MADRID
Sucesos

El adosado de los 20 millones del inspector corrupto: 12 horas de demoliciones con radiales, cambio de coche cada mes y saqueadores en busca de billetes

El único comportamiento sospechoso de este policía definido como "austero" por sus vecinos era que "cambiaba casi cada mes de coche: Range Rover, BMW, Mercedes..."

Habla un vecino del policía con 20 millones en casa: "Cambiaba de coche todas las semanas"EL MUNDO (Vídeo) / JAVIER BARBANCHO (Foto)
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Agentes de operaciones especiales, furgones de la policía, perros y uniformados con escopetas y rifles de asalto acordonaron una manzana de acomodados chalets en el barrio de El Viso de Villalbilla. Su objetivo era uno de los suyos: Óscar Sánchez, inspector jefe de la Policía Nacional al frente de la Unidad de Blanqueo de Madrid, detenido la semana pasada con los 20 millones que guardaba emparedados en su casa familiar.

Allí, y no en una mansión de Alcalá rodeada de Bugattis, como se dijo en un principio, ocultaba el dinero en metálico requisado: 12 millones de euros en el falso techo de una estancia de la entrada y el resto, detrás de una falsa pared que había levantado en una de las habitaciones. Lo demás, otro millón en billetes de 500 y 50, se encontró en un bolso dentro de un armario de su propio despacho de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Los vecinos recuerdan cómo desde las cinco de la mañana del miércoles empezaron a escuchar golpes y ruido de radiales. Los agentes buscaban dinero en metálico en cualquier rincón de la casa. Levantaron baldosas, desmontaron la depuradora de la piscina, levantaron parte del césped y escudriñaron cualquier espacio que pudiera ser rincón susceptible para guardar los fardos del dinero, ayudados de perros y maquinaria especial durante casi 24 horas.

«Durante todo el día estuvimos oyendo el ruido de las radiales y golpes como si estuvieran picando paredes. Era imposible acercarse, pero se escuchaba con claridad desde mi casa», señala un vecino cuya vivienda se encuentra a decenas de metros del pareado objeto del registro.

El chalet, propiedad del policía nacional, se encuentra en una parcela de unos 250 metros cuadrados, con un jardín de 60 metros de superficie y una piscina de siete metros de largo por tres de ancho. Esta vivienda unifamiliar está ahora mismo tasada en unos 550.000 euros, pero hace 20 años costaba menos de la mitad, unos 240.000 euros.

El único aspecto llamativo de este anodino -mote por el que era conocido el agente- chalet son sus numerosas medidas de seguridad, con sistemas de alarmas, cámaras y detectores de movimiento en todas sus puertas y ventanas, alimentados por un sistema de placas solares independiente, de forma que, si se produce una interrupción o corte en la red, estos sistemas de seguridad activa y pasiva puedan continuar en funcionamiento.

Unas medidas que protegían el tesoro de 20 millones que literalmente guardaban sus muros, en los que el inspector jefe llevaba residiendo cerca de tres lustros tras casarse con Noelia, su mujer, también policía y detenida en esta operación. Ella se encuentra destinada en el Grupo 1 de Delitos contra las Personas de la Policía Judicial de Alcalá de Henares y sus compañeros comentan que era «una gran policía» y que «nadie podía imaginar esto». Sin embargo, sostienen que compartía el carácter reservado de su esposo. «Era muy discreta y callada. No se relacionaba en exceso».

La mayoría de vecinos desconocían que Óscar fuera policía. «Lo que más nos sorprendía es que cambiaba casi cada mes de coche, pero no eran vehículos nuevos y flamantes. Yo le vi un Range Rover, un BMW, un Mercedes... pero con matrículas de hace años», señala uno de ellos. «Siempre pensé que se dedicaba al negocio de la venta de segunda mano», añade. Una permutación de automóviles habitual en las organizaciones criminales con el objetivo de dificultar las vigilancias y seguimientos.

En este sentido, la detención de Óscar Sánchez fue producto de al menos un año de rastreo por parte de la policía tras descubrirse que podría tener vínculos con una organización de narcotraficantes que había sido desmantelada 10 días atrás, tras el descubrimiento de un alijo de 13 toneladas de cocaína en Algeciras procedente de Ecuador, la mayor cantidad de droga incautada en España.

Aunque Óscar era ahora el jefe de Blanqueo en Madrid, estuvo durante seis años como jefe de Estupefacientes de la UDYCO Central. Se sospecha que hace un lustro contactó con los narcotraficantes y empezó a tener lazos de amistad con ellos. Cobraba por facilitarles la entrada de droga. La policía le llegó a colocar hasta micrófonos pegados a su casa que lo acabaron delatando.

Sin embargo, vivía de forma austera. «Era una persona que no se relacionaba mucho. Tenía dos hijos: uno de 14 años y otro de 11. El mayor iba con mi nieta al colegio y el niño dicen que se ha ido a vivir con un tío suyo. Dicen que tenían una segunda casa en Alicante, pero no hacían ostentación de tener dinero», señala una vecina, quien asegura que tenía un perro de caza que sacaba a pasear, pero que no hablaba nunca con nadie.

En los negocios de la zona y en el Facebook del pueblo, la foto del detenido es lo más compartido estos días. «Aquí venía a comprar todas las semanas, pero no se llevaba lo más caro ni lo más barato», dice la dueña.

En los bares casi nadie le conoce, pero su historia (y la de su casa) se ha convertido en la comidilla. «La valla del chalet del detenido está tirada por varios puntos, pero no han sido los policías», cuenta un vecino. Y otro apunta: «Es cosa de chavales de la zona y gente de fuera, que han saltado después para rebuscar por si encontraban algún tesoro olvidado...».