PAÍS VASCO
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El PNV más soberanista jubila a Ortuzar y encumbra a Esteban ante la alarma por la subida de Bildu

El presidente nacionalista, favorito en las elecciones internas, renuncia a enfrentarse en una segunda vuelta al portavoz en el Congreso

Así ha renunciado Ortuzar a la presidencia del PNV tras 12 años en el cargoARABA PRESS (Foto)
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Andoni Ortuzar cerró ayer doce años de liderazgo en el PNV desmintiéndose a sí mismo. Fue el adiós más contradictorio e inesperado de los protagonizados por los presidentes nacionalistas después de la Transición. Su renuncia a ser candidato para enfrentarse a Aitor Esteban en una segunda vuelta ratificó una división interna que se ha agrandado desde que en noviembre de 2023 se anunció el relevo de Iñigo Urkullu por Imanol Pradales. « Por muy bien y civilizadamente que queramos hacer un proceso de segunda vuelta con dos candidaturas enfrentadas, el riesgo de división en el seno del partido sería alto y una irresponsabilidad», asumió Ortuzar sin aclarar por qué el mismo argumento no había sido asumido por su rocoso rival.

Ortuzar asumió ayer una derrota sin sangre ante un Aitor Esteban que en apenas tres semanas ha aglutinado como apoyos a organizaciones del PNV de Vizcaya y a todo el aparato de Guipúzcoa, la organización más soberanista pero que ha necesitado el apoyo del PP vasco para conservar la Diputación foral. Tanto Ortuzar como Esteban se limitaron a través de una carta y un escueto comunicado a constatar que la pugna electoral interna a la que habían invitado a participar a sus afiliados se desinflaba bajo la sombra de un pacto encubierto de no agresión y de reparto de poder que se visibilizará las próximas semanas. Aitor Esteban, el inesperado vencedor de la pugna cainita, será nombrado oficialmente presidente del PNV el próximo 30 de marzo en San Sebastián pero ahora el aparato nacionalista tiene como objetivo convertir la segunda ronda del proceso interno en un ejercicio de «unidad y participación», las dos peticiones cursadas por Ortuzar y Esteban en sus comunicaciones públicas.

El «riesgo alto de división» reconocido por Ortuzar quedó plasmado después de una primera vuelta en la que el aún presidente del PNV logró el respaldo de un centenar de batzokis. Una sustancial ventaja que, paradójicamente, el propio Ortuzar utilizó ayer en su mensaje de renuncia. «Tengo que agradecer a la afiliación que me haya respaldado mayoritariamente como su candidato preferido, obteniendo tantos apoyos como la suma del resto de propuestas juntas», señaló Ortuzar sobre unos resultados que el PNV no facilita ni siquiera a sus propios afiliados. Según el líder nacionalista, Esteban y el ex diputado general de Guipúzcoa Markel Olano habrían obtenido menos de cien apoyos de las organizaciones municipales, pero ambos habrían llegado a un discreto pacto que rompía en mil pedazos el favoritismo de Ortuzar para ser reelegido y alargar cuatro años más un mandato interno que comenzó en 2013.

Un pacto entre parte del aparato vizcaíno y el PNV de Guipúzcoa que liderado entre bambalinas por Joseba Egibar alimenta un endurecimiento del discurso soberanista y va a poner a prueba los acuerdos con el PSE-EE de Eneko Andueza.

Cartas contradictorias

El final de Ortuzar con dos cartas públicas contradictorias, la renuncia ante sus rivales internos, el escándalo del palacete de París y su dependencia absoluta de las necesidades de Pedro Sánchez empaña los buenos resultados logrados por el PNV hasta 2023 y la estabilidad institucional fraguada con los pactos con los socialistas vascos desde 2015. Los cambios de criterio en cuanto a su continuidad que Ortuzar reconoce por escrito alimentan las advertencias de los críticos internos sobre la incapacidad del PNV para reaccionar ante el constante crecimiento electoral de EH Bildu en el País Vasco, en Navarra y en los distritos electorales del País Vasco francés. Según confesó ayer Ortuzar, su «primera convicción íntima» antes de afrontar la Asamblea General de marzo era no presentarse a la reelección. Después, «me convencieron y me convencí de que debía ofrecerme para seguir un mandato más» y así lo anunció el pasado 18 de enero, dos días antes de que se llamara a participar a los casi 22.000 afiliados nacionalistas. Cientos, quizá miles -el PNV se niega a facilitar actas de participación y de resultados- se decantaron por Ortuzar cuando ya Esteban había confirmado en un mensaje en X de madrugada que iba en serio. Pero, incluso con este apoyo mayoritario, Andoni Ortuzar aseguró ayer que ahora debe «dejar paso a la renovación» liderada por Aitor Esteban.

Con el camino libre y enmoquetado para su designación, Esteban ratificó en sus redes sociales que acepta ser el único candidato. «Es un orgullo ver que EAJ-PNV es uno de los pocos partidos en los que la participación de su afiliación cuenta realmente y en el que el diálogo funciona», señaló en su primer mensaje el todavía diputado en el Congreso de los Diputados. Además, agradeció a su «amigo» Ortuzar haber dado «lo mejor de sí mismo» y enfatizaba el mensaje que los dirigentes nacionalistas repetirán durante las próximas semanas: «Somos un partido fuerte y unido».

Otegi arranca su reeleción sin despeinarse

El coordinador general de EH Bildu Arnaldo Otegi será a partir de mañana sábado secretario general de EH Bildu. Un trámite para el líder de la izquierda abertzale que convertirá la cita del Baluarte de Pamplona en una fiesta. Otegi ha conformado una nueva Ejecutiva dirigida por representantes de Sortu -las siglas legales tras la prohibición de Batasuna- y se ha marcado como objetivo ampliar su base electoral para dar el sorpasso definitivo al PNV en 2027.