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Las infecciones están detrás de hasta la mitad de la mortalidad en casos de cáncer hematológico

El Hospital Clínico de Madrid crea la primera Unidad de Inmunoprevención de cánceres hematológicos de Europa. Su objetivo es prevenir infecciones, asociadas a inmunodeficiencias, con riesgo vital para estos pacientes

Un grupo de personas en la puerta del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Un grupo de personas en la puerta del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.ÁNGEL NAVARRETE
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La prevención de las inmunodeficiencias asociadas a cánceres hematológicos podría cambiar el manejo de estas patologías oncológicas. Así lo han puesto de manifiesto los especialistas que han puesto en marcha, en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, la Unidad de Inmunoprevención Oncohematológica, primera en España y en Europa, y en la que ya ha sido atendidos 200 pacientes con diversos cánceres de la sangre.

Las inmunodeficiencias son alteraciones del sistema inmunitario que se relacionan con la aparición de infecciones con mayor frecuencia de lo habitual, fenómeno que compromete la capacidad del organismo para controlar adecuadamente una enfermedad, en este caso el cáncer.

La nueva estrategia del Clínico y de su Unidad de Inmunoprevención Oncohematológica, presentada en el último Congreso Europeo de Hematología, se basa en el empleo de la inteligencia artificial (IA) y en el estudio de las inmunodeficiencias, tal y como han publicado en Clinical Immunology.

Con un equipo multidisciplinar, en la que participan profesionales de Hematología, Inmunología, Medicina Preventiva, Farmacología y Farmacia Hospitalaria, entre otros, el objetivo es "diagnosticar y actuar de una forma precoz sobre las inmunodeficiencias de los pacientes oncohematológicos", indica Silvia Sánchez-Ramón, jefa del Servicio de Inmunología del citado hospital, teniendo en cuenta una evidencia científica consolidada: en este tipo de pacientes, existe una vulnerabilidad inmunológica, con repercusiones sistémicas, que es necesario prevenir para evitar complicaciones que pueden poner en riesgo la vida del paciente. "La evasión inmunológica es el punto concreto que debemos evitar. Mediante su estudio podríamos predecir la susceptibilidad al desarrollo de infecciones, derivadas de la inmunodeficiencia".

De hecho, los profesionales de esta unidad calculan que entre el 25% y el 50% de la mortalidad en pacientes oncológicos está estrechamente relacionada con la presencia de infecciones. "En leucemia linfocítica aguda, por ejemplo, la mortalidad derivada de una infección se sitúa en torno a un 50%, la misma cifra que en el caso del mieloma múltiple (MM)", señala Sánchez-Ramón. En términos globales, un 80% de pacientes sufrirá al menos una infección grave a lo largo de su proceso tumoral.

Para saber más

El cáncer es un proceso biológico complejo en el que el estudiar la inmunodeficiencia primaria en cáncer hematológico, con elementos clave como los linfocitos T y las células 'killer', entre otros, "podría cambiar el paradigma del abordaje de la inmunodeficiencia asociada al cáncer hematológico", considera la jefa de Inmunología. Y los datos son concluyentes sobre su impacto: la inmunodeficiencia confiere cuatro veces más de riesgo de infección grave. También es posible que influya en la progresión de la enfermedad, hecho que ha empezado a analizarse".

Calidad de vida que ahorra costes

Se calcula que el uso de gammaglobulinas para prevenir infecciones en cáncer hematológico en este tipo de pacientes supone un coste de 18.000 euros al año, décima parte del coste si se compara con el resto de terapias hematológicas. Prevenir las inmunodeficiencias y sus infecciones asociadas en estos pacientes supondría, por tanto, un ahorro de casi 5.000 euros por paciente y año.

Además, un estudio llevado a cabo por los expertos de la Unidad de quimioprevención de inmunodeficiencias del Hospital Clínico publicado en Frontiers in Immunology señala que el tratamiento con anticuerpos, como las gammaglobulinas, para prevenir las infecciones redujo los días de hospitalización: de 14 a 6 días, así como la estancia en UCI: de 2,7 días a 0 días.

Los especialistas también conocen que la presencia de una inmunodeficiencia primaria otorga un 10% más de riesgo de padecer cáncer hematológico. Así, en un trabajo publicado en Naturerealizado sobre 151 pacientes, y combinando datos procedentes de inteligencia artificial (IA), de la clínica y de pruebas inmunológicas, se comprobó que el 70% de los pacientes a los que se diagnosticó inmunodeficiencia primaria habían debutado con cáncer hematológico. "Estamos viendo la punta del iceberg", subraya Sánchez-Ramón.

De estrategia reactiva a proactiva al diagnóstico

Para Celina Benavente, jefa del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Clínico San Carlos, de Madrid, este cambio de paradigma se sustenta en pasar de una estrategia reactiva a otra proactiva al diagnóstico de cáncer "con un enfoque multidisciplinar y preventivo. La colaboración entre especialidades ha sido y será fundamental, en este contexto, para aplicar una atención integral y coordinada para nuestros pacientes, con una estimación inicial de atender aproximadamente a 200 al año".

Según la hematóloga, el nuevo recorrido se basaría en que una vez que los pacientes con diagnosticados de linfomas, leucemias o mielomas, son evaluados por los inmunólogos y de Medicina Preventiva, quienes ofrecerán una prevención integral consistente en vacunación personalizada.

Después, profesionales de Farmacología iniciarán tratamiento específico de la inmunodeficiencia detectada y profilaxis con inmunoglobulinas, cuando exista indicación clínica, y educación en medidas preventivas. "Aquellos pacientes con una variante genética de inmunodeficiencia primaria podrían ser tratados con fármacos dirigidos expresamente hacia su alteración inmunológica y al origen genético de su cáncer".

Precisión máxima

Con el algoritmo de inteligencia artificial (IA), creado específicamente en la citada unidad del Clínico y que alcanza una precisión superior al 91,8%, los profesionales pretenden facilitar un diagnóstico precoz de las inmunodeficiencias en pacientes con riesgo de infecciones. El objetivo es instalar una medicina personalizada frente a la infecciones y la recurrencia o progresión del proceso hematológico. En el futuro, este avance podría extrapolarse a otros tipos de cáncer.

El algoritmo analiza 37 variables, clínicas e inmunológicas, mediante modelos de machine learning con tan solo dos variables finales. Su elevada precisión ha permitido concluir, según datos extraídos de un estudio de estas unidad sobre 151 pacientes, que el 66% de los enfermos con linfomas, leucemia o mieloma múltiple e infecciones recurrentes o graves presentaba una variante genética de inmunodeficiencia primaria.