PAÍS VASCO
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Un mecenas salva la Clásica de Ordizia; el 'monumento' del ciclismo vasco que nació en 1922 y sólo paró por la Guerra Civil

La organización pretende cerrar el próximo fin de semana el acuerdo con el patrocinador que ofreció su apoyo al anunciarse la suspensión de la prueba. Jan Christen, la nueva 'joya' del UAE, venció en 2024 y situó su nombre junto a mitos como Vandenbrouke

El joven Jan Christen encabeza el grupo que curvea en los últimos kilómetros de la 101 edición de la Clásica de Ordizia disputada en 2024.
El joven Jan Christen encabeza el grupo que curvea en los últimos kilómetros de la 101 edición de la Clásica de Ordizia disputada en 2024.KLASIKA ORDIZIAKO
Actualizado

La confirmación de un adiós ha obrado el milagro. La 102 edición de la Clásica de Ordizia volverá a disputarse el próximo 25 de julio. Solo dos horas y media después de que los organizadores anunciaron la suspensión de la carrera de 2025, una llamada de un mecenas abrió las puertas de nuevo al 'monumento' del ciclismo vasco. Una veintena de equipos -cinco de ellos UCI Pro Tour- han vuelto a situar en su calendario de competición los 165 kilómetros de un trazado exigente en el que brilló en 2024 Jan Christen, la nueva perla del UAE.

La Clásica de Ordizia volverá a disputarse después de casi tres horas de anunciarse una suspensión envuelta en los peores presagios. La organización confirmó ayer las dificultades económicas para llegar hasta los 160.000 euros de presupuesto que requiere una ambiciosa carrera ciclista que cuenta con casi 15.000 euros en premios. La Clásica mantiene sus patrocinadores más fieles y ahora incorpora a un nuevo esponsor que que será desvelado la próxima semana. La galopante inflación del último lustro junto al incremento en medidas de seguridad exigidas por la UCI arrastraron hasta el precipicio de la desaparición una carrera que compite en historia y en nombres ilustres con los cinco grandes 'monumentos' del ciclismo europeo. Jesús María Sanz, director de organización de la Clásica, ultima el acuerdo con el patrocinador que garantizará la continuidad de la carrera y ya se ha puesto en contacto con los 5 equipos World Tour, los 8 ProTour y los 7 Pro Team que competirán en las carreteras guipuzcoanas.

Ordizia estrenó su carrera en 1922, se ha disputado todos los años desde entonces salvo en 1936 y en 1937 por la Guerra Civil. No solo es la carrera ciclista más longeva española sino que se convirtió en un campo de pruebas para los ciclistas que no llegaban a competir en el Tour de Francia. Hasta 1975, el trazado sinuoso y rompepiernas de la Clásica fue un coto vedado para los ciclistas españoles. Pero en aquella 52 edición de la carrera se impuso Raymond Villemiane, un joven ciclista de solo 23 años que debutaba en el equipo Gitane y que sumó tres triunfos de etapa en las ediciones del 1977, 1979 y 1982 del Tour de Francia.

Villemiane abrió la puerta a los talentos más precoces del ciclismo europeo y entre ellos al controvertido Frank Vandenbroucke. VDB, un acrónimo ahora recuperado por otra superestrella como Mathieu van del Poel (MVP) debutó en Ordizia con la camiseta del Lotto en 1994. Fichado por su tío Jean Luc Vandenbroucke y mimado por su padre y mecánico del equipo Jean Jacques, VDB hizo segundo en 1994 y regresó un año después con el maillot del Mapei. El llamado a ser el sucesor de Eddy Merckx ya había roto con el Lotto y su tío y quedó tercero por detrás de Neil Stephen y de Stefeno Della Santa. Fuera de aquel podio se quedaron Jean Ulrich (cuarto) y Giorgio Furlan (quinto). Pero Vandenbrouke no renunció a Ordizia cuando Mapei ya le preparaba para competir por el Tour de Francia. El díscolo corredor belga ganó en la Clásica en julio de 1998, el anticipo de lo que fue su exhibición en la Vuelta de 1999 con victorias míticas como la lograda en el empedrado final de la meta en Ávila.

La Clásica ha anticipado el potencial de ilustres como Adam Yates y Marc Hirschi (ganadores en 2022 y 2023, respectivamente). Pero también anticipó la calidad de Juan Ayuso (segundo en 2021 y tercero en 2023) y la clase de un Jan Christen que está llamado a ser en 2024 uno de los ciclistas rebelación en el pelotón internacional siempre con el permiso de su jefe de equipo Tadej Pogaçar.