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En esto tampoco son diferentes en Cataluña

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En esto tampoco son diferentes en Cataluña

Hubo un tiempo en el que los nacionalistas catalanes se tragaban que sus líderes eran algo más que políticos. (Con la carga despectiva que supone la cursiva). Puigdemont era un iluminado que obraría milagros y Oriol Junqueras era un venerable profesor de Historia (de méritos cuestionables: su tesis fue calificada de CUP laude), catolicón y sentimental, que accedía a abandonar su retiro académico para dar músculo de superioridad moral al nacionalismo. (Recuérdenle con sus manitas de torpe mitrofán intentando abrir una botella de vino con sacacorchos).

Pero ahora, a la espera de lo que consideren otras instancias, Sánchez -el Tribunal Supremo, más bien- les ha quitado la venda de los ojos, aunque muchos indepes seguirán ciegos su camino. De entrada, mitrafán (a Junqueras le gustaban los bisbes catalans como el de Solsona) estará inhabilitado para ocupar cargos públicos hasta 2031. Una buena noticia para Aragonès, que podrá aguantar la legislatura sin que su titiritero le desplace en la candidatura a la Generalidad, pese a lo que dicen las encuestas sobre su pérdida de fervor.

Al final, como bien saben Susana Díaz o José María Aznar, tras un breve periodo de gracias (por el cargo), las marionetas suelen cortar los hilos con el titiritero y más aún si se trata del chico aplicado del 155. Dicen que el desacuerdo con Oriol Junqueras es insalvable y que se escuchan gritos en sus encuentros. Por eso Aragonès aguantará lo que sea del Gobierno de Sánchez. Sabe que el alucine de Junts tiene menos recorrido que lo que ERC pueda arrancar de Sánchez en el poder. Y, de paso, posiblemente Pedro se perpetúe otra legislatura. Para él nada había más letal que la imagen de los líderes del prusés sin castigo alguno, de vuelta al pesebre público. Y, mientras, Aragonès a disfrutar de mandar en Cataluña, que es muchísimo más que a lo que aspiraba el día del simulacro de referéndum del 1-O.

En vista de esto, hay algo que debería escamar hasta a los nacionalistas más irredentos. ¿Por qué Puigdemont no vuelve a su trabajo? (¿Periodista?). ¿Por qué Junqueras no vuelve a la universidad para convertirse en ese venerable profesor que predica independentismo? Será que siempre han vivido de la ensoñación. Y las ensoñaciones... rentables son. De ahí que también estén dispuestos a seguir tragando hasta que no haya más instancias a las que recurrir. Ya les caerá algún carguito para que repartan a los suyos y no molesten.

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