MADRID
Nuevo libro

Entrevista a Iñaki Domínguez: "Errejón ha demostrado ser un hipócrita y un machista"

El escritor y antropólogo cultural acaba de publicar 'Bufones' (Ariel), una obra que reivindica el humor como herramienta para "salvar el mundo" y como baluarte en la defensa de la libertad de expresión

Entrevista a Iñaki Domínguez: "Errejón ha demostrado ser un hipócrita y un machista"
Javier Barbancho
Actualizado

Especialista en macarrismo, pandillas y mitos urbanos, autor de la serie la Ley de la Calle en GRAN MADRID y escritor, entre otros, de Macarras interseculares o Sociología del moderneo, Iñaki Domínguez (Barcelona, 1981), pone su formación filosófica al servicio de un nuevo libro, Bufones (Ariel), en el que responsabiliza a la izquierda de una ola censora de puritanismo moral del que sólo puede salvarnos, dice, "el humor como herramienta y baluarte de la libertad de expresión".

Su análisis parte de una obra, 'Vigilar y Castigar', que Foucault publicó a mediados de los años 70 del siglo pasado, ¿cree que es válida para explicar la sociedad de hoy?
Como todos los clásicos, el libro de Foucault es más actual que nunca. Él habla del panóptico como una cárcel en la cual el prisionero estás siempre visible a los ojos de las autoridades y, naturalmente, en la sociedad de las redes sociales todos somos, de algún modo, casi transparentes, estamos más vigilados, más controlados y más disciplinados, aunque sin una autoridad explícita o que nos fuerce a hacer algo. Lo hacemos porque creemos ser libres y porque aplicamos la autocensura.
¿Nuestras sociedades son carcelarias y tiránicas?
Estamos viviendo en un totalitarismo global adaptado a los tiempos y muchísimo más eficiente. Yo tengo mucha menos libertad de la que tenía en los años 90. Estamos rodeados de cámaras y más vigilados y sometidos a sanciones que nunca. Esa idea de que lo privado es político es fascismo puro. Se supone que somos felices, como en la novela de Aldous Huxley, pero los medios de comunicación y las redes nos alimentan con una ideología y unos valores contra los que es muy difícil luchar, y si te opones, te ves expuesto a una serie de ataques por parte de la propia sociedad, que ejerce como agente disciplinario. Vivimos en una distopía.
¿Una manifestación de ello es la política de la cancelación, que compara en su libro con una caza de brujas?
Tú puedes defender la causa más justa del mundo, pero eso no te da derecho a juzgar a nadie sin garantías jurídicas. Cuando se prescinde de eso, estás sometiendo a una persona a una caza de brujas. Si alguien me tiene rencor, sobre todo si es mujer, puede inventarse una historia de acoso para hacerme daño. Y si esa denuncia es anónima, estamos en el fascismo y en una situación soviética muy negativa para la sociedad.

"La izquierda está al servicio del poder con sus absurdos discursos identitarios"

En su libro cita a algunos cazadores-cazados, como Asia Argento y Peio H. Riaño, ¿es Errejón el mismo caso?
Sí, pero no me dio tiempo a incluirlo en el libro. El caso de Errejón es muy evidente, no hay todavía ningún hecho demostrado y ya está fuera de su trabajo. Tiene sentido, porque él iba vendiendo la moto de que era un aliado del feminismo, y ha demostrado ser un hipócrita y un machista, por eso lo han echado de su partido. Pero es un caso claro de cancelación, porque no creo que vuelva nunca a la política. Dicho esto, yo no estoy a favor de Errejón, y si un juez le condena, que asuma las consecuencias, yo estaría encantado.
¿Está favor de la guerra cultural?
Las guerras culturales las promueven las élites económicas porque les interesa meter cizaña, la crispación, la polarización y que la gente esté enfrentada entre sí, por razones ocultas. También es algo que interesa a los medios porque vende y hace clicks.
¿Qué responsabilidad tienen los medios en la creación de identidades falsas y en conflicto?
Como digo, eso es algo que se promueve desde el poder y los medios son tentáculos de ese poder. Mientras estás generando esos conflictos, no estás exigiendo que se tomen las medidas necesarias para solucionar los problemas. La gente vota a Trump porque no le interesa la sexualidad de su vecino sino llegar a fin de mes, pagar menos impuestos y saber si se puede comprar una casa.

"La gente vota a Trump porque no le interesa la sexualidad de su vecino sino llegar a fin de mes"

Pero esas políticas identitarias, como dice en su libro, están promovidas desde la izquierda.
Con sus absurdos discursos identitarios, la izquierda está al servicio del poder, ha sido cooptada por el poder, y es hoy más puritana que el cristianismo. Esos discursos no interesan a nadie. Yo soy de izquierdas, siempre lo he sido, por eso me parece lamentable que la izquierda haya caído en esos discursos en lugar de estar luchando por los derechos sociales y por acabar con la precariedad. En lugar de eso, se promueven ideas apocalípticas como el fin del planeta por el calentamiento global.
Dice que la actual situación parece exigir una revolución, ¿de qué tipo?
Sí, pero las revoluciones son procesos muy sangrientos y al final lo que se logra es quitarle el poder a uno para dárselo a otro. Necesitamos si acaso una revolución que nos lleve a una concienciación generalizada de que estamos viviendo una realidad retrógrada y que estamos retrocediendo en muchos sentidos.
Su propuesta es el humor como herramienta para «salvar el mundo».
Sí, históricamente el humor ha sido la herramienta a través de la cual el bufón decía la verdad al rey. Por eso, la censura está intentando imponer sus principios ideológicos a los humoristas, porque la crítica social a través del humor sirve poder decir ciertas verdades. Básicamente, el humor es una manera de ejercer la libertad de expresión y es un baluarte para garantizarla. Si un escritor quiere decir ciertas cosas puede hacerlo mediante un libro bueno y crudo, o inventarse un personaje para que diga lo que él quiere decir sin tener riesgo de ser censurado. Y estos mecanismos del arte y del humor deben ser preservado para poder decir la verdad.

Bufones. Humor, censura e ideología en los tiempos de internet

Ariel. 224 páginas. 19,90 euros. Ebook: 9,99 euros. Puedes comprarlo aquí.