CASA REAL
Royals

Reyes y príncipes lideran la era del rearme en Europa

Los miembros de las dinastías del Viejo Continente multiplican sus gestos militares en una clara estrategia de concienciación del desafío que afrontamos en Defensa; los planes bélicos llegan a todos.

El príncipe Guillermo durante la visita   a las tropas del Reino Unido  desplegadas también en Estonia el 21 de marzo.
El príncipe Guillermo durante la visita a las tropas del Reino Unido desplegadas también en Estonia el 21 de marzo.GETTY
PREMIUM
Actualizado

El rey Guillermo de Holanda tuvo oportunidad hace apenas unos días de que Mark Rutte, el secretario general de la OTAN, le explicara por qué es fundamental que todos los países que integran la Alianza disparen su gasto en Defensa, así como el escenario tan inquietante al que se enfrenta Europa en un momento crucial para la guerra en Ucrania y con un desafío indisimulado de Rusia a los Veintisiete. En otras circunstancias, la primera audiencia del monarca neerlandés a Rutte -de la misma nacionalidad y con quien compartía hasta el verano encuentros semanales como primer ministro de Países Bajos- desde su designación como líder de la OTAN, no hubiera pasado de ser un gesto casi de cortesía. Sin embargo, la noticia tuvo gran eco en los medios, como casi todo lo que en los últimos meses tiene que ver con la situación de la seguridad y Defensa del Viejo Continente. Porque, de algún modo, las explicaciones al soberano por parte de Rutte, más allá del plano institucional, eran un claro ejercicio en esa campaña de concienciación a la ciudadanía en la que están tan implicadas todas las autoridades, con el fin de que cale inequívocamente el mensaje de que no hay alternativa al plan de rearme en Europa y de que la amenaza de Moscú no puede tratarse como el cuento de Pedro y el lobo.

Una imagen vale más que mil palabras, se suele decir. Y no es casualidad que en los últimos meses se estén multiplicando las fotografías de casi todos los integrantes de las familias reales europeas vinculados con ese modo rearme ya claramente activado. En la mayoría de las Monarquías, sus titulares ejercen el alto mando de las fuerzas armadas de sus respectivos países, razón por la que siempre han sido bastante habituales las audiencias de reyes y príncipes al estamento militar -en España, en la agenda de Felipe VI dominan los actos castrenses claramente- y sus visitas a lugares vinculados con la Defensa. Pero resulta muy evidente que en poco tiempo se ha pasado de que las fotos de la realeza con uniforme transmitan la idílica imagen de una Europa en paz a que toda la tramoya refuerce, por el contrario, que el continente afronta un clima prebélico.

A buen seguro que el rey Guillermo compartiría también en su encuentro con Rutte en el Palacio Huis ten Bosch de La Haya impresiones de su visita en febrero a las tropas neerlandesas desplegadas en Estonia, donde fue bien informado, calzado con su correspondiente uniforme militar, de la misión de la OTAN y del reciente despliegue de cazas F-35 neerlandeses para la protección de los Bálticos.

El Rey Felipe con uniforme de la Armada visita el buque 'Juan Carlos I' en junio de 2024 en Tallin.
El Rey Felipe con uniforme de la Armada visita el buque 'Juan Carlos I' en junio de 2024 en Tallin.CASA REAL

También se vio en alguna ocasión al Rey Felipe VI con sus galones de general durante la importante visita que hizo en junio a Letonia, Lituania y Estonia, en un clima en el que el Monarca buscaba, entre otras cosas, resaltar los esfuerzos de la OTAN para proteger el flanco este frente a la amenaza rusa. Y como los relatos son tan importantes siempre, recordará el lector que aquella gira del jefe del Estado español estuvo marcada por la polémica ya que ningún ministro -ni el de Exteriores, Albares, ni la de Defensa, Robles- acompañaron a Don Felipe en un periplo que Moncloa no vio nunca con buenos ojos. Al final, la titular de Defensa acabó desplazándose unas horas a Lituania para tratar de sortear las críticas. Pero el episodio ya reflejó una situación análoga a lo que ocurre ahora con el Plan de Rearme presentado por la Comisión Europea, dirigida por Ursula Von der Leyen: mientras casi toda Europa, en especial el centro y el norte, buscan que cale en el ciudadano medio la noción de gravedad, en España, el Gobierno de Sánchez minimiza y aun enmascara todo lo que se pueda interpretar como estado de guerra. Y las imágenes de un Rey con uniforme militar junto al portaaeronaves Juan Carlos I en Tallin pocas dudas dejaban de que estos ya no son tiempos que se puedan llamar de paz.

El príncipe Guillermo con uniforme de camuflaje durante su visita a las tropas británicas en Estonia.
El príncipe Guillermo con uniforme de camuflaje durante su visita a las tropas británicas en Estonia.EFE

En ese sentido, pocas fotografías han tenido tanta fuerza divulgativa en los últimos días como las del príncipe Guillermo, primero en la línea sucesoria británica, pertrechado con el equipo de combate y un uniforme en el que era bien visible la identificación de la OTAN, durante la visita a las tropas de su país desplegadas también en Estonia, en un viaje destinado a subrayar el apoyo del Reino Unido a las operaciones de la Alianza en Europa del Este. El heredero inspeccionó vehículos de combate de infantería y se montó en un tanque mientras vestía un uniforme militar completo de camuflaje. Todo perfectamente diseñado para reforzar la estrategia del primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, quien no sólo está acelerando el acercamiento de Londres a Bruselas en materia de Defensa, sino que ha asumido un claro liderazgo, junto al presidente francés Emmanuel Macron, ante el nuevo escenario en Ucrania, con cumbres que buscan diseñar ya esa coalición de voluntarios para el día después de un acuerdo de paz.

Ni qué decir tiene que los países donde más claramente son conscientes de que esto no es un juego y en los que la preocupación de sus ciudadanos más se ha disparado son todos aquellos que hacen frontera con Rusia, bien sea terrestre o de tipo marítima, como le ocurre a Suecia, en alerta máxima por la inquietante situación del Báltico.

La princesa Victoria de Suecia presidió los actos por su onomástica en el Palacio Real de Estocolmo vestida con uniforme castrense.
La princesa Victoria de Suecia presidió los actos por su onomástica en el Palacio Real de Estocolmo vestida con uniforme castrense.GTRES

Los gestos simbólicos de la Monarquía de los Bernadotte en este sentido no están pasando tampoco desapercibidos. Días atrás, la princesa heredera, Victoria, celebró su onomástica. Pero, a diferencia de lo que había hecho siempre, esta vez presidió los actos en el Palacio Real de Estocolmo de un modo inédito, vestida con uniforme castrense. El nuevo guardarropa de la onomástica, se subrayó desde el diario Expressen. La Corte aclaró que sólo se buscaba destacar el papel de las fuerzas armadas y poner en valor la preparación de la hija del rey Carlos Gustavo hasta el rango de alférez que ostenta ahora. Pero a nadie se le escapa que la familia real sueca está disparando sus actos de carácter militar, no por casualidad, como la audiencia en el Palacio Real de Estocolmo al teniente general Thomas Nilsson, jefe del Servicio de Inteligencia y Seguridad Militar, para ponerse bien al corriente de las decisiones del Gobierno sueco ante los planes de rearme.

Y otro tanto se puede decir de la Monarquía de la vecina Noruega. Uno de los cometidos habituales del príncipe heredero Haakon, general en las Fuerzas Armadas, es visitar campamentos militares y presenciar determinadas maniobras. Pero pocas veces han tenido tanto interés como su reciente participación, junto a su hija Ingrid, en el ejercicio más extremo del batallón al que ésta pertenece, en su fase de entrenamiento: una simulación de la defensa de la frontera norte de Europa en las condiciones de frío extremo propias del clima Ártico, otra misión bajo el paraguas de la OTAN.

Cabe destacar que la princesa Ingrid está todavía volcada en su formación militar. En principio, iba a concentrarla en un año. Pero se ha ampliado finalmente a más de 15 meses por deseo expreso de la futura reina de los noruegos, probablemente motivada por la concienciación creciente del desafío en ciernes.

Las familias reales europeas se han puesto en modo rearme y, como es lógico, no pueden escapar a las circunstancias cambiantes del escenario geopolítico tan convulso. En este sentido, no fue una mera anécdota que la princesa heredera Victoria haya suspendido un viaje de exploración científica -similar al realizado hace 15 años- junto a Haakon de Noruega y el rey Federico de Dinamarca -jefe de Estado de la isla ártica-, según publicaron los medios suecos, noticia nunca confirmada de modo oficial. Al parecer, los tres miembros de la realeza tenían previsto regresar a Groenlandia para participar en un proyecto de divulgación sobre cuestiones como el cambio climático, que no se consideraría oportuno ahora ante las ansias anexionistas expresadas a todas horas por el presidente de EEUU, Donald Trump.