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''Estábamos formados, escuchando el himno de la Champions cuando de pronto se escucha un boom tremendo, con una portería caída. Aquello fue una escena chistosa''. Fernando Sanz rememora, 26 años después, es mayor esperpento en el estadio Santiago Bernabéu que marcó para siempre la primera vez que se enfrentaron Real Madrid y Borussia Dortmund, en la ida de la semifinal de la Champions. Fue el 1 de abril de 1998, cuando los ultras del Fondo Sur se encaramaron a la valla metálica de protección y rompieron el tensor de la portería. Bochorno en el mayor escaparate europeo. El árbitro, el neerlandés Mario van der Ende, mandó a los jugadores al vestuario y dio media hora al Real Madrid para reparar la avería. A partir de ahí se desencadenó un vodevil grandioso.
Los operarios del club levantaron la portería y comprobaron que un poste estaba roto. Agustín Herrerín, que luego sería delegado del club, junto a varios motoristas de la policía se trasladó a la Ciudad Deportiva para traer una de las porterías utilizadas en los entrenamientos. También le acompañó el ex portero Miguel Ángel. Allí se encuentran con Cándido Gómez, el héroe del sainete.
''Yo Estaba con mi sobrino Juan Manuel trabajando en la antigua Ciudad Deportiva. Allí había una feria y estábamos montando un stand. Mientras descargábamos los materiales, vimos aparecer a Agustín Herrerín, a Miguel Ángel, y a ¡ocho policías! Herrerín estaba descolorido. Se acercaron a nosotros y nos dijeron que necesitaba mi camión para llevar una portería. Nos pusimos manos a la obra, pero había un problema y es que el almacén donde guardaban la portería estaba cerrado, por lo que tuvimos que abrirlo haciendo un alunizaje, dimos marcha atrás el camión y rompimos en candado'', recordó entonces el conductor.
''Había mucha tensión en ese momento. Cargamos la portería y nos fuimos a toda pastilla. Tardamos ocho minutos en llegar al Bernabeú. Salimos escoltados por la Policía. Parecía el presidente del Gobierno. Salimos en dirección prohibida, bajamos por la mediana de La Castellana, nos saltamos todos los semáforos. Íbamos a lo que daba el camión, a 90 kilómetros por hora. Al girar en Concha Espina la portería casi se nos cae porque con las prisas ni siquiera la atamos. Casi nos matamos'', señaló Cándido Gómez.
58.000 pesetas y un balón firmado
El camión lo dejaron en junto al centro comercial de la Esquina del Bernabéu y metieron la portería por un vomitorio por el que apenas podía entrar. Al final, consiguieron introducirla en el campo y se disputó el partido, con victoria 2-0 del Real Madrid, con goles de Morientes (minuto 24) y Karembeu (minuto 67).
''Nos invitaron a ver el partido, pero no nos quedamos porque teníamos que trabajar. Luego nos dieron 58.000 pesetas y Fernández Trigo nos regaló relojes, una insignia y un balón firmado por los jugadores. El presidente Lorenzo Sanz también nos lo agradeció'', dijo, en un reportaje del diario As, el dueño del milagroso camión.
Una historia que ahora es reconstruida desde tres perspectivas distintas. Fernando Sanz, defensa titular e hijo del presidente, estaba en centro del campo: ''Recuerdo aquel día con mucha tensión, porque era mi debut en la Champions. Al ser mi primer partido, y además en una semifinal, estaba muy tensionado, pero todo se complicó cuando, de pronto, se cayó una portería. Aquello era una situación incrédula. Nos fuimos al vestuario y allí vivimos una montaña rusa de sensaciones, de pronto nos decían que salíamos a jugar en cinco minutos, luego que esperásemos, que se podía suspender el encuentro, luego que salíamos y así durante una hora''.
''Cuando regresamos al campo vimos que habían traído una portería de la Ciudad Deportiva y que era una con la que entrenábamos todos los días. Yo la tenía perfectamente identificada porque me había tocado trasladarla de un lado para otro durante muchos entrenamientos. Esa portería nos conocía y se portó muy bien, con aquel punterazo de Karembeu que terminó en gol''.
Ese esperpento sirvió, según afirma Fernando Sanz, para que a partir de entonces se aprobara una norma que obliga a los clubes a tener siempre una portería de repuesto en el estadio. ''Al Real Madrid no le sancionaron porque nunca se había contemplado que pasara esa situación'', recalca el defensa. ''Mi padre lo pasó fatal, estuvo muy jodido con aquello'', incide. Fernando Sanz estuvo espléndido en ese partido y volvió a ser titular en el encuentro de vuelta de la semifinal en Dortmund. ''La noche antes del partido tenía una fiebre de caballo por una gastroenteritis, no dormí nada, pero dije a todos que estaba bien y que podía jugar''. Ese partido terminó con empate (0-0) y el Madrid se clasificó para la final de la Séptima.
La incertidumbre del vestuario
Guti rememora la historia desde la perspectiva de estar sentado cerca del entrenador Jupp Heynckes: ''Si te soy sincero, recuerdo poco de aquel incidente. Sé que estaba en el banquillo y que de pronto se cayó la portería en un fondo. Hace mucho tiempo de aquello y la sensación que me quedó era la de una gran incertidumbre sobre si se podía jugar el partido''. Entonces el centrocampista canterano tenía 22 años y era uno de los recién llegados a la plantilla. ''Sé que después de calentar volvimos al vestuario y que luego regresamos al campo y que hubo mucha preocupación sobre si el partido se podía disputar'', añade.
Aitor Karanka se acuerda mejor del incidente. Ese partido no lo disputó, pero estuvo presente en el estadio Bernabéu, con una visión distinta a la del terreno de juego: "Vi todo desde el palco, ya que estaba lesionado. De repente se cayó la portería y la imagen que tengo grabada en la memoria es la del difunto Miguel Ángel, el jefe de la Ciudad Deportiva. Se puso al instante en acción para solucionar aquel problema y consiguió que llegara la portería desde la Cuidad Deportiva, lo que provocó una ovación atronadora y un ambiente más espectacular''.
''Fue la antesala de una de esas noches mágicas en el Santiago Bernabéu. El ambiente fue a más cuando el equipo marcó los dos goles que permitieron tener pie y medio en la final", recuerda ex jugador, que ahora trabaja como Observador Técnico de UEFA, lo que ha permitido analizar en profundidad a varios equipos en esta Liga de Campeones, uno de ellos ha sido el Borussia Dortmund. ''No se le puede subestimar, sería un error, como se vio ante el Atlético de Madrid y el PSG. Pienso que el Real Madrid tiene mejor equipo y, además, le beneficia tener más experiencia en este tipo de partidos que su rival. Sin embargo, deberá ir con ojo porque el Borussia Dortmund juega con mucha intensidad. Hummels, por ejemplo, comanda la defensa con mucha personalidad, y eso se contagia al resto del grupo. Es un equipo que, si juega a su nivel, tiene mucho peligro y variedad de recursos para hacer daño en cualquier jugada".
Aitor Karanka se encuentra en la actualidad dirigiendo y organizando el I Congreso de Fútbol y Derecho Deportivo, que se celebrará en Granada el 7 y 8 de junio, con ponentes como Jordi Cruyff, Joan Capdevila, José Antonio Camacho, Santi Denia, Carlos Carvalhal, Lucas Alcaraz y Maria José Rienda, entre otros.