- Maria Mazzucato La economista que susurra a los gobernantes progresistas del mundo: "Me alegra mucho que España se haya resistido a girar a la extrema derecha"
El sector de la consultoría se ha consolidado como un aliado imprescindible para la transformación digital de empresas privadas y administraciones públicas. Como resultado, ha experimentado un crecimiento importante y sostenido en los últimos años, a un ritmo superior al del conjunto de la economía española. Sin embargo, por su propia naturaleza, sigue siendo un sector desconocido en toda su dimensión, objeto de algunos prejuicios sobre su auténtico papel en la modernización de la economía y de los servicios públicos, así como en la creación de empleo de calidad.
Un buen ejemplo de ello es el último libro de Mariana Mazzucato y Rosie Collington, donde tratan de desdibujar la actividad de la consultoría, especialmente en lo relativo a su colaboración con el sector público. Las autoras construyen un relato crítico que, no obstante, contrasta con la realidad de los datos objetivos del sector.
Una de las afirmaciones más sorprendentes del libro tiene que ver con un supuesto freno a la innovación, cuando en España las empresas de consultoría dedican a esta materia una parte muy importante de sus ingresos, concretamente, el 5,3%, lo que se traduce en más de 1.000 millones de euros. Para poner en contexto esta cifra basta recordar que en España se dedica a innovación el 1,4% del PIB, y en Europa, el 2,3%.
Este esfuerzo en innovación permite a las firmas consultoras especializarse en las tecnologías y metodologías más avanzadas que ponen al servicio de la creación de nuevas oportunidades para el conjunto de la economía y de la mejora del sector público. Es el caso de la aplicación de la inteligencia artificial generativa, las tecnologías para la ciberseguridad, cloud computing, blockchain o la computación cuántica, que pueden ser accesibles incluso para pequeñas y medianas empresas.
Los avances en innovación no se quedan en la consultoría, sino que se transmiten a las organizaciones que demandan sus servicios a través de equipos internos de trabajo, sesiones de formación, desarrollo de soluciones tecnológicas personalizadas o asesoramiento estratégico sobre las últimas tendencias en tecnología.
El conocimiento también se transmite a la sociedad a través de los profesionales formados y capacitados por el sector de la consultoría, donde adquieren experiencia y habilidades de alto valor. En 2022, el sector invirtió en formación 2,6 veces más que la media española por empleado, unos 80 millones de euros. Esta cifra aumentó en 2023, pasando la inversión de 448 a 480 euros de media por empleado.
El capital humano es el elemento más importante para el sector, que ocupa a cerca de 265.000 profesionales en España. En 2023, las plantillas de las consultoras aumentaron un 5,1% y se alcanzó un récord de 99,2% de contratos fijos. Cerca de un 30% de estas contrataciones correspondieron a jóvenes sin experiencia laboral previa, que han iniciado su carrera profesional en este sector.
Otro punto clave para Mazzucato y Collington tiene que ver con la colaboración público-privada. Consideran que la contribución de las consultoras debilita al sector público, una visión que no encaja con la realidad de las sinergias que se observan en nuestro país. Al contrario, esta cooperación está facilitando que la transformación digital llegue a los servicios públicos en beneficio de la ciudadanía, que demanda una administración más ágil y eficiente. Los profesionales de la consultoría son un socio estratégico de los funcionarios públicos para poner en marcha iniciativas innovadoras y creativas, adaptadas a un entorno cambiante.
Del mismo modo, los mensajes que contraponen la transición ecológica a la actividad de la consultoría obvian que en nuestro país un 89% del sector ha manifestado su compromiso con la Agenda 2030 y ha asumido objetivos y retos concretos al respecto. A través del desarrollo de soluciones tecnológicas transformadoras, el 90% de los profesionales de la consultoría busca un impacto positivo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la acción por el clima y la salud del planeta.
Por todo ello, la consultoría desempeña una papel fundamental para la competitividad y la sostenibilidad. Su capacidad para trabajar en colaboración con empresas y gobiernos ha sido esencial para abordar grandes desafíos económicos y sociales, como los efectos de la pandemia o las consecuencias de los actuales conflictos bélicos y tensiones geopolíticas. El sector de la consultoría ha demostrado ser útil y sus empresas están comprometidas con una economía más competitiva y sostenible para todos.
José María Beneyto es presidente de la Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC).