Los autores de cómic españoles están acostumbrados a enfrentarse a mil y una penalidades antes de ver sus trabajos editados. La escasa remuneración, que no suele compensar las horas de trabajo invertidas, y la falta de apoyo de los editores provocan que muchos decidan apostar por otros mercados más lucrativos, como el francés o el norteamericano, aunque ello les pueda suponer más ataduras creativas. Otros han optado por la autoedición para llevar a cabo sus obras; una opción que, si bien supone una considerable carga de trabajo añadido, puede dar muchas satisfacciones a la larga, máxime si el proyecto recauda más de 100.000 euros.
En 2018 cuatro creadores lanzaron una propuesta a través de la plataforma de micromecenazgo Verkami: un cómic de dos partes sobre la controvertida figura de Blas de Lezo, leyenda de la Armada española. Ángel Miranda y Ramón Vega, guionista y documentalista respectivamente del proyecto y expertos en historia naval, contaban con un dibujante espectacular para llevar la vida de Lezo a las viñetas, Guillermo Mogorrón, fogueado en Marvel Comics, a quien se sumó Miguel Ángel Abad como colorista.

"En nuestros teléfonos todavía hay un poco de él"
El objetivo era recaudar 19.000 euros con la primera entrega. Consiguieron más de 68.000.
Ya terminado el primer cómic, en 2024 lanzaron una nueva campaña para financiar la segunda parte. El éxito inicial auguraba una buena recaudación, pero el resultado superó cualquier previsión: las donaciones alcanzaron unos mareantes 121.687 euros.
Desde Verkami confirman que Lezo I y II son los proyectos que más recaudación han conseguido en la categoría de cómic, pero la segunda parte también se encuentra entre los diez primeros de su historia en cualquier categoría. En concreto, el séptimo.
Fue Miranda quien optó por la plataforma: "Decidí sacar adelante mi primer cómic histórico, Espadas del fin del mundo, por medio del crowdfunding y la autoedición. Su buena acogida y reconocimiento me permitió embarcarme en un nuevo proyecto aún mayor. Tras preguntar a mis lectores, quedó claro que Lezo debía ser el siguiente paso, así que me puse manos a la obra y busqué al dibujante idóneo. Descubrí el trabajo de Guillermo en una exposición de Madrid, con una ilustración sobre el Quijote que saltaba del papel. Lo contacté y decidió sumarse a la aventura".
Miranda desechó un contacto previo con el circuito editorial tradicional: "Era un guionista desconocido, dudaba que me abrieran las puertas. Por otra parte, prefiero construir mis proyectos por mí mismo para que tengan la calidad y la visión que busco. Nuestro éxito y la cantidad de lectores que nos acompañan han permitido que podamos autofinanciarnos las próximas obras. El siguiente paso sería vender los derechos fuera".
Pese a los buenos resultados, el autor descarta fundar su propia editorial: "Como por ahora sólo estamos interesados en publicar nuestro material nos va bien así, tenemos la misma distribución nacional que cualquier editorial. En algún momento sí podríamos plantearnos la creación de un sello que aúne todas nuestras publicaciones. También estaríamos abiertos a trabajar con una editorial si quisiera apostar fuerte por nosotros".
Por su parte, el dibujante Mogorrón añade: "Este trabajo ha sido algo valioso para mi trayectoria, y para el modo de enfocar los proyectos de cómic autogestionados en España. He descubierto que puedes involucrar a gente en un proyecto si lo vendes de manera atractiva, y que hay mercado fuera de los cauces habituales".
"Espero ser capaz de repetir la experiencia algún día con un proyecto diferente, aunque gestionar tu propio cómic de principio a fin no es siempre tan desahogado como tener una editorial que se ocupe de las partes más tediosas del proceso, como la distribución", reconoce. Y concluye: "No pensábamos tener un éxito tan descomunal, pero sí sabíamos que era posible tener un buen resultado".