YODONA
Mujeres sobresalientes

Natalia Carrasco, diseñadora de Flabelus, y Leire Urzaiz, de Papiroga, lanzan Caru Atelier, una marca de accesorios elegantes y divertidos, para llevar 24/7

Leire Urzaiz y Natalia Carrasco son las mentes tras Caru Atelier, una nueva marca de accesorios -principalmente collares, pendientes y bolsos- con un objetivo: "Crear conciencia con lo que consumimos".

Actualizado
Leire Urzaiz y Natalia Carrasco, fundadoras de Caru Atelier.
Leire Urzaiz y Natalia Carrasco, fundadoras de Caru Atelier.

Leire Urzaiz (43) y Natalia Carrasco (43) se conocieron en la despedida de soltera de una amiga común allá por 2012. Las dos trabajaban entonces en Zara -al igual que la futura novia-, pero hasta ese momento no habían establecido contacto. Después de aquellas copas y aquellas risas, siguieron manteniendo relación hasta convertirse en buenas amigas. «Nunca nos perdimos la pista», dice la primera.

Collar modelo Circe (109 euros).
Collar modelo Circe (109 euros).

Hasta el punto de que hace algo más de un año, cuando se sucedieron algunos cambios vitales, decidieron emprender un proyecto juntas. «Siempre habíamos fantaseado con la posibilidad de hacerlo. De hecho tenemos muchísimas carpetas compartidas de Pinterest con ideas que íbamos cogiendo».

Como punto de partida, sabían que si llegaban a hacer algo sería opuesto al modelo de fast fashion en el que se habían conocido. A caballo entre Madrid, donde vive Leire, y Harare, Zimbabue, país al que se mudó Natalia cuando tuvo a su hijo, nació hace un par de meses Caru Atelier, una marca de complementos donde cada pieza se cuida y elabora con mimo.

Pendientes (65 euros).
Pendientes (65 euros).

La trayectoria de Natalia

«Las dos estuvimos en el departamento de calzado de Inditex», cuenta Leire, aunque no llegaron a coincidir. Natalia, natural de Elda (Alicante), zona de referencia en el sector, tenía medio escrito el destino. «Prácticamente me crié en una fábrica. De hecho, yo donde quería trabajar y donde me sentía realmente cómoda era en fábrica».

Ella estuvo al frente de «toda la parte nacional de zapatos de Zara Woman y del mundo para bolsos». Tras Inditex y un periodo en Bimba y Lola, desembarcó en Parfois, donde coincidió con el cambio de imagen de la marca y donde fue directora de producto a nivel mundial. «Todas las colecciones las supervisaba yo». Desde hace unos años, ya como freelance y con ritmo algo más sosegado, se centra en marcas más pequeñas. "Actualmante soy la diseñadora de Flabelus -las slippers que lleva media España-. Cuando entré vendían 700.000 pares; hoy estamos en 15 millones".

La trayectoria de Leire

Leire, tras su paso por Zara, se regaló un año en el extranjero. "Estuve en París y Londres y después regresé a Madrid". Fun&Basics, Amichi y el grupo Tendam fueron las etapas previas a fundar Papiroga, marca de bisutería en la que trabajó una década.

Bolso reversible (98 euros).
Bolso reversible (98 euros).

"Logramos hacernos un hueco importante en el mercado. De la experiencia de emprender me llevé muchas conclusiones; las más destacadas: que la moda no es algo superfluo, es tu primera carta de presentación, y la importancia del producto y de la forma en la que se trata".

Leire Urzaiz con la pieza Tessera, hecha con resina y cuarzo verde.
Leire Urzaiz con la pieza Tessera, hecha con resina y cuarzo verde.

¿Cuál es el mayor aprendizaje que os llevasteis de vuestro paso por Inditex?
NATALIA CARRASCO. Lo que más aprendí fue lo que no quiero ser... Mucha gente se piensa que por estar en Inditex es la bomba. Diría que me enseñó mucha ética y yo creo que hay que ser muy fiel a la ética de cada uno. También creo que es una empresa que te da todas las herramientas para entender el sector y por la que tienes que pasar si te dedicas a esto. LEIRE URZAIZ. Para mí fue diferente. Yo estudié Ingeniería, trabajé en consultoría y Zara fue mi primer trabajo en moda. A mí me abrió las puertas para entender este mundo desde dentro y en una de las más empresas más grandes.
¿Cuándo y por qué decidís salir del mundo del fast fashion?
N.C. En mi caso la maternidad tuvo mucho que ver. Empecé a pensar en el mundo que le iba a dejar a mi hijo y lo que veía no me gustaba. Además, me formé en temas de sostenibilidad y vi que los tiros iban por ahí. L.U. Cuando nació Papiroga tuve claro que las reglas del juego tenían que ser otras. Partimos de la ética a la hora de fabricar nuestras piezas.
¿Cuál es la esencia y la filosofía de Caru Atelier?
N.C. En realidad, es una marca que refleja lo que nos fluye a las dos. No tenemos un producto definido y nuestra idea desde el inicio es que no se pareciera a nada de lo que había en el mercado.
¡Menudo reto con todas las marcas que existen actualmente!
N.C. Va mucho también de crear conciencia con lo que consumimos. Preferimos hacer colecciones pequeñas y especiales y sin prisa. Las cosas no tienen que llegar de un día para otro. No pasa nada por esperar porque vas a disfrutarlas toda tu vida. L.U. Apostamos por modelos que duren más allá de las tendencias. A través de su web venden las dos colecciones que han creado: una de bolsos y otra de complementos, pendientes y collares principalmente.
¿Cómo trabajáis las piezas?
L.U. Los pendientes y los collares los creamos con resinas de la India. Allí encontramos un taller pequeño que las trabaja con una filosofía sostenible. Todo lo que hacemos es artesanal. N.C. Los bolsos los producimos en Zimbabue, con ropa y telas que llegan en contendores desde Europa. Hay que comprar el tejido pero no lo producimos. Es una forma de dar una segunda vida a lo que la gente tira.
¿A qué mujer queréis conquistar?
L.U. Nos encantaría ser una marca para cualquier generación. Hacemos piezas elegantes y divertidas, que te pueden acompañar en cualquier momento del día.