Tras comprar Twitter y convertirse en una figura clave en la administración de Donald Trump, Elon Musk quiere hacerse ahora con el control de OpenAI, la principal empresa de Inteligencia Artificial del mundo, responsable de la popular herramienta ChatGPT.
Según ha adelantado el diario Wall Street Journal, Musk lidera un grupo de inversores que parecen dispuestos a pagar 97.400 millones de dólares para hacerse con la entidad sin ánimo de lucro que ahora controla OpenAI.
La adquisición busca truncar los planes del actual presidente de OpenAI, Sam Altman, para convertir la compañía en una empresa con ánimo de lucro. Altman ha descartado la oferta con un golpe de ironía, ofreciéndose a comprar Twitter -una empresa que Musk se adquirió por 44.000 millones de dólares en 2022- por solo 9.740 millones de dólares.
El episodio refleja la profunda enemistad de Musk con Altman. Aunque ambos fueron inversores iniciales en el proyecto de OpenAI, Musk decidió apartarse de OpenAI poco antes de que ésta lanzara al mercado ChatGPT, la herramienta que la ha catapultado a la fama y convertido en la protagonista de la nueva obsesión de Silicon Valley.
Pero, ¿cómo de seria es la propuesta? Esos 97.400 millones de dólares no saldrían exclusivamente del bolsillo de Musk. De entrada, parte de la operación estará financiada por xAI, la empresa de inteligencia artificial que Musk fundó el pasado año y que ha sido valorada en 50.000 millones de dólares en su última ronda de inversión.
Aunque Musk es el que lidera el grupo, lo apoyan también varios fondos de inversión y socios financieros que han trabajado estrechamente con él en el pasado.
El más importante es el Baron Capital Group. Fundado por el empresario Ron Baron y que gestionas varios fondos mutuos. El hijo de Ron Baron, Michael, es gestor de uno de ellos, y ha invertido una gran cantidad de dinero en otras empresas de Elon Musk, como Tesla como SpaceX.
Otro gran inversor que está dispuesto a apoyar la operación es Antonio Gracias, amigo personal de Musk, ex-consejero de Tesla y fundador del fondo de inversión Valor Management. Desde el año 2005, Gracias (hijo de madre española y padre indio pero nacido en Detroit) ha sido uno de los inversores clave en todas las empresas de Musk.
Gavin Baker, fundador del fondo de inversión Atreides Management, también figura en la lista. Es inversor en SpaceX y Tesla y ha sido un vocal defensor del polémico paquete de compensación de 56.000 millones de dólares que Tesla iba a pagar a Musk en 2018 y que finalmente ha frenado un juez del estado de Delaware.
Tres nombres más parecen en la oferta de inversión, que según el Wall Street Journal fue enviada al consejo de dirección de Open AI el lunes. El primero es Alexander Tamas, fundador de Vy Capital e inversor en SpaceX y Boring Company. Le sigue Joe Lonsdale, responsable de la firma de capital riesgo Eight Parters y uno de los socios fundadores, junto a Peter Thiel, de Palantir.
Por último, estaría también interesado en invertir el empresario de Hollywood Ari Emanuel, cuya compañía TKO Group Holdings, gestiona los espectáculos de lucha libre UFC y WWE.
Aunque la oferta tiene pocas posibilidades de prosperar, podría poner en un aprieto a Altman, que está tratando de transformar la estructura societaria de OpenAI para no estar sujeto a las imposiciones que tienen organizaciones sin ánimo de lucro.
Parte de la operación requiere calcular el valor real de la compañía para compensar a la rama sin ánimo de lucro que ahora dirige el día a día de la empresa. El plan de Altman es que al finalizar el proceso, esta rama controle una pequeña parte de la organización final pero la maniobra de Musk, junto con la promesa de "igualar mejores ofertas", podría contribuir a inflar el precio y hacer mucho más costosa la transición.
En un comunicado interno a sus empleados, Altman ha explicado que "la actual estructura existe para garantizar que ningún individuo pueda tomar el control de OpenAI". Al mismo tiempo, descarta la oferta como un intento de provocación. "Elon ya dirige una empresa de inteligencia artificial, y sus acciones no tienen que ver con la misión o los valores de OpenAI", ha dicho.