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¿Por qué el robo de las joyas de Wallis Simpson sigue siendo un misterio siete décadas después?

Un baúl lleno de esmeraldas y diamantes desapareció de la casa de la royal. Scotland Yard intentó resolver el caso. Sin éxito.

Wallis Simpson en 1974
Wallis Simpson en 1974GTRES
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Cuando parecía que todo estaba contado sobre la vida de Wallis Simpson, duquesa de Windsor, un nuevo libro desvela algo inaudito para una dama de su rango social. En The King's Loot de Richard Wallace hace referencia al gran robo que los duques sufrieron en octubre de 1946. El botín sustraído se elevaba a 500.000 libras que con la inflación serían unos 17 millones de libras en la actualidad.

¿Por qué es tan interesante el libro? Scotland Yard no pudo descubrir quiénes habían sido los autores del robo, pero a través de numerosas entrevistas y documentación inédita se sospecha que Wallis y Eduardo estarían involucrados. Cuando ocurrieron los hechos, los Windsor estaban en la casa de campo de los condes de Dudley en Berkshire. Según palabras de la condesa, Wallis le había mostrado en su dormitorio tres baúles en los que guardaba su extensa colección de piedras preciosas. La duquesa escribió en su autobiografía que "los baúles contenían una gran cantidad de esmeraldas en bruto que creo que pertenecían a la reina Alejandra".

Wallis Simpson junto a Eduardo VIII
Wallis Simpson junto a Eduardo VIIIGTRES

Mientras los anfitriones, los invitados y el personal de servicio se divertían y servían en la cena, en los pisos de arriba los baúles eran forzados. Se llevaron una decena de piezas de gran valor que nunca llegaron a recuperarse y solo dos permanecieron a buen recaudo de casualidad. Una era el broche de Cartier con forma de ave del paraíso de zafiros y diamantes de 65 quilates que estaba escondido debajo de un jarrón y el broche de zafiro y rubí con las iniciales E y W entrelazadas que Wallis llevaba puesto durante la velada.

Aficionada a coleccionar joyas que casi siempre le compraba su esposo, Eduardo VIII de Inglaterra, que tuvo que abdicar en 1937 por querer casarse con una americana doblemente divorciada. A partir de ese momento la pareja sería conocida en la jet set internacional como los duques de Windsor.

Cuando Scotland Yard empezó a investigar enseguida empezaron a recabar datos no demasiado coherentes con lo que habían explicado los duques. Al no cuadrar ciertas informaciones empezaron a surgir las sospechas. Los oficiales se preguntaron cómo era posible que en el momento del robo ninguno de los numerosos sirvientes viera nada inusual o por qué los perros no ladraron tras la entrada de los intrusos. Posteriormente averiguaron que una de las criadas estaba paseando a uno de los perros en el momento del robo, lo que resultó extraño porque su obligación era la de haber servido en la cena.

La socialite Wallis Simpson
La socialite Wallis SimpsonGTRES

A ojos de Scotland Yard se hizo evidente que el ladrón o los ladrones sabían de antemano adónde tenían que dirigirse ya que entraron por un dormitorio cercano a la habitación donde se encontraban las joyas. A medida que iban surgiendo las pistas más sentido cobraba la hipótesis de que la duquesa estaba implicada en el robo. Lo más increíble fue la actitud del duque de Windsor que dijo que las joyas solo estaban aseguradas por valor de 20.000 libras, su comportamiento era evasivo y le pillaron en alguna mentira.

Obviamente, nadie se atrevió a denunciarlos porque eran una de las parejas más influyentes de la sociedad internacional. Así que la pregunta es sencilla, ¿fingieron los duques caídos en desgracia el famoso atraco para recaudar fondos? La mayoría de los historiadores así lo cree. En mayo de 1972 falleció el duque y la duquesa en 1986. Ambos lo hicieron en su mansión parisina de Bois de Boulogne que posteriormente compró Dodi Al-Fayed para regalársela a su hijo Dodi para que viviera con su amada Diana de Gales.