- Crónica El Madrid se atasca en Vallecas
Un demente Rayo Vallecano no quiso perder con el Madrid ni por lo civil ni por lo criminal. Pareció que se jugaba la vida, la salvación de su alma. Vehemente, leñero y comprometido hasta que le fallaron las fuerzas.
Vaya por delante que el Madrid mereció ganar. Pero era imposible en un terreno demasiado estrecho, donde resulta muy difícil jugar para los equipos técnicos. No hay espacio. Y menos si aparece un Rayo enloquecido, capaz de dar toda la pasión de su sangre.
Luego bajarán a Segunda, pero no han perdido contra el Madrid. Iñigo Pérez se equivocó mandando correr a los suyos hasta que soltaran espuma por la boca. Agotados desde el minuto 25, recibieron dos goles instantáneos. Es cierto que Ancelotti ayudó, con su alineación espantosa , a que el Madrid no se enterara durante la primera hora. ¿Donde puso a Brahim? Todavía no lo sé. ¿Y Arda Güler? Luego, con la puñetera manía de jugar sin delantero centro, algo más que una maldición.
Por no hablar lo de Tchouaméni, culpable de los dos primeros goles vallecanos, por no seguir el balón con su altura. No se entera porque no es defensa. Y lo peor es que no es nada. Lo que está haciendo Carletto con Raúl Asencio es una prevaricación, un desprecio al fútbol joven, porque tienen que jugar quienes están más próximos a su edad. Es bochornoso.
Se puede culpar al gris Fran García de que le volvieran loco por su banda. Y a la estrategia de Lucas Vázquez, pero ninguno de los dos son defensas para la exigencia de un Real Madrid. El gallego, como mínimo es un extremo derecho, pero jamás un lateral. Pero, amigo, no hay más dinero. La plantilla está cerrada, por culpa de los excesos de un estadio espacial, así que no se puede fichar a nadie. Ni para del baloncesto. Pero Ancelotti ya ha soltado el primer ataque velado al club.
Decía y con razón que no se podían disputar tantos partidos con sólo 14 futbolistas. Pero, ¿por qué se lo ha tragado hasta ahora? En estos momentos busca justificación porque tiene la guillotína de su destitución en el cogote. Y lo sabe perfectamente.
Hay que felicitar al Rayo por no haber perdido con el Madrid. Es casi soez, luego caerán ante cualquier rival que vaya a Vallecas, como ha ocurrido en las últimas jornadas. Había que amordazar al Madrid con faltas, mordiendo, con carreras histéricas, como almas que se las lleva el diablo.
Ahora Ancelotti tiene coartada, con su salvación ante el Pachuca. Un gran equipo, sin duda, porque así lo quiere la humillante FIFA. Con otro título más, ya le da el crédito para unos meses. Pero ¿y si pierde con los mexicanos? Esa es otra historia.