Un mes después del inicio de la ofensiva de Israel el Líbano, Francia ha organizado una Conferencia humanitaria para coordinar la ayuda internacional y apoyar al país y a los desplazados por la guerra. El presidente galo, Emmanuel Macron, ha anunciado que Francia aportará 100 millones de euros.
"De manera inmediata, hace falta una enorme ayuda para la población libanesa, tanto para las personas que están desplazadas por la guerra como para las comunidades que los acogen", ha señalado el presidente francés. La ayuda de París se suma a la de Alemania, que ya había prometido 96 millones de euros, y a la de Italia, que anunció otros 10 millones.
"El impacto de la guerra en nuestro país ha dejado un rastro de destrucción y miseria a su paso. La agresión israelí ha causado un inmenso sufrimiento humano y pérdida de vidas, pero también ha infligido daños en la infraestructura, economía y la sociedad libanesa", dijo el primer ministro en funciones del Líbano, Najib Mikati.
Desde que comenzó la guerra en Oriente Próximo, hace un año, París lleva advirtiendo del peligro de que el conflicto escale y se traslade a Líbano, como de hecho ha ocurrido. El objetivo de la conferencia es reunir fondos para responder a la petición de la ONU de conseguir 400 millones de euros, un mínimo para poder ayudar a las personas desplazadas, más de un millón La ofensiva ha causado ya 2.500 muertos.
El objetivo de la conferencia es también coordinar el apoyo internacional para reforzar a las fuerzas libanesas y que éstas puedan desplegarse de forma más eficiente por el sur del país dentro de un acuerdo para poner fin al conflicto, que implicaría la retirada de Hizbulá.
La conferencia se produce en un momento en el que las relaciones de Israel con Francia se enfrían. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo ayer estar "extremadamente decepcionado" con Macron, sobre todo tras las declaraciones de este último, que había dicho que "Benjamin Netanyahu no debe olvidar que su país ha sido creado por una decisión de la ONU".
En una entrevista al periódico Le Figaro la semana pasada, el israelí ya habría criticado al presidente francés, que había calificado de inaceptable que los cascos azules de Naciones Unidas sean objeto de ataques por parte de Israel. Macron se defendió de las acusaciones diciendo que sus declaraciones se habían deformado.
En una entrevista a la radio Europe 1, Netanyahu criticó el cambio de posición de París sobre el conflicto en la zona. "Al principio de la guerra nos ha apoyado, pero he visto que poco a poco ha cambiado de posición y adopta posturas que van contra nuestros intereses comunes y nuestras sociedades libres", ha dicho el israelí al citado medio.
El pasado octubre, cuando se cumplió un año de los atentados de Hamas en Israel, el primer ministro israelí calificó de vergonzosa la postura de Francia. En realidad, hasta ahora el país ha mantenido una postura de apoyo a Israel. Macron ha justificado siempre su derecho a defenderse (tras los ataques del 7 de octubre), pero también le ha criticado, aunque de manera tibia, lo que está haciendo en Gaza. París nunca ha querido calificarlo de genocidio.
El conflicto escala a Líbano y agrava la situación que vive este país, sumido en una crisis política y económica desde hace años. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido a los libaneses que tomen medidas decisivas para "asegurar el funcionamiento de las instituciones del Estado". El país lleva dos meses sin presidente porque las distintas facciones no llegan a un acuerdo. Un contexto que Hizbulá ha aprovechado para hacerse fuerte.