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Sujétame el vermú

A Sánchez se le va el victimismo de las manos

He conocido exiliados republicanos del PSOE que, sospecho, estarían muy desconcertados con la deriva del partido

A la derecha, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
A la derecha, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.ROMÁN G. AGUILERAEFE
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En su cruzada por encubrir los escándalos de corrupción, a los sanchistas se le está yendo el victimismo de las manos. Ya nos sabemos el argumentario con el que pretenden deslegitimar el Estado de Derecho: «Nada, bulos, fango, ultraderecha, pseudomedios y jueces prevaricadores». Pero usar la memoria de los socialistas represaliados para camuflar la cochambre es algo nuevo, y se antoja excesivo incluso para los militantes.

Empezó Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, denunciando en el Congreso de Sevilla una «cacería» por parte de los «reaccionarios», que difaman a los socialistas «porque representan la justicia social» y tal. «Lo hemos vivido a lo largo de nuestra historia, cuando sufrimos ejecuciones, cárcel y exilio», dijo. Y piensas en Julián Besteiro, y luego lo miras a él, Cerdán, recadero con Puigdemont, padrino de Koldo y acusado de recibir sobornos. Y te preguntas cómo es posible tanta desfachatez.

Después llegó Emma López, concejala del Ayuntamiento de Madrid, y valor en alza, según las crónicas. En el homenaje anual a Pablo Iglesias, ante el mausoleo del fundador del PSOE, se esponjó como sigue: «Los socialistas hemos atravesado una época de exilio, en la que nos mataban por nuestras ideas. Hoy vivimos asediados por querellas infundadas y por bulos. Si no pudieron con ellos, no van a poder con nosotros. Pablo Iglesias estará orgulloso de todos nosotros y todas nosotras». Mmm... yo no estaría tan segura. Me lo imagino, más bien, desconcertado por el lenguaje inclusivo, asqueado por el alud de escándalos que amenaza con sepultar a la cúpula del partido y, además, irritado con el fular de Pepe Álvarez.

Desde luego, Emma López exuda fervorín por el Líder Máximo, quien la ha colocado en la Ejecutiva Federal. Pero equiparar a los imputados de hoy con los héroes de ayer no es un arrebato: se ha incorporado al argumentario. La idea enlaza con la nueva campaña Francolandia 2025 anunciada por Pedro Sánchez. Un programa de festejos que podría titularse Españoles, Franco ha vuelto, con el que espera apropiarse de la Transición y tapar las vergüenzas de parientes y allegados imputados. He conocido exiliados republicanos del PSOE que, sospecho, estarían muy desconcertados con la deriva del partido. Ya solo les faltaba que un puñado de (presuntos) mangantes y oportunistas malversen su memoria para disfrazarse de víctimas.