Frente a la exigua mayoría parlamentaria que mantiene al Gobierno de Pedro Sánchez -atrapado en sus contradicciones ante la urgente necesidad de un rearme europeo e incapaz de elaborar unos Presupuestos-, el PP de Alberto Núñez Feijóo acierta al erigirse como una alternativa de centralidad e institucionalidad, en sintonía con los intereses europeos y los valores de la democracia liberal que hoy se ven amenazados.
La XXVII Interparlamentaria del PP, que concluyó ayer en Sevilla con la presencia de 743 parlamentarios regionales y nacionales del partido, reflejó un claro clima de «cambio de ciclo» y consolidó al principal partido nacional como un «Gobierno a la espera», ante la manifiesta incapacidad del Ejecutivo de hacer frente al momento decisivo en que nos hallamos. Como ha aclarado la propia OTAN a los populares, el gasto en Defensa deberá situarse «por encima del 3%» a largo plazo, lo que precisará de un liderazgo político y un apoyo en las Cámaras que resulta obvio que Sánchez no tiene.
Tres años después de tomar las riendas del PP, Feijóo ha asumido el reto de encarnar una alternativa creíble y cada vez más necesaria ante el deterioro institucional que padecemos. España, como el conjunto de Europa y el mundo, se enfrenta a cambios profundos que solo se abordarán con éxito desde la certidumbre y la estabilidad, en defensa del proyecto humanista sobre el cual se ha levantado la Unión Europea.