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Tres tristes frentes tiene Trump contra Europa

Tanto esquilmamos a las tecnológicas estadounidenses que Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos son los tres tipos más ricos del mundo

El presidente de EEUU, Donald Trump.
El presidente de EEUU, Donald Trump.CARL COURTAFP
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Tras abrir el frente de seguridad, amagando con dejar tirada a Ucrania, y el frente comercial, con la amenaza de imponer aranceles del 25% a la Unión Europea, Trump ha abierto el tercer frente contra Europa: el tecnológico.

En un memorándum dirigido a los secretarios del Tesoro y de Comercio, titulado Defensa de las empresas e innovadores estadounidenses frente a la extorsión y las multas y sanciones injustas en el extranjero, Trump sostiene que los impuestos y las regulaciones que afectan a las empresas estadounidenses que operan en la UE «esquilman» miles de millones de dólares que deberían ir a EEUU. Afirma también que esas normas violan la soberanía de EEUU, limitan la competitividad global de sus empresas y ponen en riesgo su propiedad intelectual.

También considera sancionables las regulaciones que, según EEUU, imponen a las plataformas obligaciones de moderar sus contenidos, recogiendo así una petición expresa de Elon Musk y Mark Zuckerberg que el vicepresidente Vance formuló en Múnich. Por todo ello, Trump les insta a sancionar a la UE y a los países, como España -a la que cita expresamente-, que incurran en dichas prácticas.

Ya saben que, según Trump, la Unión Europea fue creada para «perjudicar» a Estados Unidos (Trump dijo «screw», un término que según el contexto puede ir desde un liviano «fastidiar» hasta un rotundo «joder»). Tanto, tanto jodemos y esquilmamos que Elon Musk es el tipo más rico del mundo, con 343.000 millones de dólares; Mark Zuckerberg, de Meta/Facebook, el segundo, con 232.000; y Jeff Bezos de Amazon, el tercero, con 230.000. Ahí tienen el triunvirato de las víctimas de la regulación europea, que, como saben, cercena la libertad empresarial, impone impuestos sofocantes y censura la libertad de expresión, incompatible con esa democracia tan bonita que está dejando Trump donde si no dices «Golfo de América» en lugar de «Golfo de México», no entras en la Casa Blanca.

En el memorándum, Trump califica las normas europeas de «extraterritoriales», como si se aplicaran a estas compañías en países no europeos. Aunque, en realidad, lo que Trump considera es que las empresas estadounidenses en terceros países solo pueden ser reguladas de conformidad con las leyes estadounidenses. Bienvenidos al tecnoimperialismo.