MOTOR
MOTOR

Al volante del nuevo Renault Symbioz: sirve para (casi) todo

Es un SUV de 4,41 metros, a mitad de camino entre el Captur y el Austral. Por ahora sólo como híbrido con 143 CV, parte de los 32.026 euros. Destaca su maletero.

Al volante del nuevo Renault Symbioz: sirve para (casi) todo
Actualizado

Captur, Austral, Arkana y ahora, Symbioz. La marca francesa no deja de aumentar su oferta en el segmento de los modelos compactos y ya hemos podido ponernos a los mandos de su última incorporación. Hace unas semanas, lo conocimos en parado, durante su primera presentación estática.

Fabricado en la planta que el grupo galo tiene en Valladolid, mide 4,41 metros de largo, por lo que viene a llenar el hueco que había hasta ahora entre el Captur (4,24 metros), que podría quedarse pequeño para muchos usuarios; y el Austral, que ya se alarga hasta los 4,51 metros.

Proporcionado

De hecho, aunque esa terminología ya ha quedado abandonada, el coche se podría perfectamente haber llamado Grand Captur, ya que sólo cambia de la mitad para atrás de cara a ganar más espacio para equipajes. No para las piernas de los ocupantes traseros, ya que la distancia entre ejes sigue siendo la misma. En cualquier caso, es posible jugar con ambas variables (maletero o hueco para los viajeros) ya que la banqueta trasera se puede deslizar hasta 16 cm, como en el Captur.

El voladizo trasero voladizo (la parte que va desde la rueda posterior hasta el final) es 15 cm más largo que el del Captur, pero estéticamente no es desproporcionado como podía ocurrir en los Grand Scénic, 'artificialmente' alargados. Claro que este equilibrio estético se ha conseguido en parte gracias a las llantas de 18" y 19", que además son de las más atractivas que podemos encontrar en su segmento.

Hasta 624 litros de maletero

El portón, que se puede abrir de forma eléctrica, y da acceso a un maletero familia de cuatro o incluso cinco miembros suele necesitar ante un largo viaje. Son 492 litros si dejamos en su posición más retrasada la butaca trasera, que tiene el respaldo dividido (en proporción 1/3 -2/3) pero no así la banqueta, de una sola pieza.

En esta configuración el espacio para las piernas de un pasajero trasero de 'metro ochenta' es adecuado, pero no espléndido, lo que significa que no le rozarán las rodillas en el respaldo y poco más. Pero si el acompañante es de menor estatura podemos mover la banqueta posterior hasta una posición tan adelantada que solo sea para niños muy pequeños; o bebes en su capazo, lo que de paso sirve para que sientan más cerca la presencia de sus padres.

El maletero pasa a cubicar 624 litros, una cifra que se mide incluyendo el doble fondo (el piso del maletero se puede colocar a dos alturas) y un enorme hueco oculto bajo la moqueta. Si con eso no bastara, retirando la bandeja posterior y abatiendo los respaldos posteriores el volumen asciende hasta los 1.582 litros.

Techo Solarbay

Pero el interior, por lo demás prácticamente idéntico al del Clio a ojos del conductor (el salpicadero es el mismo, salvo pequeños detalles) cuenta con dos detalles interesantes. Uno de ello es el techo Solarbay, un elemento que se va popularizando en segmentos superiores, pero sorprende en un SUV de enfoque popular como el Symbioz.

Por resumir su funcionamiento, digamos que cuenta con una tecnología que convierte el techo de traslúcido a transparente o viceversa, de forma que podemos dejarlo todo transparente, todo translúcido, la mitad trasera translúcida con la delantera transparente o al revés. Todo gracias a una tecnología que crea un campo magnético que desplaza las moléculas que hay dentro del cristal.

Más altura libre

La ventaja principal, más allá de que pueda resultar llamativo e incluso espectacular para muchos conductores por no estar muy extendida esta tecnología, está en que no necesita cortinilla, lo que nos permite tener 3 cm más de altura libre hasta el techo. Eso sí, este elemento, que es un extra que se ofrece en todas las versiones por 1.500 euros, no impide que el cristal superior se caliente tanto (y desprenda tanto calor) como la luna delantera.

El otro detalle que siempre alabaremos de los Renault de última generación es que la pantalla del sistema openR link de 10,4" no sea apaisada, sino incluso un poco vertical, además de que está colocada en una óptima posición elevada. Es un detalle que no nos parece menor porque con este formato es más fácil seguir la navegación, que por cierto se puede hacer por medio de Waze, una aplicación que viene integrada al igual que también encontramos Amazon Music, Vivaldi, Kabrio, Karacal, etc.

Solo híbrido, de momento

El único motor disponible (de momento) es un propulsor híbrido formado por un bloque de cuadro cilindros y 1,6 litros de gasolina al que se suman dos motores eléctricos, uno para mover el coche y otro como generador. Incluye un cambio automático con cuatro marchas para el motor de gasolina y dos para el eléctrico, y carece de levas tras el volante, una pena. Es decir, que tampoco podemos jugar con la retención salvo que movamos el pequeño selector entre los modos D y B (este último con mayor capacidad de regeneración).

El coche arranca siempre en modo eléctrico, que se alimenta de una batería de 1,2 kWh para la que podemos seleccionar un modo que garantice siempre una carga mínima del 40%. Y la combinación de los motores, que hace que el Symbioz tenga la etiqueta Eco de la DGT, permite que el consumo medio oficial se quede en 4,6 litros/100 km y que la autonomía supere los 1.000 km.

La cifra de consumo en la mezcla de conducción por autovía y carreteras secundarias que realizamos en la presentación del coche en la Comunidad Valenciana (con dos adultos y algo de equipaje) se nos quedó en 5,1 l/100 km, , satisfactoria en un coche que pesa tonelada y media.

Cambios de personalidad

Los modos de conducción son los clásicos Eco, Confort y Normal, además del Individual. Varían la viveza en la respuesta del motor (las diferencias son bastante evidentes), la dureza de la dirección (evidentes, pero menos) y el modo en el que trabajan el ESP y el control de tracción, todo lo cual queda además patente por el cambio de color en el cuadro de relojes digital de 10,3 pulgadas y en la propia pantalla central.

El planteamiento dinámico del Symbioz es ante todo el de un coche que busca la comodidad, como corresponde a su filosofía familiar. Es decir, nos ha mostrado aplomo y nos ha generado confianza cuando la carretera se retorcía, pero sin dar la sensación de que sus suspensiones tiraban a firmes. Por otro lado, la dirección nunca se llega a sentir tan dura como para incitarnos a una conducción deportiva, y la frenada parece adecuada por potencia, en este caso con un tacto esponjoso y fácilmente dosificable.

Muchos ADAS

El Symbioz ha llegado con hasta 29 sistemas ADAS, entre los que los miembros de Renault nos destacaban el sistema de frenada automática que funciona incluso marcha atrás, el Safety Coach (otorga a tu conducción 'eco' una puntuacion del 0 al 100 y un sistema Active Driver Assist que incluye el control de velocidad adaptativo, el sistema de centrado en el carril y el reconocimiento de señales, lo que combinado con los datos de geolocalización (reduce la velocidad si considera que la curva que viene debe tomarse de forma más lenta) permite en la práctica una conducción autónoma de nivel 2.

Desde poco más de 32.000 euros

Aunque las primeras unidades llegarán a España en septiembre, el Symbioz ya está a la venta en acabados Techno, Esprit Alpine e Iconic.

El primero ya cuenta con elementos como el sistema openR link con pantalla de 10,4 pulgadas, el control de velocidad adaptativo, el cargador del teléfono por inducción por 32.026 euros. El Esprit Alpine, por 33.466 euros, incluye elementos como las llantas de 19 pulgadas o una tapicería específica con laterales en PET. Y el Iconic añade de serie elementos como el portón manos libres o la cámara trasera 360 grados por 34.906 euros.

Aun así, después del verano se pondrá a la venta un acabado Evolution más sencillo para los que no son tan exigentes en cuanto a equipamiento. Y será ya en 2025 cuando aparezca una variante con un motor microhíbrido (también merecerá la etiqueta Eco de la DGT) cuyo precio se quedará en unos 30.000 euros