PAÍS VASCO
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EH Bildu se apropia de las 'banderas' nacionalistas: copia la apuesta por el autogobierno pactista del PNV

Los 'abertzales' pretenden excluir al PP vasco y exhiben sin rubor propuestas calcadas del proyecto del partido de Andoni Ortuzar

Un grupo de 'dantzaris' ondea la ikurriña en el Día del Partido.
Un grupo de 'dantzaris' ondea la ikurriña en el Día del Partido.EFE
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En apenas 24 horas el PNV decidió abortar la última operación política de EH Bildu para mostrar la "renovada capacidad de influencia" de la que alardea en su última ponencia política. Los nacionalistas de Andoni Ortuzar cerraron prácticamente a la vez las puertas de la negociación de los Presupuestos del Gobierno vasco y de la Diputación de Guipúzcoa, conscientes de que estaban a punto de quedar atrapados en la tela de araña desplegada por la izquierda abertzale.

Las intensas semanas de negociaciones cruzadas en el Ejecutivo vasco y en las diputaciones forales constatan un cambio del escenario político vasco en el que EH Bildu pretende excluir al PP vasco y exhibe sin rubor propuestas copiadas del proyecto del PNV. Solo una audaz y brillante decisión del PP de Guipúzcoa con su portavoz, Mikel Lezama, al anticiparse y pactar los Presupuestos de 2025 impidió que la coalición abertzale se apuntara una nueva victoria política. "Bildu se mantiene en las políticas de exclusión y conseguimos hacer temblar el tablero político", advierte Lezama a EL MUNDO.

EH Bildu ha oficializado sin disimulo su peneuvización en la ponencia Zutunik (En pie, en euskera) que marca la estrategia con la que prolongar el crecimiento electoral que le llevó en las elecciones autonómicas de abril de 2024 a rozar el sorpasso al PNV. El documento elaborado por la Mesa Política el pasado mes de octubre recalca su apuesta por un "proceso soberanista de carácter gradual" en el que se apela al "sentido comunitario-nacional", tenga como objetivo conseguir "mayores cotas de poder político" e incorpora como tercer pilar la puesta en marcha de "políticas sociales y transformadoras" impulsadas desde las instituciones con la ampliación de los servicios sociales.

La hoja de ruta que ahora plantea EH Bildu copia-pega el planteamiento clásico del PNV, que en pleno proceso de renovación ideológica y de liderazgo intenta marcar distancias con su enemigo político íntimo. Los nacionalistas de Ortuzar, e incluso el ex lehendakariIñigo Urkullu, desde el Gobierno vasco han resaltado el auzolana o trabajo en favor de la comunidad como una seña de identidad y reivindican su liderazgo en la apuesta y el desarrollo del autogobierno (las cotas de poder que ahora reclama EH Bildu).

Tanto EH Bildu en Zutunik como el PNV en la ponencia congresual que ya analizan los afiliados nacionalistas titulada Euskadi, nación en Europa dejan prácticamente de lado cualquier referencia a la "independencia". Una renuncia expresa que responde al incremento del rechazo social a la independencia en la sociedad vasca (43%, según el último Sociómetro) y que ha obligado a la "izquierda abertzale, soberanista e independentista" a asumir banderas discursivas de sus rivales nacionalistas en Euskadi.

Dirigentes históricos de Batasuna como Arnaldo Otegi, Pernando Barrena o Rafa Díez Usabiaga avalan que cualquier cambio político requiere de "consensos internos", una "negociación con el Estado" y "refrendo por parte de la ciudadanía". Un esquema defendido por el PNV desde los años 80 que encaja en el modelo de reforma estatutaria que contempla la Constitución y que se aleja de cualquier iniciativa unilateral.

Los de Otegi, además, se suman al argumentario del PNV al denunciar en su análisis político la presunta amenaza de la "recentralización del Estado" cuando ahora el Gobierno de Pedro Sánchez allana el camino hacia una España "plurinacional" y facilita el incremento de poder de las instituciones vascas con nuevas transferencia. Bildu lamenta que esos "ataques" de Madrid contra el autogobierno "no han recibido una propuesta proporcionada y adecuada por parte de las instituciones y los partidos vascos". Antes, el PNV ya había denunciado una "recentralización silenciosa" que convirtió en un informe jurídico y que ha utilizado como palanca para exigir a Sánchez que consensúe previamente las leyes que quiera aprobar.