Para ilustrar el Jornal de hoy hemos plagiado el retrato del actor Fred Terry como la Pimpinela Escarlata, por Frank Daniell, donde Terry no está escribiendo; para eso hemos plagiado este escribidor de Andrea Casali. En esta pintura Terry no ejerce realmente de Pimpinela Escarlata sino de su alter ego, sir Percy Blakeney. En nuestra versión, el diarista es Blakeney desdoblándose en Pimpinela Escarlata, rescatador de guillotinados. Era su obligación convertirse en el personaje, no quedando hidalgos castellanos capaces de enfrentar a las tricoteuses en favor de Tamames (compréndase que este argumento es un plagio a Savater). Las tricoteuses, por su parte, querrían ser pimpinelas de lo suyo, pero no llegan. Se quedan en pimps: practican el news pimping, o sea el macarreo de noticias; son truth pimps, o sea chuleadoras de verdades, o sea sofistas. (Ay, como aquel viejo sofista que andaba siempre pimplando.)
Ahora bien: el contrato exige que en el cuadro plagiado aparezca un varón escribiendo. Y en la pintura principal no aparece un varón escribiendo, aparece en la secundaria. Nos explicaremos. Véase que el diarista se ha encarnado en una persona y en un personaje, puesto que es Blakeney a la izquierda y Pimpinela a la derecha. Ciertamente, ninguno de los dos es persona, puesto que Blakeney es el personaje de la persona y Pimpinela el personaje del personaje. Pero reconsideremos esto. Porque, ¿quién es la persona y quién el personaje? Blakeney nació Blakeney y actúa bajo el nombre de Pimpinela, así que Blakeney es la persona y Pimpinela el personaje. Pero Blakeney actúa como un frívolo, cuando en realidad es un héroe, así que el disfraz es Blakeney y Pimpinela el hombre (en la ficción, evidentemente, dado que ni Blakeney ni Pimpinela existen). Y hay algo más. Recordemos que, en el cuadro, pese a lo que dice el título, Terry interpreta a Blakeney (sostiene el monóculo que caracteriza al frívolo), así que el diarista se ha encarnado en un actor que representa a un actor que interpreta a Blakeney, que en realidad es Pimpinela Escarlata. Así que a la izquierda el diarista es Pimpinela disfrazado de Blakeney; mientras tanto, a su derecha, brota su verdadera personalidad de diarista heroico, o sea la personalidad Pimpinela que se oculta tras el disfraz de Blakeney que interpreta Terry que encarna el diarista. Todo esto carece de importancia, porque el hombre del cuadro no es Terry sino una representación de Terry, y el diarista no es el diarista sino una representación del diarista que se ha encarnado en una representación de Terry, que interpreta a Pimpinela que finge ser Blakeney, o a Blakeney que finge no ser Pimpinela. Entonces, ¿qué importa si escribe el plagiado primero o el segundo? En la puerta de tu casa dejé un ladrillo, sofista. En cuanto a Nos, el maestro Giovannini, preferimos a La Máscara Negra. Y sin falsa modestia nos identificamos con el maestro Goya plagiando a El Greco a los acordes de Boccherini.
(Terminado el domingo nueve de marzo, tarde, rematando con una referencia a Pimpinela, aquel dúo que conversa cantando.)