- Política Ayuso y Guardiola abren un frente contra Sánchez por la energía nuclear y convocan una cumbre en defensa de Almaraz
- Política Miedo al 'gran apagón' en Madrid: el cierre de Almaraz amenaza a la región, que recibe el 15% de su energía de la central nuclear extremeña
El temor al apagón nuclear que el Gobierno tiene previsto para la próxima década ha llevado a que varias regiones comandadas por el Partido Popular hayan establecido sinergias para poner pie en pared en defensa de las cinco centrales operativas en nuestro país. Especialmente preocupante es el caso de la central de Almaraz (Cáceres), que aporta el 7% de la energía que se consume en España y cuyo desmantelamiento está programado para noviembre de 2027.
Una urgencia que se ha materializado en la cumbre bilateral que la próxima semana celebrarán en Mérida los ejecutivos regionales de Extremadura y la Comunidad de Madrid para unificar posturas y «dar la batalla» contra el cierre del primer reactor de Almaraz, una central que genera 4.000 empleos directos e indirectos y produce en torno al 15% de la energía que consume Madrid, donde cifran en 6.000 millones las inversiones que están en estos momentos congeladas a la espera de saber el desenlace de la nuclear en nuestro país. De ahí que tanto Isabel Díaz Ayuso como María Guardiola consideren que ambas administraciones regionales deben unir sus fuerzas para exigir a Pedro Sánchez que se replantee su hoja de ruta energética.
Entre las dos principales baronesas territoriales del PP -junto a la presidenta balear, Marga Prohens- existe una buena sintonía desde que Guardiola llegara a la presidencia de la Junta en 2023. De hecho fue comparada con la dirigente madrileña por su rechazo inicial a Vox y la distancia que ha mantenido con esta formación en contraposición a otros presidentes populares. Ahora ambas abren un frente total contra el Gobierno por la «preocupación» compartida ante el plan para cerrar las nucleares antes de 2035.
El punto de inflexión, explican conocedores de la organización de esta cumbre, fue la manifestación celebrada el 18 de enero en Almaraz contra el cierre de la central. Una marcha en la que estuvo presente Guardiola, pero también destacados representantes socialistas de la región, como el nuevo líder del PSOE extremeño, Miguel Ángel Gallardo, o cargos de la cúpula de Vox. El clamor situó en el centro de la política nacional el debate sobre el futuro de la energía nuclear, y fue entonces cuando los equipos de los gobiernos madrileño y extremeño iniciaron conversaciones para poner fecha a una cumbre que sirviera para unificar posturas.
La realidad es que en este aspecto ambos gobiernos territoriales comparten la misma inquietud e incluso han seguido pasos similares en las últimas fechas: el PP madrileño acudió a Bruselas el 4 de febrero para trasladar a las autoridades comunitarias el «error» que supone el plan del Gobierno de Sánchez, y Guardiola lo hizo esta misma semana, cuando pidió a la comisaria Teresa Ribera, ex ministra de Transición Ecológica, que «interceda» con el Ejecutivo para que cambie de postura.
Además, el jueves 13 los consejeros encargados de la materia energética de ambas regiones, Carlos Novillo y Mercedes Morán, coincidieron en la Conferencia Sectorial organizada por el ministerio de Transición Ecológica. Ambos, junto a nueve autonomías más, reivindicaron a la ministra Sara Aagesen la necesidad de prolongar la vida de las centrales nucleares, empezando por la de Almaraz, la primera de la lista que se prevé desmantelar. Ahora volverán a verse en Mérida, ya que la delegación madrileña estará compuesta por Ayuso y cuatro consejeros.