- Desde el 3 de abril Trump impone aranceles del 25% a todos los coches no fabricados en EEUU
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Desde antes que ganase las elecciones presidenciales en EEUU, se temía que Trump terminaría imponiendo aranceles a las importaciones de coches. Ayer, la amenaza se confirmó con el anuncio de una tasa del 25% a todos los vehículos que son exportados a EEUU.
La medida no debería tener apenas impacto en las factorías, por el momento, como señalan desde la patronal Anfac. "España no exportó ningún vehículo a aquel país en 2024 y todo apunta a que en 2025 continuaremos por esta línea" señala en un comunicado. Aunque insisten en rechazar este proteccionismo "porque las marcas de automóviles operan en todos los continentes respetando las reglas del comercio internacional y ninguna batalla comercial beneficia al consumidor ni a la industria, de ninguna de las partes afectadas".
El caso de los componentes
En cuanto a la otra gran pata, la que constituyen los fabricantes de piezas, desde la patronal Sernauto insisten en ese carácter global que les lleva a operar en más de 170 países y apuntan que "si se imponen aranceles a determinados componentes, repercutirá de forma estructural en la cadena de suministro transatlántica. Por lo que se ha podido conocer, las tasas afectarían tanto a exportaciones directas desde España como a vehículos producidos en Alemania, Francia o México con componentes españoles".
En este sentido, EEUU fue el octavo socio comercial del sector español de proveedores, con una cifra de facturación de 1.021 millones y el 4% del total de exportaciones. "No es una cifra muy alta, pero sí es un mercado estratégico, con alto valor añadido". Además, los proveedores cuentan con una fuerte presencia en México, donde la industria automotriz es una de las partidas de mayor valor comercial en sus exportaciones a EEUU.
Por último, también se vería afectado el suministro de piezas a la UE, donde los proveedores españoles venden por valor de 16.655 millones de euros, más del 65% del total de la cifra de negocio. Los principales socios en 2024 fueron Alemania (3.950 millones de euros) y Francia (3.840 millones de euros).
Apenas el 2% de la producción total
En cuanto a las factorías de coches, éstas solo mandaron 51.700 coches a EEUU en 2023. La gran mayoría, unidades de la Ford Transit Connect que ensambló la planta de Valencia hasta abril de 2024. El resto, eran Mercedes Clase V y Viano que se hacen en Vitoria. Y este último constructor ha renunciado a homologar estos monovolúmenes como taxis en Norteamérica por lo que, si no cambia de opinión, tampoco los seguirá enviando.
Las cifras son, por tanto, ridículas en relación a la producción total de las plantas españolas. El pasado año, construyeron un total 2,37 millones de unidades, de las que casi el 90% se vendieron en el extranjero y de ellas, siete de cada 10, en la UE. Mientras, los datos históricos señalan que la cifra de automóviles exportados a EEUU alcanzaron su máximo en 2014 (52.100 coches), pero luego esa cifra se fue reduciendo paulatinamente los siguientes ejercicios hasta los 24.300 automóviles del año 2019. Pasada la pandemia, la cifra de 2022 fue de 21.300 coches, según Anfac. Es decir, en el mejor de los casos apenas el 2% del volumen total de producción.
Esta situación contrasta con de, especialmente, Alemania, que produce más de la mitad de los coches que la UE exporta a EEUU. En 2022, último año con datos oficiales, los fabricantes de automóviles europeos vendieron casi 740.000 vehículos en EEUU, por un importe de 37.400 millones de euros. Unos datos que colocan a ese país como el segundo mercado extranjero para los coches made in Europe, solo por detrás de Reino Unido. Y que suponen, en términos de valor, más de la quinta parte de los ingresos que obtiene la UE con la exportación de automóviles. Mientras, el Viejo Continente sólo compró 271.476 fabricados en EE.UU (valorados en 8.700 millones) en el mismo periodo, según un informe de la patronal de fabricantes europeos Acea.
Efecto bumerán de la medida
Precisamente esta asociación ha recordado a Trump que "los fabricantes de automóviles europeos llevan décadas invirtiendo en aquel país, creando empleo, impulsando el crecimiento económico en las comunidades locales y generando cuantiosos ingresos fiscales". "Instamos al presidente Trump a que considere el impacto negativo de los aranceles tanto en los fabricantes de automóviles globales, como en la propia industria nacional estadounidense" ha dicho Sigrid de Vries, directora general de Acea.
"Afectarán a las importaciones a EEUU, una penalización que probablemente pagarán los consumidores locales, pero las medidas sobre las piezas de automóviles también perjudicarán a los fabricantes que hacen coches en el país para la exportación" ha añadido. Según Acea, las marcas europeas con factorías locales mandan al exterior entre el 50% y el 60 % de esa producción, "lo que supone una importante contribución positiva a la balanza comercial estadounidense".