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¡De Viernes!

Bárbara Rey 'revienta' Telecinco y a Alessandro Lequio

Bárbara Rey se sentó en el plató de ¡De Viernes! en el tercer especial del programa sobre la vida de la vedette con las pistolas bien cargadas. Bárbara Rey no permitió ni un pero de los colaboradores hasta el punto en que Santi Acosta tuvo que pedir incluso que la silenciasen

Bárbara Rey
Bárbara Rey y Alessandro Lequio, anoche en ¡De Viernes!MEDIASET
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Dice el sabio refranero español que quien juega con fuego acaba quemándose. Anoche, Telecinco y ¡De Viernes! se quemaron a lo bonzo. En el tercer especial sobre la vida de Bárbara Rey, la entrevista a la vedette terminó como solo podía terminar cuando a Bárbara Rey se le ataca: 'reventando' el programa, la cadena y a los colaboradores. Bárbara Rey no se sentó dispuesta a que nadie le pusiese la cara colorada ni a que nadie le reprochase nada de nada. Bárbara Rey se sentó a contar su verdad, real o no, pero su verdad, y no consintió ni media.

Cuando se ataca a un animal herido, lo habitual es que el animal responda con toda su fuerza. Eso es lo que hizo Bárbara Rey anoche. Hasta tal punto que Santi Acosta, presentador de ¡De Viernes!, tuvo que hacer lo que nunca antes había ocurrido en el programa: silenciar al invitado. Bárbara Rey fue con las pistolas bien cargadas y disparó a diestro y siniestro. Son muchos años los que la vedette lleva recorriendo platós de televisión, siendo la protagonista de la crónica rosa y aguantando acusaciones. Anoche le tocaba a ella. Era su momento y no lo desperdició.

Fue un programa tenso desde el minuto uno. Que entre los colaboradores estuvieran Ángela Portero, Alessandro Lequio y Álvaro García Pelayo, representante de Ángel Cristo, no auguraba que el programa fuese a ser fácil. No lo fue, ni mucho menos. Era más que previsible. Bárbara Rey es un huracán que arrasa con todo a su paso cuando se ve atacada; ellos son los encargados de señalar, marcar y colocar el objetivo. El resultado: una lucha de titanes que terminó de la peor manera posible para ¡De Viernes! y, de rebote, para Telecinco.

Empecemos por el peor momento de la noche: el enfrentamiento entre Bárbara Rey y Alessandro Lequio. Se tenían muchas ganas, tal vez demasiadas. Era más que previsible que sentar a ambos cara a cara en un plató no iba a traer nada bueno y, efectivamente, no lo trajo.

En medio de un cruce de acusaciones entre la vedette y el conde, Bárbara Rey sacó las uñas, las garras y el armamento al completo. "Considero que el chantaje al Rey no es un comportamiento legítimo, pero considero mucho peor los malos tratos", soltó la invitada con toda la intención de amedrentar a Alessandro Lequio, pero amedrentar a Lequio es más que complicado. "¿Los que sufriste de tu marido?", reaccionó el colaborador, haciéndose el despistado. "Y que han sufrido también otras mujeres", añadió Bárbara Rey con sorna.

"¿De quién?", preguntó Lequio. El conde había mordido el anzuelo. Ese "¿de quién?" era lo que Bárbara Rey necesitaba para lanzar el ataque final contra Alessandro Lequio, con el que ya había tenido más de un choque durante la entrevista: "Todos tenemos Google y se pueden meter y buscar las cartas de la vergüenza de Alessandro Lequio". Santi Acosta y Beatriz Archidona se dieron cuenta de cómo iba a terminar esto si lo permitían. Intentaron pararlo. Fue imposible. "Este no es el tema, te lo he dicho al principio del programa, Bárbara", le intentó frenar Santi Acosta a Bárbara Rey.

Bárbara Rey había metido la directa y no iba a frenar, ni mucho menos: "Has reconocido que has pegado a mujeres y, quien quiera verlo, desde aquí hago un llamamiento para que lo vea todo el mundo". Bárbara Rey se levantaba del asiento, se dirigía a su cámara e instaba a los espectadores a que compartieran en redes sociales el vídeo en el que Alessandro Lequio dice que maltrataba a mujeres. Santi Acosta no podía controlarla. Bárbara Rey era imparable.

Lequio intentaba defenderse asegurando que él "jamás" había sido denunciado, juzgado ni condenado por ningún delito. Y añadía más leña al fuego, porque cuando se enciende la chispa ya es imposible pararlo: "Aquí la única persona que ha sido condenada a dos años de prisión por un delito de alzamiento de bienes eres tú".

Pim, pam, pum. De un lado y del otro. En medio, los dos presentadores, que poco podían hacer. Bárbara Rey estaba ya desatada y cuando Bárbara Rey está desatada... "Lo que no sé es cómo existe todavía alguna televisión que contrata a este señor". ¡Boom! Guantazo directo a Mediaset, a Telecinco, a los programas en los que colabora Lequio... Santi Acosta, desesperado, consciente de que el enfrentamiento estaba salpicando a quien no debía salpicar, es decir, a la cadena, hizo lo que hacía mucho tiempo que no se veía en la televisión: pidió que le cerrasen el micrófono a Bárbara Rey. Apaga y vámonos. "¿Le bajáis el micro, por favor?", instó el presentador de ¡De Viernes!. "¿A mí? ¿A mí?", gritaba la vedette tachando lo que estaba ocurriendo de censura. Se acabó. Sin voz ya no había nada que hacer.

Los enfrentamientos de Bárbara Rey

¿Cuántas veces podrían haber apagado anoche el micrófono de Bárbara Rey? Muchas, pues Bárbara Rey anoche estaba desatada y repartió a diestro y siniestro, a un lado, al otro, enfrente, detrás, a todos, pero solo cuando atacó a la cadena es cuando se la silenció. Porque movidas, anoche, tuvo con casi todos. Que se lo digan a Ángela Portero. Fue un toma y daca entre la periodista y la vedette. Primero, por la reina Sofía; después, por las grabaciones de Bárbara Rey al Rey Juan Carlos; después, con el tema de Hortensia Blázquez, la íntima amiga de Bárbara Rey y supuesta instigadora de sus tórridas fotos con Juan Carlos... Y así toda la noche.

Bárbara Rey no tuvo ningún reparo en calificar a Ángela Portero de "mala persona", en referirse a ella en unos términos que poca gracia le debieron hacer a la periodista, y todo ello con ese arte de vedette absoluta que se gasta Bárbara Rey. "Eres mala, eres mala, eres mala persona. No eres nada empática con las mujeres. A mí no me gusta faltar, pero que, ante una cosa que yo he vivido en mis propias carnes, me diga esta señora que es mentira... tienes una desfachatez que no tiene límites". Pim, pam, pum, Bárbara Rey cual gata panza arriba.

Tampoco se libró el portavoz de su hijo, Álvaro García Pelayo. La historia de Bárbara Rey con Ángel Cristo ha marcado los últimos meses de la crónica social de este país. Los dos se han atacado sin cuartel, han vertido acusaciones gravísimas, se han vendido el uno al otro en los platós de televisión. Resultado: lo que pasó anoche.

Todo ocurrió cuando a Bárbara Rey le ponían los nuevos audios que han salido a la luz este lunes entre Santiago Arriazu, cómplice de los chantajes al Rey emérito, y la vedette. "Me sabe tremendamente mal que estos audios salgan a la luz. Confío en Santi Arriazu, me vinieron a buscar a mi casa...", comenzó diciendo Bárbara Rey. Rápidamente era cortada por Álvaro García Pelayo: "Absolutamente falso. Te doy las buenas noches, que no me conoces. Te agradezco que estés aquí".

En ese momento, Bárbara Rey se mostraba contundente: "Me pensaba encontrar con tu queridísima esposa, pero mira. No habrá tenido tiempo de maquillarse". En ese momento, Santi Acosta, presentador, tenía que intervenir: "Bárbara, la vida privada de nuestros colaboradores no es el objeto de esta entrevista. Su mujer no tiene nada que ver". Ángela Portero, colaboradora y mujer de Pelayo, estaba presente en el plató a escasos metros, sentada cerca del propio Álvaro García Pelayo.

Presentador y vedette no llegaban a un acuerdo y tras decir Bárbara Rey un "perdóname, Santi", el presentador daba un golpe encima de la mesa: "Perdóname tú, Bárbara. Yo soy el presentador. Hablo, me escuchas y respondes. Vamos a establecer las reglas del juego y fuera". "Bueno, si empezamos mal...", señalaba una Bárbara Rey indignada. Más adelante, Bárbara mantenía otro cara a cara con el representante de Ángel Cristo al asegurar que lo poco que tenía estaba "a muy buen recaudo": "Nunca pensé que mi hijo me lo iba a robar. Vosotros habéis hecho uso de esos audios antes que yo".

Álvaro García Pelayo lo negaba rotundamente: "Yo no los he utilizado. ¿Me puedes escuchar? Estas grabaciones, todos los periodistas de los años 90 lo tenían en su poder. Porque las has facilitado tú". Bárbara Rey estallaba: "¡Qué poca vergüenza!". La vedette confesaba que no supo nada de ese material. Quien sí lo sabía, según ella, era su hijo con 16 años: "No es normal que a todo lo que yo diga, este señor diga que no". La tensión entre ambos crecía por momentos. Porque la tensión anoche creció hasta que todo estalló. Hacía mucho que no veíamos esto en televisión, mucho...