uno).

Actualmente, cumple una condena de 19 años por un delito de agresión sexual a un menor de 16. Por otro lado, fue absuelto en enero del presente año de una segunda causa por un caso de exhibicionismo y corrupción de menores.

El Toba residía en Valdeavero desde 2004. Se trasladó desde Alcalá de Henares. Regentaba la frutería Keai en la localidad madrileña desde 2018. Vivía junto a sus dos hijos menores de edad que tenían un grupo de amigos con quienes solían jugar al fútbol en la plaza del pueblo.

Tal y como refleja el escrito de la Fiscalía de Madrid, "el acusado se aprovechaba de la amistad de uno de sus hijos con esos chicos a quienes solía saludarles tocándoles los genitales por encima de la ropa. Luego, cuando iban a la frutería o a su casa con sus hijos, lo hacía por debajo de la ropa.

"Su hijo y el mío eran íntimos. Este hombre era amigo del grupo de padres", comenta Jesús. Este hombre subraya que en la frutería donde se cometían las terribles agresiones no ha sido ocupada por otro negocio.

Asimismo, sostiene que es un tema tabú en el municipio madrileño y que El Toba terminó por vender su vivienda, donde también realizaba alguno de los horrendos actos a los menores.

"Lo único que queremos es cerrar el círculo y seguir con nuestras vidas. Estamos muy disgustados con la Justicia", añade Jesús, vecino de Valdeavero y uno de los primeros denunciantes, cuyo único objetivo es que concluya el calvario que le hizo pasar a su familia El Toba.