El pasado viernes puso punto final la quinta edición de El Desafío en Antena 3 con un claro ganador: Gotzon Mantuliz. El creador de contenido era un desconocido para muchos espectadores, 'cegados' por participantes como Victoria de Marichalar, Genoveva Casanova, Feliciano López, Roberto Brasero o Lola Lolita.
No obstante, poco a poco, Gotzon fue superando todas y cada una de las pruebas a las que fue sometido en el concurso producido por Pablo Motos y Jorge Salvador, logrando clasificarse directamente en la primera semifinal al colocarse en el primer puesto del ranking general. Un lugar que logró mantener también en la segunda semifinal y en la final, donde derrotó a Victoria de Marichalar, Susi Caramelo y Lola Lolita con el desafío llamado El cuarteto extremo, un reto de acrobacias que requirió una máxima precisión y fuerza ejecutándolo con Genoveva Casanova. El creador de contenido se llevó un Ford Mustang GT y la tarjeta Openbank con 30.000 euros de premio, que cedió a Roberto Leal, el presentador del formato, para que lo donara a una ONG de su elección.
Desde el primer día, Gotzon, el bracitos, como le llama Susi Caramelo, se propuso entrar a forma parta del cuadro de honor de los ganadores de El Desafío. Se la jugó con las pruebas más bestiales, se prendió fuego, se desolló las manos, se lesionó, disfrutó y salió además de con la gloria de ser el ganador con un nuevo programa de televisión bajo el brazo que, precisamente, va a producir Motos.
- Para los que no te conocen, ¿cómo te definirías?
- Soy un tío bastante normal, que ha seguido su pasión y su sueño, que no era otro que poder vivir cerca de la naturaleza y los animales. Orienté un poco mi vida profesional hacia eso después de haber estudiado enfermería. Empecé a hacer cosas en Instagram como viajes y fotografiando animales. Siempre me han encantado los retos y ponerme a prueba, por eso acepté participar en El Desafío, salir un poco de mi rutina, de mi zona de confort y vivir la experiencia. Así que no sé, creo que soy un tío bastante normal que ha tenido la suerte de poder trabajar haciendo lo que le gusta.
- ¿Qué valoración sacas de tu experiencia en El Desafío?
- La verdad es que ha sido una experiencia muy intensa, enlazando entrenamientos con galas, todo sin parar, no hay descanso así que ha sido como una montaña rusa. Ni te da tiempo a reflexionar de lo que está pasando. Eso sí, poco a poco fui cogiendo confianza en el plató, ya que al principio me impuso porque era muy grande, había mucho público, muchas cámaras, mucha gente trabajando... son una presión añadida a los desafíos. En ciertas galas sí que conseguí disfrutar y evadirme un poco del entorno.
"No sabía si iba a ganar, pero lo que no me esperaba era completar los 12 desafíos"
- ¿Cómo te propusieron participar en El Desafío? ¿Era la primera vez que contactaban contigo?
- Me lo propusieron hace un tiempo, pero me coincidió con unos viajes que tenía cerrados y no eran compatibles con participar en El Desafío. Un par de años después me volvieron a llamar y, como ya lo había meditado la primera vez, lo tuve bastante claro. Sabía que iba a ser un reto muy grande para mí, pero también era una experiencia que me apetecía mucho vivirla.
- ¿Confiabas en ganar desde el principio?
- Por ser como soy, sabía que iba a intentar hacerlo lo mejor posible. Pero claro, son pruebas tan diversas que no sabes qué disciplina te va a tocar y en alguna o en varias vas a fallar. Lo que no me esperaba era completar todos los desafíos, los 12, que me puso el programa. Siempre hay una gala donde la prueba te pone más nervioso de la cuenta o tienes mala suerte y pinchas. Para mí sí que ha sido una sorpresa no fallar ninguna.
- ¿Tu buena forma física te ha servido para ganar?
- La diversidad de pruebas que tiene este programa hace que, aunque la forma física te ayuda en ciertos desafíos, no es un formato físico. De las 12 que he hecho, solo tres han sido de gran exigencia física. En las musicales, por ejemplo, tu forma física no vale para nada. En El puente, lo que tienes que hacer es memorizar, los de escapismo... Incluso la apnea, que a priori parece algo muy físico, no tiene mucho que ver con la forma física porque mucha gente pensaba que incluso iba a batir el récord, y no fue así porque hay que controlar los nervios, yendo mucho más allá de lo físico. Eso hace que cualquiera pueda ganar El Desafío.
- ¿Cómo viste a tus rivales de la final: Victoria de Marichalar, Susi Caramelo y Lola Lolita?
- Cualquiera de nosotros podía ganar, ya que las pruebas eran todas diferentes y la valoración era muy subjetiva porque había cosas que gustaban más que otras. Me alegró mucho compartir final con ellas y también con los otros cuatro concursantes que se quedaron fuera de la final, pero que participaron con nosotros. La final no es de los finalistas, es de todos, estando el último día con todos los compañeros con los que has estado compartiendo camerino y tantas horas de sufrimiento.
- ¿Recomendarías a amigos tuyos que participasen en El Desafío?
- Sí, siempre y cuando tengan en cuenta a lo que van. Este es un programa en el que tienes que tener claro que si te apuntas es para dedicarle tiempo, esfuerzo y dar el máximo, porque es muy exigente. También es verdad que yo me lo he tomado muy en serio. Es un formato en el que si estás dispuesto a estar cuatro meses centrado en esto y entrenar duro, será genial. Si no, creo que puedes tener una participación descafeinada y no la disfrutas igual. Entonces, si no lo tienes claro o te da un poco pereza, no es el programa para ir. Para mí ha sido un regalo cada semana poder entrenar con los mejores de cada disciplina para hacer cosas que no haría en mi vida. Vamos, que lo recomiendo completamente.
- ¿Cuáles han sido las pruebas en las que más has disfrutado? ¿Y en las que menos?
- Me lo he pasado muy bien con todas, la verdad. La primera, la de la coreografía en el aire, fue increíble porque el mundo del circo siempre me ha encantado; y la del cubo de Rubik en llamas, porque uno de mis sueños era ser especialista de cine. ¿La más complicada? La de la final porque sentía, por una parte, la presión de querer puntuar, de buscar tres dieces y al final vencer, ya que solo había conseguido ganar en el primer programa. Y luego, por otro lado, cerrar con un broche de oro mi experiencia en El Desafío, irme con buen sabor de boca y hacer algo realmente espectacular que era la final junto a Genoveva Casanova en la prueba de Cuarteto extremo.
- ¿Sufriste alguna lesión durante la emisión?
- Sí. A raíz de la primera prueba de la coreografía en el aire, de estar colgado tanto tiempo y por el esfuerzo físico tan grande que tuve que hacer, sí que sufrí bastantes molestias de hombro y tuve que hacer mucha rehabilitación, ir al fisioterapeuta... En otra prueba me reventé un tobillo, los antebrazos... lesiones que arrastré hasta la final, donde acabé destruido. De hecho, unos cuantos meses después de la grabación, todavía no se me han ido todos los dolores. Es que en la final me pasé por completo, tuve una tendinitis, una muñeca abierta... acabé reventado, la verdad.