- Empresas Nace Masorange: 4.000 millones de inversión y más de 8.500 empleados para liderar el mercado español
Masorange, el mayor operador de España por número de clientes, ha presentado los primeros resultados de su historia en los que ha registrado una facturación de 3.609 millones de euros hasta junio, en línea con la suma de Orange y MásMóvil del mismo periodo del año anterior, y registrado un importante aumento de la rentabilidad del 3%.
La compañía ha registrado un beneficio bruto de explotación de 1.244 millones de euros, un 3,2% más, que sería de 1.307 millones si se quitan de la ecuación los gastos de integración.
El grupo ha sumado 205.000 contratos de móvil y 136.000 de fibra óptica en la primera mitad del año para sumar una cartera de 25,8 millones de líneas móviles y 7,3 millones de banda ancha fija, donde ha experimentado un retroceso tras la migración de clientes del cable a la fibra.
Precisamente, la gran novedad de los resultados se encuentra en la fibra óptica donde el grupo ha anunciado la entrada en negociaciones exclusivas con Zegona para crear una empresa que explote una red con 11 millones de hogares con esta tecnología, tal y como adelantó Expansión.
En su presentación, Masorange subraya la intención de "maximizar el uso de sus redes" y se da hasta la segunda mitad de 2025 para cerrar una operación que crearía una sociedad en la que esta empresa tendría un 50% de las acciones y Vodafone y un futuro inversor financiero otro 50%.
La venta de parte de su fibra servirá para reducir más rápido la gran deuda que arrastra el grupo: 12.738 millones de euros tras los megadividendos repartidos a sus accionistas y la deuda que arrastraba MásMóvil.
En una conferencia con analistas posterior, Meinrad Spenger, CEO de la empresa, ha asegurado que lo que se busca es compartir infraestructura y no hacer despliegues significativos de nueva fibra.
Integración
El grupo asegura que se encuentra en pleno proceso de exprimir los ahorros de la fusión de los dos operadores con un 73% de las posibles sinergias en ejecución.
En total, ya habrían cristalizado 50 millones de euros de los 500 millones que planea extraer la actual dirección.
Por otro lado, la inversión en infraestructura fue de 512 millones de euros, un 9% menos que el año anterior, lo que implica una necesaria aceleración en el futuro para cumplir con los 4.000 millones en tres años prometidos al Gobierno.