La vacuna contra el coronavirus no parece haber llegado a tiempo para frenar una tercera oleada de la enfermedad en regiones de seis continentes. Con cifras récord de fallecidos diarios y de nuevos contagios, el planeta se acerca ya a los dos millones de muertes por Covid-19, supera los 90 millones de positivos, y las imágenes de ciudades vacías y hospitales llenos nos devuelven a lo peor de lo vivido en 2020.
EUROPA: VUELTA A LOS CONFINAMIENTOS
A pesar de las duras restricciones adoptadas desde noviembre por los países europeos para evitar el desastre después de las fiestas navideñas, los pronósticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) -que advirtió de que el Viejo Continente se vería de nuevo sumergido en esta tercera ola en los primeros meses del año- ya se están cumpliendo.
La nueva cepa británica de Covid-19, más contagiosa, ha llevado a buena parte de los países a aumentar las restricciones. En Reino Unido, con más de tres millones de casos y donde la mascarilla sigue sin ser obligatoria en la calle, el primer ministro, Boris Johnson, decretó el pasado 4 de enero un nuevo confinamiento estricto, mientras acelera su campaña de vacunación que ha llegado ya a más de dos millones de personas. Con uno de cada 30 ciudadanos contagiados, según los últimos datos, los británicos sólo pueden salir de casa una vez al día para hacer ejercicio, y las escuelas del país permanecen cerradas, salvo para los alumnos vulnerables o hijos de trabajadores esenciales
Otros líderes europeos se han sumado a la decisión de Johnson, aplicando el confinamiento a nivel nacional. En Portugal, cuyo cerrojazo comienza este viernes, se permiten sólo las salidas para actividades esenciales, lo que devuelve a los portugueses a la primavera de 2020. A diferencia de Reino Unido, los centros educativos no echarán el cierre y las clases seguirán siendo presenciales. "No podemos sacrificar otra vez una generación", justificó António Costa, primer ministro del país que superó ayer el medio millón de casos de Covid-19.
Alemania, con un nuevo récord diario de muertos ayer (1.244 en 24 horas), está viviendo en 2021 su confinamiento más estricto y prolongado. La canciller Angela Merkel decretó la medida a mediados de diciembre y amenaza con extenderla hasta abril, lo que está generando fricciones entre el Gobierno central y los Länder, donde las restricciones se están aplicando de manera desigual.
Entre los más golpeados de Europa está Bélgica, con la mayor tasa de mortalidad del mundo: 175 decesos por cada 100.000 habitantes, seguido de Eslovenia.
En Francia, Italia y España (que superan cada uno los dos millones de contagios), la curva de positivos diarios continúa en ascenso tras las celebraciones de Navidad, lo que está generando presión en los hospitales y hace planear la sombra del confinamiento duro sobre sus ciudadanos.
El primer ministro francés, Jean Castex, anunció ayer un endurecimiento del toque de queda en todo el país, que pasa de las 20.00 horas a las 18.00 horas. La medida se aplicará a partir de mañana y durante un mínimo de dos semanas.
AMÉRICA: NUEVA CEPA EN OCHO PAÍSES
En América el virus avanza de forma desigual, pero ya son ocho los países que han detectado contagios con la variante británica: Brasil, Canadá, Chile, Ecuador, Jamaica, México, Perú y Estados Unidos, informó Afp. La OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha pedido a las autoridades del continente que tomen las medidas necesarias ante el nuevo máximo de contagios registrado en una semana: 2,5 millones de positivos en la región, "el mayor número de casos semanales desde que el virus llegó por primera vez a nuestras costas", comunicó ayer la directora de la OPS, Carissa Etienne. "Prácticamente todos los países de América están experimentando una aceleración en la propagación del virus", añadió.
Estados Unidos, por su parte, lleva semanas en pleno repunte de contagios. El país más afectado del mundo por la pandemia sumó por primera vez más de 4.500 muertos por coronavirus en un día, casi tres muertes por minuto, informó la Universidad Johns Hopkins.
El segundo país con más fallecidos, Brasil, se acerca a los 206.000 muertos por el virus. A la espera de que se apruebe el uso de las dosis importadas de China e India con las que comenzará a vacunar a su población. La organización Human Rights Watch denunció ayer en su informe anual que el presidente Jair Bolsonaro intentó "sabotear" las medidas sanitarias para frenar la pandemia, al difundir "información equivocada" o tratar de "impedir que los estados impusieran normas de distanciamiento social".
Mientras algunos países americanos aún siguen en la primera ola, otros ya afrontan la tercera. Como Cuba, donde el Gobierno exige PCR negativa a los viajeros y ha vuelto a cerrar escuelas, transporte público y actividades culturales tras registrar varias jornadas consecutivas de récords diarios de contagios.
En Sudamérica, la OPS también destacó un aumento general de los contagios; incluso en países como Chile, donde los contagios habían caído, se superan ahora los 4.000 casos diarios. Gobiernos como el de Perú, donde se confirmó la semana pasada el primer caso de la nueva cepa y más de 2.000 nuevos contagios diarios, no descartan volver a una cuarentena estricta. "Si nos relajamos, no nos engañemos: 2021 será mucho peor que 2020", alertó Carissa Etienne.
ASIA: REBROTE EN CHINA
El país donde todo comenzó, que no reportaba muertes por Covid-19 desde hace ocho meses, anunció ayer una nueva víctima mortal y reportó 138 nuevos contagios, el mayor número de casos en un día en China desde marzo. El resultado de estos rebrotes es que más de 22 millones de personas en el gigante asiático están de nuevo metidas en casa y pasarán por cribados masivos de test, como se ha visto en anteriores repuntes del virus.
En Oriente Próximo, Israel corre más que nadie para vacunar a toda su población: una quinta parte ya ha recibido la primera dosis. Aún así, la situación en el país preocupa, con niveles de hospitalizados en UCI que ya superan los 800 fijados por las autoridades para garantizar una Sanidad sostenible. El Gobierno ha endurecido el confinamiento severo vigente y lo extenderá hasta finales de enero.
ÁFRICA: EN PLENA SEGUNDA OLA
El virus también cabalga por África, aunque de forma menos devastadora, y la segunda ola está infectando ya a unas 30.000 personas al día, según Reuters. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de la Unión Africana muestra una evolución dispar del Covid-19 en el continente de 1.200 millones de habitantes: nuevos casos en aumento en África oriental, septentrional y meridional, pero en descenso en África occidental y central.
África ha registrado 57.000 muertes, menos que un país entero como Francia. Unas cifras que los expertos atribuyen a una población joven o a inmunidad adquirida en pandemias anteriores. Sin embargo, los países más afectados, los más turísticos, como Sudáfrica (con casi 900.000 casos y donde se detectó otra nueva variante del Covid-19) están volviendo a las restricciones sanitarias. Y algunos como Kenia, que ya pasaron la segunda ola en septiembre, ya tienen la vista puesta en prepararse para la tercera.
El reto africano es doble: las medidas contra el coronavirus han afectado a las economías más frágiles del continente y la OMS calcula que sólo una cuarta parte de los países cuenta con los recursos para garantizar la compra de vacunas.
OCEANÍA: ALERTA EN AUSTRALIA
Las nuevas variantes del Covid, las halladas en Reino Unido y Sudáfrica (Japón y Brasil han detectado respectivamente una tercera y cuarta cepa), han viajado hasta Australia, donde las autoridades decretaron el pasado fin de semana la alerta máxima con el cierre de Brisbane, la capital de Queensland. "Sé que habrá algunas personas en Brisbane que se preguntarán '¿Es esto necesario? Solo hay un caso'. Bueno, este no es un caso ordinario. Éste es un caso muy especial y requiere que tratemos las cosas de manera muy diferente", indicó el premier, Scott Morrison. El Gobierno ha impuesto además limitaciones a los viajeros del extranjero y les exige PCR negativo.
Nueva Zelanda, por otro lado, sigue siendo ejemplo de gestión de la pandemia, con sólo 25 muertes en total.
ANTÁRTIDA: LA ÚLTIMA FRONTERA
El coronavirus no conoce fronteras y ha llegado hasta el último rincón del planeta. La Antártida, donde no se habían registrado todavía casos, detectó la presencia del virus a finales de diciembre en una base chilena al norte de la península, donde 36 personas dieron positivo. El virus ha provocado también la cancelación el miércoles del viaje del buque oceanográfico "Hespérides" de la Armada Española a la Antártida, en cuarentena tras detectarse varios positivos entre la tripulación.