Los proyectos educativos y sociales relacionados con el reciclaje pueden ser una herramienta de integración para personas con trastornos del espectro autista, al mismo tiempo que ayudan a la sociedad a avanzar hacia un futuro sin residuos
Se estima que hoy viven en España más de 450.000 personas con trastorno del espectro autista (TEA). Aunque la sociedad ha avanzado hacia una mejor integración de este colectivo (que supone el 1% de la población), a través de la eliminación de algunas barreras físicas, sociales y laborales, los expertos y las asociaciones señalan que todavía queda camino por recorrer hasta conseguir la plena inclusión y su participación igualitaria en la sociedad.
El TEA no es una enfermedad, es una condición que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral. En concreto a dos áreas del desarrollo neurobiológico: la que regula la comunicación e interacción social y la que tiene que ver con la flexibilidad del pensamiento y el comportamiento. Aunque cada persona dentro del espectro autista presenta unas características distintas, hay rasgos que aparecen de manera común, como problemas para interactuar con otros o una rigidez del comportamiento y del pensamiento (intereses restringidos o repetitivos).
Son características que implican necesidades diferentes para el aprendizaje y las interacciones, tanto en el lenguaje verbal como en el no verbal, y que a menudo dificultan su integración en laboral. Con el objetivo de abrir vías de inclusión, Ecoembes —la organización responsable de gestionar el sistema de reciclaje de los contenedores azul y amarillo en todo el territorio español— está impulsando dos programas para fomentar la integración, el bienestar y el desarrollo de las personas con TEA. Desde el terreno de la economía circular Ecoembes apoya iniciativas que colaboran con centros especializados con un doble beneficio: proponer actividades de inclusión para personas con TEA, al tiempo que ayuda a avanzar hacia un futuro sin residuos.
La educación ambiental protagoniza uno de esos proyectos con los que Ecoembes quiere apoyar la inclusión. Se trata de Naturaliza, con el que se busca ayudar al profesorado para incorporar el medio ambiente a las clases y fomentar la reconexión de los alumnos con la naturaleza. Desde la organización explican que ya son más de 2.700 los profesores de 1.749 colegios de España los que forman parte de la red Naturaliza. Este programa ofrece formación y recursos a los docentes y, desde este año, se ha ampliado a la educación especial con propuestas didácticas avanzadas.
"Estas propuestas adaptadas tienen los mismos objetivos que el resto: incorporar y trabajar contenidos ambientales de forma transversal en el aula, vinculándolos a los saberes básicos de las diferentes áreas", explica Helena Astorga, responsable de Naturaliza. "Se han tenido en cuenta consideraciones para favorecer un aprendizaje inclusivo y efectivo, aunque en último término es el profesorado quien tiene que identificar qué actividades son las más adecuadas para las características y necesidades específicas del alumnado".
Al adaptar sus contenidos a personas con TEA, los responsables del proyecto consideran que se refuerza el papel de todos los alumnos como agentes clave en la construcción de una sociedad sostenible. "Para ello los diferentes materiales didácticos incluidos en las actividades emplean un lenguaje inclusivo, claro, sencillo y directo, evitando información excesiva", señala Astorga. "Se han empleado además diseños visualmente agradables, acompañados de símbolos pictográficos y audiotranscripciones, y se han integrado materiales táctiles, manipulables y visuales que favorecen la interacción".
Recicla tu centro
El otro programa con el que Ecoembes quiere fomentar la inclusión es 'Recicla tu centro — accesible', que va más allá del sistema educativo y apoya centros ocupacionales y establecimientos especializados donde se llevan a cabo actividades para formar a personas con TEA sobre la economía circular. Con contenidos adaptados, están enfocados a informar sobre el reciclaje, estimular su creatividad y enriquecer sus interacciones sociales, adaptándose a sus particularidades.
"Necesitamos a todas las personas y a todos los colectivos, por lo que debemos adaptarnos a sus necesidades de aprendizaje", resume Beatriz Aylagas, responsable del programa. Desde 'Recicla tu centro - accesible' se proporciona formación a los profesionales de estos centros sobre el reciclaje y se les ofrece un paquete de 24 actividades diseñadas por Ecoembes. "Adaptadas a sus capacidades y al ritmo de los usuarios, con actividades de nivel básico, medio y avanzado", añade Aylagas. "Se basan en dos ejes: por un lado, en el lenguaje de pictogramas; por otro en recursos basados en una lectura fácil, con un lenguaje muy directo". De esta forma, desde 2023, el programa ha llevado el reciclaje de envases a más de 32.200 personas con discapacidad en más de 596 centros.
Beneficios
Es el caso del Centro Ocupacional de Duález, en Torrelavega, a través de APTACAN Autismo Cantabria, que participa en el proyecto desde hace dos años. Los usuarios de este centro no están en la etapa educativa, son adultos con autismo de grado 3 y discapacidad intelectual asociada. Su coordinadora, Lorena Villegas, destaca el impacto positivo en los usuarios de las actividades relacionadas con el reciclaje. "En primer lugar les ofrece una rutina estructurada y además, como pueden seguir un proceso claro y repetitivo, es algo que les resulta reconfortante", relata. "La previsibilidad de clasificar y manejar materiales reciclables puede ayudarles a sentirse más seguros y cómodos".
Asimismo, Villegas señala que otro importante beneficio es la ayuda en el desarrollo de la motricidad fina, a través del proceso de clasificación, organización y la atención al detalle. "También nos hemos dado cuenta de que nos ayuda a realizar el trabajo en grupo, fomenta la interacción social y les ofrece más oportunidades para practicar sus habilidades de comunicación".
Serie de Economía Circular realizada en colaboración con la organización Ecoembes.